miércoles, 5 de diciembre de 2018

La muerta que se movía

“Cadáver” (The Possession of Hannah Grace, 2018) es una película de terror dirigida por Diederik Van Rooijen y escrita por Brian Sieve. Protagonizada por Shay Mitchell, actriz reconocida por la serie adolescente “Pretty Little Liars” (2010-2017), el reparto se completa con Kirby Johnson, Grey Damon, Maximillian McNamara, Louis Herthum (Westworld), Nick Thune y Stana Katic.


Durante un exorcismo a la poseída Hannah Grace (Kirby Johnson), la fuerza de la joven es tal que todo termina saliéndose de control por lo que su padre Grainger (Louis Herthum) toma la decisión de asfixiarla con la almohada. Tres meses después, la ex policía Megan Reed (Shay Mitchell) comienza a trabajar en el horario nocturno de una morgue en Boston gracias al contacto de su amiga Lisa (Stana Katic). Su labor consiste en recibir las entregas de los cadáveres y sacar las respectivas fotografías de las heridas así como tomar las huellas dactilares. Cuando Randy (Nick Thune) llega con el cuerpo de Hannah, lo que menos se imagina Megan es que vivirá la noche más terrorífica de su vida.


Llega a la cartelera otra historia de terror ambientada en la morgue, la cual inevitablemente recuerda a “La Autopsia de Jane Doe” (The Autopsy of Jane Doe, 2016). En esta ocasión tenemos un precario guión, cero ideas nuevas y efectos que dejan mucho que desear, sin embargo la película no logra ser extremadamente mala gracias a su corta duración (86 minutos) y la correcta labor protagónica. Luces que se prenden y apagan, objetos que se caen al piso, puertas que se abren solas, máquinas que no funcionan y sombras en las cámaras de seguridad son todos elementos que ya conocemos y están presentes aquí sin llegar a fastidiarnos: la cinta es una más del montón.

Sin conseguir asustar en ningún momento debido al aumento abrupto del sonido al que ya estamos acostumbrados, lo que destaca de “Cadáver” es justamente la actriz que encarna a Hannah Grace. Kirby Johnson es gimnasta y contorsionista, por lo que para la mayoría de sus escenas no se necesitó utilizar efectos especiales. Sus movimientos corporales junto al sonar de sus huesos ayudan a crear una atmósfera enrarecida que contrasta con el ultra silencio de la morgue.

Con el agregado de un trasfondo traumático en la vida de la protagonista y personajes que van muriendo a medida que pasan los minutos, el desenlace de “Cadáver” se vuelve  bastante patético al querer demostrar el crecimiento de Megan ante una situación límite. Sin pretender quedar en el recuerdo de nadie, la película se deja ver y puede llegar a disfrutarse si no se va a la sala de cine con grandes expectativas.

Puntaje: 5,50

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