Toy Story 4 (2019) es una película animada de comedia y aventuras
que constituye el debut en la dirección de Josh Cooley, el cual fue uno de los
co-escritores de Intensamente
(Inside Out, 2015). Con un guión a cargo de Andrew Stanton y Stephany Folson,
ésta es la cuarta película dentro de la franquicia de Toy Story iniciada en 1995. Las voces originales de los juguetes
vuelven a ser puestas por Tom Hanks, Tim Allen, Annie Potts, Joan Cusack,
Wallace Shawn, John Ratzenberger, entre otros. A la vez se agregan nuevos
personajes a los que dan voz Tony Hale, Christina Hendricks, Keanu Reeves,
Keegan-Michael Key, Jordan Peele y Ally Maki.
Luego del desenlace de Toy Story 3 (2010), los juguetes tienen
una nueva dueña: la pequeña Bonnie (Madeleine McGraw). La niña debe ir al día
de orientación del jardín de infantes, sin embargo no se encuentra segura y
teme no ser aceptada por los demás chicos. Es por eso que, a pesar de que sus
padres le dijeron que no puede llevar ningún juguete como compañía, Woody (Tom
Hanks) decide escabullirse en su mochila y ayudarla ante cualquier
inconveniente. Cuando la maestra le dice a Bonnie que debe hacer alguna
manualidad con crayones, palitos e hilos, la nena comienza a sentirse triste
por estar sola en una mesa sin materiales. Por lo tanto, Woody se mete en el
cesto de basura y desde allí le tira algunos elementos a Bonnie para que pueda
crear algo. De esa manera surge Forky (Tony Hale), una cuchara/tenedor de
plástico con ojos de distinto tamaño, brazos frágiles y piecitos de madera.
Desde que Bonnie le da vida a Forky, éste último pasa a ser su juguete súper
favorito. No obstante Forky no se siente un juguete de verdad y afirma que es
basura, por lo que Woody tomará como su responsabilidad la difícil tarea de
asegurarse que Forky no se escape.
La que se creía en su momento una
trilogía, en el 2010 llegaba a su fin con un cierre tan perfecto como
emocionante. Sin embargo, y para sorpresa de todos, el guión para una cuarta
entrega ya se venía elaborando dentro de Pixar incluso antes de que el tercero
estuviera finalizado. Así es como nuestros juguetes más queridos vuelven en una
nueva aventura a la pantalla grande, esta vez con una dosis de humor mucho
mayor y con nuevos muñecos que dejan bastante de lado a los que ya conocemos.
Por empezar, Toy Story 4 es una película centrada en los personajes de Woody,
Forky y la pastorcita de porcelana Betty, la cual tiene un cambio enorme de
personalidad y accionar comparada a la Betty de los primeros dos filmes. En
esta ocasión Woody comienza a sentirse inútil ya que Bonnie prefiere jugar con
otros juguetes, por lo que al ver que la niña tiene especial aprecio por Forky,
hará lo que sea para que la cuchara/tenedor entienda a quién pertenece ahora.
Por su manera de moverse y sus líneas de diálogo, Forky se gana el corazón del
espectador ni bien cobra vida. Adorable y un poco torpe, este nuevo integrante
forja una relación de padre e hijo con Woody muy linda de ver.
Aparte de Forky tenemos a los
graciosos peluches de feria Ducky (Keegan-Michael Key) y Bunny (Jordan Peele),
un patito y conejito con los que Buzz (Tim Allen) se topa al intentar ir en
busca de Woody. Las ideas que se les ocurren a Ducky y Bunny para que cierta
misión tenga éxito sin dudas divertirán tanto a chicos como a grandes. Por otro
lado, Keanu Reeves da voz a Duke Caboom, un intrépido motociclista canadiense que
se siente apenado por no poder ser tan eficaz como se lo muestra en la
publicidad del juguete. Duke tiene momentos en los que se destaca pero tampoco
resulta memorable para la saga en sí.
En cuanto a los villanos, éstos
se encuentran dentro de un negocio de antigüedades, lugar donde se desarrolla
gran parte del relato. Este escenario logra darle a la película una cuota de
oscuridad y rareza, en especial por el muñeco ventrílocuo Benson, que con sus
ojos fijos y forma de su boca ya logra dar miedo. Como nos tiene acostumbrados
esta saga, el personaje malvado de turno tiene un triste pasado que lo hizo
convertirse en quién es ahora: tal es el caso de Gabby Gabby (Christina
Hendricks), muñeca de la década de 1950 que parece buena hasta que se descubre cuáles
son sus verdaderas intenciones para con Woody.
Llena de acción y humor, Toy Story 4 ni de cerca supera la
maravilla que fue su antecesora. Sin embargo, esta nueva historia mantiene el
espíritu de la franquicia y continúa dejando buenos mensajes, esta vez
centrándose en lo esencial que es el escucharse a uno mismo y tener la valentía
suficiente para seguir lo que nos dicta el corazón.
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