“El Ángel” es una película
nacional dirigida por Luis Ortega (Historia de un Clan, El Marginal), que
también la co-escribió junto a Sergio Olguín y Rodolfo Palacios (autor de “El
Ángel Negro). El reparto incluye a Lorenzo Ferro (hijo del actor Rafael Ferro),
Chino Darín, Daniel Fanego, Mercedes Morán, Peter Lanzani, Cecilia Roth, Luis
Gnecco, Malena Villa y William Prociuk. El filme estuvo nominado en la sección
Un Certain Regard del Festival de Cine de Cannes.
Buenos Aires, 1971. Carlos Robledo
Puch (Lorenzo Ferro) es un adolescente fachero que vive bajo sus propias
creencias: para él no existe el concepto de propiedad privada (no cree en que
los objetos sean personales), por lo que no le parece mal entrar a casas
ajenas; le gusta robar pero no por necesidad sino que lo ve como un hobbie (ni
siquiera se queda con algunas cosas que hurta); no tiene consciencia de la
muerte y sólo pretende disfrutar de la vida a su manera. Cuando se hace amigo
de su compañero de escuela Ramón (Chino Darín), éste le presenta a su padre
José (Daniel Fanego), hombre que en el pasado estuvo en la cárcel, y a Ana
(Mercedes Morán), madre que es cómplice de los actos delictivos. Al ver lo
inteligente y enérgico que es Carlitos, la familia de Ramón le transmitirá el
gusto por las armas y por las noches los jóvenes afanarán de todo.
En la vida real, Carlos Robledo
Puch, apodado el “Ángel de la Muerte” por la prensa, fue condenado a cadena
perpetua por cometer diez homicidios calificados, un homicidio simple y otro
tentativo, 17 robos, ser cómplice de una violación y de una tentativa de
violación así como un abuso deshonesto, dos hurtos y dos secuestros. Todo esto
ocurrió entre 1970 y 1972, siendo detenido a los 20 años. Sus crímenes y actos
violentos lo convirtieron en el mayor asesino serial argentino, por lo que no
es de extrañar que se realice un producto cinematográfico inspirado en él.
Sin embargo, la nueva cinta de
Luis Ortega no es una biopic ni tampoco un drama. No se centra en los
asesinatos ni en cada robo, no intenta encontrar una explicación donde no la
hay. El director agarra el nombre del sociópata y crea su propio relato, por lo
que un 95% de lo que veremos será ficción. Esto puede no gustar a la mayoría y
es totalmente entendible, a la vez que muchos saldrán decepcionados
argumentando que “ésta no es la historia de Robledo Puch”.
En cuanto a los aspectos
técnicos, a “El Ángel” no se le puede reprochar nada: se nota el gran trabajo
de producción que hay detrás al ver su excelente fotografía, la gran reconstrucción
de época y una estética retro que seduce en cada plano. Además, la banda sonora
está espléndida al juntar varios clásicos del pop argentino de los 70, muchos
de los cuales son obra de Palito Ortega, padre del director.
Las actuaciones también son muy
buenas, en especial la de Lorenzo Ferro teniendo en cuenta que nunca antes
había hecho ni cine, tele o teatro. Que su primer papel sea un protagónico de
esta magnitud, donde con sólo su mirada penetrante logra incomodar al
espectador, nos asegura que si sigue por el camino de la actuación, tendrá un
futuro brillante.
La película, como Robledo Puch en
la realidad, rompe con el estereotipo de que los ladrones son todos de piel
morena, orejudos y descuidados al vestirse. Carlitos tiene la inocencia de un
niño, rulos rubios y cara de bebé. Si su madre sospecha de lo que anda haciendo
afuera del hogar o si su novia le dice que está mal meterse en casa ajena, él no
tarda en tener un argumento para hacer dudar al otro. Lorenzo Ferro construyó a
un Puch fascinante por su misterio, rebeldía y frescura. Meterse en cómo él ve
al mundo constituye una experiencia muy rara, porque por un lado puede
llegarnos a caer bien pero por el otro vemos cómo le dispara a las personas sin
tener sentimientos al respecto, lo que nos hace llegar a la conclusión de que
nunca podremos entenderlo, menos defenderlo.
Es un hecho que “El Ángel” va a
generar polémica y mucha controversia, ya sea por todo lo que Ortega se imaginó
del personaje así por su creencia de que alguien que hace las cosas mal no es
necesariamente malo. Difícil de recomendar para el público masivo, la película
resultará una buena opción para los que no teman embarcarse en la juventud de
Carlitos, un chico que se sentía plenamente vivo al bailar.
Puntaje: 7,50
No hay comentarios:
Publicar un comentario