Vox Lux (2018) es una película dramática dirigida y escrita por
Brady Corbet. El reparto incluye a Natalie Portman, Raffey Cassidy (El
Sacrificio del Ciervo Sagrado), Jude Law, Stacy Martin, Jennifer Ehle
(Cincuenta Sombras de Grey), Christopher Abbott, Logan Riley Bruner, entre
otros. Narrada por Willem Dafoe, fueron productores ejecutivos Portman, Law y
la cantante Sia. La cinta tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional
de Cine de Venecia.
En 1999, la joven de 14 años
Celeste Montgomery (Raffey Cassidy) se encuentra en la clase de música de la
escuela cuando un hecho terrible sucede: otro alumno llamado Cullen Active
(Logan Riley Bruner), parado en la puerta, dispara a la profesora y demás
alumnos sin piedad. Aunque Celeste logra salir viva de esa situación, el tiro
que recibió en el cuello le produce una lesión en la columna vertebral. Durante
su estadía en el hospital, la adolescente pasa las noches con su hermana Ellie
(Stacy Martin). Las dos chicas compondrán con el teclado una canción que
representa el trágico momento que vivió Celeste. Al año siguiente, esa canción
se convertirá en un hit, siendo conocida por casi toda la sociedad
estadounidense. Ahí es donde Celeste ve la oportunidad para cumplir su sueño:
convertirse en una estrella pop. No obstante, el camino de la fama dista de ser
perfecto.
Magnética, ambiciosa y oscura, Vox Lux llega bastante tarde a nuestras
salas de cine pero sin lugar a duda es una experiencia que merece ser vista en
la pantalla grande. Dividida por un preludio, dos actos y el desenlace, la
nueva cinta de Brady Corbet contiene una historia muy original que combina
actos de terrorismo con el ascenso de Celeste hasta convertirse en un ícono de
la cultura pop. Una experiencia cercana a la muerte, la pérdida de la
inocencia, la difusión de rumores y el bullicio constante en el que vive una
figura pública son solo algunos de los tópicos que el director se anima a
explorar. Sin embargo, el que más resuena y se queda con el espectador mucho después
de que los créditos se acaben consiste en el claro reflejo que se hace sobre la
actualidad: cómo la población, a partir de una situación llena de odio,
necesita depositar la esperanza en alguien (en este caso en la cantante que
milagrosamente sobrevivió al ataque).
Natalie Portman brinda una
interpretación potente y completamente memorable al encarnar a Celeste, un
personaje que pasa por muchísimos estados. Celeste puede ser una persona
demasiado insoportable, cruel, amenazante, narcisista y prepotente, pero a la
vez la artista también tiene un lado vulnerable, donde sus miedos y el colapso
que sufre hacen que logremos empatizar con ella de inmediato. Por otro lado, la
elección de Raffey Cassidy como la Celeste adolescente es todo un acierto. La
actriz británica de 17 años tiene un protagonismo absoluto en la primera hora
de metraje, siendo totalmente convincente en su rol. No solo eso, sino que
Cassidy también tuvo que dar vida a Albertine, la hija de Celeste. Que se
utilice a la misma persona en dos papeles diferentes dentro de una película
puede resultar confuso; aunque aquí este aspecto en un principio desconcentra,
Raffey sale bien parada a medida que el relato avanza y somos testigos de la
relación madre e hija.
Que el filme haya sido grabado en
tan solo 22 días demuestra el gran talento que tiene Corbet a la hora de
dirigir. En especial porque la historia que se cuenta en Vox Lux utiliza muchos elementos cinematográficos que la hacen
distinguirse por sobre otras producciones. Con una voz en off bien puesta, la
cinta tiene un marcado estilo visual donde los juegos de luces rojas y azules,
los flashes y las imágenes oscuras crean una atmósfera de la que es difícil
escapar. En muchas secuencias la cámara sigue por detrás a los personajes, lo
que nos da la sensación de tener su perspectiva. Aparte se utiliza el avance
rápido, el slow motion y en varias escenas no hay cortes, lo que nos hace dar
cuenta de las grandes actrices que son Portman y Cassidy.
Al ser una película sobre la
cultura pop, la banda sonora debía estar a la altura de las circunstancias. La
música compuesta por SIA y el fallecido Scott Walker no decepciona al incluir
la emocionante canción Wrapped Up (uno
de los mejores momentos del filme), piezas que ponen nervioso al espectador y otros
tantos temas que transmiten lo que Celeste desea: “No quiero que la gente
piense demasiado. Solo quiero que se sientan bien”.
Por último, la puesta en escena
del desenlace está al nivel de los esplendorosos espectáculos pop que se dan
hoy en día. Con la notoria influencia de cantantes de la talla de Madonna,
Britney Spears o Lady Gaga, Natalie Portman con su Celeste tiene una presencia
absoluta en el escenario y se adueña de las coreografías que aprendió gracias a
su marido. La iluminación, el extravagante maquillaje, la cantidad de brillos
en el vestuario, el pelo plateado, el público enloquecido y la excelente
edición de sonido hacen que sea muy fácil sentirse uno más en el concierto. La
contraposición que ocurre entre la elevada música y el abrupto silencio
transmite una sensación apabullante que es necesario vivirla en carne propia
para comprenderla.
Vox Lux se hace difícil de recomendar ya que muchos la considerarán
un pretencioso sin sentido, sin embargo Brady Corbet supo construir una
película arriesgada que no deja indiferente a nadie. La revelación final dejará
pensando a más de uno y es muy probable que se acrecienten las ganas de verla
de nuevo ya sabiendo ese pequeño detalle.
Puntaje: 9
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