“El Demonio Quiere a tu Hijo”
(Still/Born, 2017) es una película de terror que constituye el debut como
director de Brandon Christensen, que también la co-escribió junto a Colin
Minihan. El reparto incluye a Christie Burke (Renesmee de adolescente en
Amanecer - Parte Dos), Jesse Moss, Rebecca Olson, Sheila McCarthy, Grace
Christensen, Michael Ironside, entre otros.
La historia se centra en Mary
(Christie Burke), una joven mujer embarazada de mellizos que está en pareja con
Jack (Jesse Moss) y se acaban de mudar a un nuevo vecindario. Al dar a luz solo
uno de los bebés nace con vida, lo que genera una gran tristeza en Mary al
punto de que no quiere deshacerse de la segunda cuna. Desde el nacimiento de
Adam (Grace Christensen), cosas raras comenzarán a suceder en el hogar, dándole
la sensación a Mary de que alguien está intentando llevarse a su hijo. ¿Son
alucinaciones o algo sobrenatural ataca a la criatura?
Se podría definir a Still/Born
como “un film que agarra la idea de Rosemary’s Baby (1968) para armar una trama
llena de clichés”. Por empezar, nada resulta original en esta película: la
parejita que está en una casa nueva, las luces que se prenden y apagan solas,
los ruidos en la noche, el hombre que por trabajo deja sola a su mujer durante
días, la vecina “amigable” que también acaba de convertirse en madre, ventanas
que se rompen, el monitor de bebé que parece no funcionar, las imágenes
borrosas de las cámaras de seguridad y la lista continúa… Teniendo en cuenta
que todo esto ya lo vimos en otras cintas del mismo estilo, la de Christensen a
pesar de durar sólo una hora y media se hace muy larga ya que pareciera que
nada nuevo va a ocurrir.
Lo que puede llamar la atención
del espectador consiste en la posibilidad de que la protagonista sufra de
psicosis postparto, lo que la lleva a perder el sentido de la realidad y
cambiar de forma repentina su comportamiento. Este aspecto podría volver
interesante al relato, sin embargo el título que se le decidió darle aquí a la
película logra que cualquier duda que tengamos quede aclarada de antemano.
Por otro lado, la actuación de
Christie Burke deja mucho que desear. La actriz se la pasa sollozando, gritando
o haciendo siempre la misma expresión facial de susto, lo que genera que el
miedo no traspase la pantalla salvo en algún que otro jump scare. Aparte, las
escenas que ya estamos acostumbrados a ver vuelven a hacerse presentes: la
madre deja solo al bebé, ya sea en la bañera o a la hora de dormir, la puerta
se cierra sola y nadie recurre a ayudarla.
“El Demonio Quiere a tu Hijo” se
convierte en otra producción cero innovadora que quedará en el olvido ni bien
termines de verla. Ya es hora de que quede claro que nunca se podrá igualar el
terror que genera “El Bebé de Rosemary”. Sí se pueden construir buenas
historias teniendo en cuenta lo indefenso que es un bebé, lamentablemente éste
no es el caso debido a la previsibilidad y mala interpretación protagónica.
Puntaje: 4
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