“Operación Red Sparrow” (Red Sparrow, 2018) es una película
estadounidense de espionaje dirigida por Francis Lawrence. Es la cuarta vez que
trabaja con Jennifer Lawrence como protagonista luego de “Los Juegos del
Hambre: Sinsajo Parte II”. El guión corre por parte de Justin Haythe, basándose
en la novela homónima de Jason Matthews. Completan el reparto Matthias
Schoenaerts (Gabriel Oak en “Lejos del Mundanal Ruido”), Joel Edgerton,
Charlotte Rampling, Mary Louise Parker, Joely Richardson (Anita en “101
Dálmatas”), Jeremy Irons, Thekla Reuten, Douglas Hodge y Kristof Konrad. Llega
a las salas argentinas el 1 de marzo gracias a la distribuidora Fox.
Ambientada en la era post Guerra Fría, la historia se centra
en Dominika Egorova (Jennifer Lawrence), una joven bailarina rusa que no puede
seguir su pasión por haber sido herida en una presentación. La compañía de
baile le proveía los medicamentos necesarios para la salud de su madre (Joely
Richardson) y el dinero para el alquiler. Al ya no poder continuar su carrera y
estar próximas a quedar en la calle, Dominika acepta la oferta de su tío (Matthias
Schoenaerts), miembro del servicio de inteligencia exterior ruso. Debido a que
en su primera misión no pueden quedar testigos, Dominika prácticamente es
obligada a entrar en la Escuela Sparrow. Allí aprenderá a usar la seducción
como arma para conseguir lo que su superior le pida en el futuro. Pero cuando
tenga que establecer contacto con Nate Nash (Joel Edgerton), oficial de la CIA,
las lealtades cambiarán.
Filmada en Budapest y Viena, la cinta se destaca en sus
encuadres prolijos de bellos paisajes y lugares lujosos así como en su banda
sonora compuesta por James Newton Howard. Jennifer Lawrence tiene la presencia
necesaria para cautivar pero en este caso lamentablemente no llega al nivel actoral
que logró con “¡madre!” (2017). Y esto sucede debido a lo notorio que resulta
su esfuerzo por hacer un acento ruso creíble, aparte de que su personaje sólo
produce empatía por lo que le toca sufrir. Dominika no tiene la profundidad que
requería este tipo de rol, nunca llegamos a conocerla al 100%, lo que hace que
sus decisiones se tornen confusas para el espectador porque no sabemos qué es
lo que pasa dentro de su cabeza.
El film dura 140 minutos y esto le juega muy en contra ya
que no cuenta con dinamismo, lo que da paso a que el relato en muchos momentos
sea aburrido. Se van intercalando escenas densas (donde hay mucho
diálogo poco interesante) con situaciones que captan la atención y nos dejan
tensos por el nivel extremo de violencia y/o sexualidad. La tortura, sangre y
desnudos impactan cuando llegan, pero luego la película vuelve a caer.
Aunque no está dividida por partes, el largometraje se
siente así: primero la danza, luego lo que le encomienda el tío, el ingreso a
la Escuela Sparrow y la misión real. De todos estos diferentes tonos el más
atrapante sin lugar a dudas es el adoctrinamiento que se da en la academia: en
las clases que imparte Matron (Charlotte Rampling) cualquier cosa puede suceder
porque, según ella, el cuerpo humano no le pertenece a cada uno sino al Estado.
Sus creencias dan disgusto y el sometimiento está bien construido, sin embargo
no nos cierra del todo que las enseñanzas sólo se basen en cómo seducir (nunca
vemos cómo se los entrena militarmente).
El crecimiento de la protagonista no convence, tampoco lo
hace su relación con Nate Nash. A pesar de que visualmente cumple con creces,
“Operación Red Sparrow” sólo será recordada por su brutalidad.
Puntaje: 6
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