“Mamma Mia 2: ¡Vamos Otra Vez!”
(Mamma Mia! Here We Go Again, 2018) es una película musical que funciona como
secuela y precuela de “Mamma Mia!”, estrenada diez años atrás. Está dirigida y
escrita por Ol Parker, a la vez que Tom Hanks vuelve a ser el productor ejecutivo
y se siguen utilizando las famosas canciones del grupo musical sueco ABBA. A la
cinta retornan los actores reconocidos de la primera entrega, tales como Amanda
Seyfried, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård, Colin Firth, Julie Walters, Christine
Baranski, Dominic Cooper y Meryl Streep. También se agregan nuevas caras, entre
ellas están Lily James (La Cenicienta, Baby Driver), Jeremy Irvine (War Horse,
Now is Good), Josh Dylan, Hugh Skinner, Alexa Davies, Jessica Keenan Wynn, Cher
y Andy García.
Cinco años después de los eventos
ocurridos en “Mamma Mia!”, Sophie continúa viviendo en la isla griega llamada
Kalokairi y renovó el hotel de su madre, por lo que está planeando una fiesta
de reapertura con su padrastro Sam (Pierce Brosnan). Por otro lado, el film
también nos transportará a 1979, cuando Donna (Lily James) se animó a explorar
el mundo. Así conoceremos cómo conoció al bancario Harry (Hugh Skinner), al
barquero Bill (Josh Dylan) y al arquitecto Sam (Jeremy Irvine), hombres que
luego pasarán a ser padres de Sophie en una tercera parte cada uno ya que ni
Donna sabe quién es el verdadero progenitor de su hija.
Al ver la primera película nadie
imaginó que pudiera haber una segunda parte, sin embargo aquí la tenemos y
podemos afirmar que no defrauda. “Mamma Mia 2: ¡Vamos Otra Vez!” mantiene con
mucha naturalidad lo que el film del 2008 logró: que el espectador disfrute, se
ría y se mueva en la butaca al ritmo del pop más enérgico de ABBA.
En este caso, la trama se divide
en dos: en el presente tenemos a los personajes simpáticos que ya conocemos y
en el pasado se suma un reparto de jóvenes muy bien elegidos, en especial la
Donna Sheridan interpretada por la británica Lily James. La actriz tenía la
complicada labor de dar vida a una Meryl Streep en los primeros años de su
juventud. Donna fue uno de los roles centrales en el primer film, su carisma y
cómo se manejó sola para instalar su hotel en Grecia nos hizo empatizar con
ella de inmediato. En esta segunda parte Lily James está espléndida tanto
actuando como cantando y bailando. En ningún momento dudamos de que así era
Donna en 1979, porque la personalidad con la que estamos familiarizados sigue
estando ahí: de espíritu aventurero y libre, Donna no sabe qué es lo que el
futuro le depara y está feliz con salir a explorar el mundo. No importa que su
historia ya la sepamos de antemano o que sus pretendientes tengan un desarrollo
mínimo, ver la desenvoltura de James en pantalla resulta todo un placer.
En un comienzo cuesta
acostumbrarse a la manera en la que está estructurada la película ya que se
cambia muy rápidamente de presente a pasado y viceversa, lo que genera que uno
se moleste porque, dependiendo el caso, una de las historias llama más la
atención que la otra. En cuanto a la participación de Cher, que encarna a la
abuela de Sophie, su papel resulta completamente innecesario y sólo aparece en
el tramo final, lo que hace que se sienta como un agregado para rellenar esos
minutos. A la vez, cierta información referente a Sophie que es brindada en el
tráiler sale a la luz cuando la trama ya está muy avanzada, por lo que si aún
no viste el adelanto, ¡no lo hagas!
La fotografía luminosa y llena de
vida de Robert D. Yeoman, así como el diseño de vestuario súper colorido de
Michele Clapton, aportan al reparto todo lo que necesitan para brillar. Así
como ellos se divirtieron filmándola, esta secuela hará olvidarte por un rato
del mundo real para adentrarte de nuevo en la magia que es Mamma Mia. Imposible
que la pases mal, en especial si te gustan los musicales.
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