Bruja (2019) es un thriller sobrenatural nacional dirigido por
Marcelo Páez Cubells (Omisión, Baires) y escrito por Matías Caruso. Filmado en
San Antonio de Areco y Capital Federal, el filme está protagonizado por Érica
Rivas (Relatos Salvajes, La Luz Incidente). Completan el reparto Miranda de la
Serna (hija de Rivas que ya trabajó con su madre en Antes del Estreno), Leticia Brédice, Juan Grandinetti, Pablo Rago,
Guillermo Arengo, Fabián Arenillas, Maite Lanata, el comediante Gregorio
Rossello y Rita Cortese.
Desde pequeña, Selena (Érica
Rivas) vivió teniendo relación con la magia negra gracias a la sabiduría de su
madre. Esto generó que, a medida que pasaban los años, la gente del pueblo la
mirara con desprecio, llegándola a considerar una bruja. Mamá de la adolescente
Belén (Miranda de la Serna), a la cual tuvo de muy joven, Selena continúa
soportando los prejuicios de los demás, ya sea de los dueños del almacén como
de los otros padres de los compañeros de secundaria de su hija. Una vez que
Belén es engañada y secuestrada por una red de trata de personas, que también
captura a las amigas de la joven, a Selena no le quedará otra que utilizar
todos sus conocimientos místicos para dar con el paradero de las chicas cuanto
antes.
Apuesta arriesgada es la que se
tomó Marcelo Páez Cubells con este thriller que mezcla magia negra con
prostitución. La idea resulta interesante ya que en Argentina son muy pocos los
filmes que se vuelcan al género del terror, sin embargo esta película tiene varios
aspectos negativos que no pueden dejarse pasar. Por un lado, la mayoría de las
interpretaciones lucen sobreactuadas, generando que el espectador no pueda
meterse de lleno en la trama por no creerse a los personajes. Leticia Brédice
es el claro ejemplo de esto: resulta imposible tomarse en serio su rol. Tanto
su manera de hablar como sus movimientos no son naturales, haciéndonos creer
que la actriz recicló papeles anteriores de su carrera para construir a Marisa,
mujer que está metida en el proceso de captar chicas jóvenes para la trata.
El guión tampoco ayuda a
personajes como el de Pablo Rago o Miranda de la Serna, los cuales no se
esfuerzan mucho en su labor. Sin embargo, aquí la protagonista es la acertada:
Érica Rivas compone a una bruja llena de habilidades que sorprenden. El
peinado, maquillaje y vestuario otorgan a Selena un halo de misterio que
atrapa, dándonos ganas de ver todo su potencial. Rivas es la única a la que se
le notan las emociones a flor de piel de una forma muy genuina y es por ella
que la cinta vale la pena.
En cuanto a los efectos especiales,
la película abusa de ellos cada vez más a medida que avanza el metraje. Sin
contar con un alto presupuesto, que haya tanto efecto especial de baja calidad
solo consigue que esas escenas no logren su cometido: en vez de asustar, la
mayoría resultan bizarras, lo que nos lleva a la conclusión de que siempre
menos es más.
Con algún que otro cabo suelto,
variados clichés, situaciones inverosímiles y actuaciones flojas, Bruja solo consigue salir airosa
gracias a su protagonista y al ambiente oscuro recreado. Los poderes
espirituales y sacrificios de Selena harán retorcerse en la butaca a más de
uno.
Puntaje: 6
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