“Mis Dos Vidas” (Look Both Ways, 2022) es una comedia dramática dirigida por Wanuri Kahiu y escrita por April Prosser. Protagonizada por Lili Reinhart, que también se desempeñó como productora ejecutiva, el reparto se completa con Danny Ramirez, David Corenswet, Aisha Dee, Luke Wilson, Nia Long, entre otros. La película se encuentra disponible en la plataforma de Netflix.
La
historia se divide en dos realidades distintas del “¿qué hubiera pasado si…?”
en la vida de Natalie Bennett (Lili Reinhart), una joven que está próxima a
graduarse y que ya tiene armado un plan quinquenal para siempre saber qué hacer
a continuación. Sin embargo, Natalie no planea tener sexo con su amigo Gabe
(Danny Ramirez), un chico que trabaja en una tintorería pero que a lo que
realmente desea dedicarse es a ser baterista. Por más que se cuidaron, Natalie
comienza a sentirse mal días después, por lo que su mejor amiga Cara (Aisha
Dee) decide comprarle varias pruebas de embarazo. En el baño de la casa de la
fraternidad, sentada en el inodoro, es donde la vida de Natalie toma dos rumbos
distintos. Por un lado veremos cómo Natalie enfrentará el quedar embarazada,
teniendo que volver a vivir con sus padres y dejando en pausa su sueño de
convertirse en dibujante de personajes animados; por el otro, Natalie no quedará
embarazada y se mudará a Los Ángeles con Cara, donde empezará a trabajar como
asistente de su ídola de la animación Lucy Galloway (Nia Long) y comenzará una
relación con Jake (David Corenswet), un hombre que desea ser productor.
¿Cuántas veces nos preguntamos a nosotros mismos cómo habría sido nuestra vida si hubiésemos tomado decisiones diferentes a las que ya hicimos? ¿Qué habría pasado? ¿En dónde estaríamos ahora? El pensar en el “¿y si…?” nos atormenta y en muchos casos nos pone tristes, porque siempre se nos vienen a la cabeza escenarios en donde pensamos que estaríamos mejor que en la realidad. ¿O cuántas veces planeamos a largo plazo pero después las cosas nunca terminan saliendo tal como queremos? De todos estos interrogantes nos habla la original, sencilla pero no menos ingeniosa “Mis Dos Vidas”, una película a la que ya le tenía fe por su protagonista pero que aún así me gustó más de lo que esperaba.
Diferenciar
en qué vida de Natalie estamos se hace fácil gracias a la fotografía del filme.
Cuando Natalie está embarazada, las escenas son más azules y apagadas. En
cambio, cuando Natalie se muda a Los Ángeles, las imágenes son mucho más
luminosas y cálidas. Quizás podemos llegar a pensar que en la vida en la que
Natalie siguió sus sueños profesionales y empezó una relación romántica con
Jake fue más feliz, no obstante la belleza de la película radica en mostrarnos
cómo en las dos realidades paralelas hay alegría, tristeza, enojo, amor,
desamor, desafíos y, por sobre todo, aprendizaje.
Es
en la escena final en donde “Mis Dos Vidas” cierra con moño esta historia, una
que viene a mostrarnos que de cualquier forma, cuales sean las decisiones que
tomemos, vamos a estar bien. A Lili Reinhart se la nota súper cómoda en este
rol y ojalá la veamos en más producciones de este estilo. “Mis Dos Vidas” es
amena y esperanzadora, dejándonos con una sonrisa a medida que caen los
créditos.
Puntaje:
8
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