“Bubble Boy” es una película de 2001 inspirada en “The Boy
in the Plastic Bubble” que intenta ser graciosa pero no lo consigue.
Jake
Gyllenhaal es Jimmy Livingston, un chico que nació sin sistema inmunitario por
lo cual cualquier contacto con gérmenes podría llegar a matarlo. Para
protegerlo, su madre decide que viva hasta los cuatro años en el hospital y
luego lo lleva a su hogar. Pero no tendrá una vida normal: Jimmy pasará toda su
vida dentro de una burbuja de plástico y no tendrá contacto con el exterior.
Hasta que conoce a Chloe, la vecina de al lado, y comienzan a enamorarse. Todo
esto sucede en los primeros 20 minutos de la historia. Chloe un día le anuncia
a Jimmy que se casará en las cataratas del Niágara con Mark, un tipo que es un
idiota. El mundo se le derrumba a nuestro protagonista y se las ingeniará para
escapar de su casa creándose una burbuja móvil que lo lleve hasta las cataratas
para impedir la boda. En la hora restante de película veremos lo que le cuesta
a Jimmy que lo ayuden para llegar a su destino. Se cruzará con motoqueros, un
grupo de culto, gente con deformidades que se hacen llamar freaks por su jefe,
etc. Por otro lado los padres de Jimmy se la pasan buscándolo, la madre siempre
haciendo referencias sin sentido sobre la religión (por ejemplo Jimmy se llevó
las galletas que le preparaba su madre y son en forma de cruz).
Aunque el film dure 84 minutos, todo el recorrido del
protagonista para llegar hasta la chica que le gusta se hace interminable. Habiendo
visto el trabajo de Jake Gyllenhaal en películas tales como Donnie Darko,
Prisoners, Enemy o Nightcrawler se hace imposible creer que este actor haya
querido actuar en esta comedia en la que se la pasa haciendo cosas
ilógicas dentro de una burbuja de plástico. El director Blair Hayes brindó una
propuesta que sólo puede llegar a pasar si estás aburrido un domingo a la
tarde.
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