“Gimme Shelter” es una película dramática independiente de
2013 basada en una historia real y protagonizada por una irreconocible Vanessa
Hudgens.
Agnes “Apple” Bailey, una chica de 16 años, convive con su
madre June (Rosario Dawson) que la maltrata física y verbalmente aparte de ser
drogadicta. Harta de esta situación, decide irse a Nueva Jersey en busca de su
padre Tom (Brendan Fraser). Cuando encuentra su casa gracias a una carta que
nunca abrió de parte de él, descubre que es un hombre rico, con un trabajo en
Wall Street y con esposa y dos niños. Cuando Apple se da cuenta que está
embarazada, su padre y esposa querrán que aborte pero ella se escapará y, luego
de un accidente, encontrará lugar para vivir en un albergue que se ocupa de
cuidar y dar cobijo a mujeres embarazadas. Nunca había conocido el amor de una
familia hasta que empieza a vivir allí, forma lazos de amistad con las otras
madres y habla con Kathy (Ann Dowd), la que fundó esa residencia de acogida.
El director, productor y guionista Ron Krauss brinda una
film lleno de momentos dramáticos que no da respiro. Llega un punto que el
espectador se plantea: ¿Algo más le puede pasar a esta adolescente?
Un gran acierto fue elegir a Vanessa Hudgens como la
protagonista. La actriz de High School Musical se metió de lleno en su papel:
subió de peso, se cortó el pelo, usó piercings, se puso ropa raída, lució
andrajosa y su mirada perdida estuvo presente en casi toda la historia. Su
transformación para ser Apple dio resultado ya que en ningún momento se duda de
todo el sufrimiento que conlleva el personaje.
“Gimme Shelter”, o “Buscando un destino”, logra lo que
pretende: emocionar, dejar en claro que a veces la familia aparece en donde
menos lo esperás y que siempre se puede salir adelante.
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