“Obsesión” (Serenity, 2019) es un
thriller dramático dirigido, escrito y producido por Steven Knight.
Protagonizado por Matthew McConaughey, el reparto se completa con Anne
Hathaway, Diane Lane, Djimon Hounsou, Jason Clarke (El Planeta de los Simios:
Confrontación), Jeremy Strong, Rafael Sayegh, entre otros.
La trama gira en torno a Baker
Dill (Matthew McConaughey), un hombre que vive en la isla de Plymouth y cada
día zarpa con su barco llamado Serenity rumbo al océano con el objetivo de
pescar un determinado atún al que él nombró “Justicia”. Para subsistir
económicamente, Dill también sale a pescar a la noche para luego vender lo
obtenido, además de que recibe dinero por acostarse con Constance (Diane Lane),
una mujer a la que varias veces se le extravía su gato negro. La rutina
continúa de lo más normal hasta que a la isla llega Karen (Anne Hathway), ex
mujer de Dill. Ella viajó hasta allí porque está harta de sufrir violencia
doméstica por parte de su pareja Frank (Jason Clarke), un alcohólico rico y
prepotente. Patrick (Rafael Sayegh), hijo de John y Karen, debido a las
constantes peleas de su madre y padrastro, vive encerrado en su habitación
jugando con la computadora. Sin ya poder soportar un día más en ese ambiente, Karen
le propone a Dill un trato: si Baker mata a Frank durante uno de sus tantos
viajes al océano y lo hace pasar como un accidente, ella le dará como
recompensa diez millones de dólares. John (nombre real de Dill) deberá pensar y
tomar esta difícil decisión cuanto antes, ya que falta poco para que Frank
arribe a la isla.
Con un guión pésimo que da gracia
por la repetición de palabras tales como “papi” y “atún”, el filme todo el
tiempo busca ser sensual mostrando a su protagonista desnudo y metiendo escenas
de sexo de relleno. La manera de hablar de los personajes llega un punto que no
puede tomarse en serio, sin embargo la primera mitad de la película logra
mantener el interés gracias a que el espectador quiere saber qué pasará con lo
que le propuso Karen a Dill. No obstante, la cinta da un giro de 180 grados que
más que sorprendernos nos hace pensar en cómo esta ridiculez pudo llegar a
convertirse en un largometraje.
Mientras que en el principio
podríamos llegar a quejarnos de que la trama nunca da signos de avanzar
(siempre se nos muestra lo mismo), lo que viene después resulta tan bizarro y
sin sentido lógico que lamentamos haber criticado sus repetitivos cuarenta
minutos iniciales. En el plano de las actuaciones, Matthew McConaughey hace lo
que puede con un guión extra plano y Anne Hathaway sorprende con su tan mala
interpretación, al punto de que ni su sufrimiento ni sus lágrimas resultan
creíbles.
La película no es capaz de
resistir un análisis luego de verla ya que carece de todo tipo de coherencia,
por lo que es inevitable que quede catapultada al olvido. Incomprensible como
una actriz de la talla de Diane Lane aceptó un papel secundario que no aporta
absolutamente nada a la historia.
Si “Obsesión” se hubiese quedado
con la idea de su comienzo quizás el panorama sería otro; lamentablemente su
resultado final rebosa de errores imposibles de perdonar.
Puntaje: 3,50
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