“El Pampero” es un thriller intimista dramático argentino,
uruguayo y francés, dirigido y escrito por Matías Lucchesi. Está protagonizado
por Julio Chávez, Pilar Gamboa y César Troncoso. Llegó a las salas argentinas
el 3 de agosto de 2017 gracias a la distribuidora Primer Plano.
Fernando ya no quiere saber nada de nadie: a sus 58 años se
encuentra sufriendo los dolores en todo el cuerpo debido a una enfermedad
terminal. Cansado de su situación actual, decide rechazar las llamadas de su
hijo e irse a navegar en su velero lleno de provisiones. Él se toma a esta
travesía como un último viaje antes de que la enfermedad lo aniquile, siendo la
naturaleza su único refugio. Pero su recorrido tomará distinto rumbo cuando
descubra que en su barco está escondida Carla, una joven que tiene su camisa
llena de sangre. Fernando cree que ella cometió algún crimen y no quiere
implicarse en el asunto. Carla afirma que es inocente, que no quiere enfrentar
a prefectura y si o sí necesita que Fernando cruce la frontera y la deje en
Uruguay. Las complicaciones no terminan ahí ya que aparece Marcos, un guarda
costas amigo de Fernando que tiene segundas intenciones al darse cuenta que el
velero también está ocupado por una mujer.
Nos encontramos ante una película que en su mayoría está
plagada de silencios, lo que hace que no tenga ritmo. A pesar de ello los tres
actores entregan performances sólidas: Julio Chávez casi sin emitir palabra sabe
transmitir el momento difícil que está atravesando, para él su vida ya no tiene
sentido y cuanto más alejado esté de la sociedad mejor; la aparición de Carla
en su barco lo descoloca y saca a relucir su lado más autoritario, aunque luego
este aspecto va cambiando hasta llegar a preocuparse por el destino de la chica;
en cada escena somos testigos de cómo le cuesta moverse, amarrar las velas,
agacharse o hacer fuerza; Pilar Gamboa brinda una oleada de misterio, no
sabemos qué es realmente lo que le sucedió, si ella es inocente o mató a
alguien; que por nada del mundo quiera recurrir a la policía nos hace sospechar
pero a la vez encarna a una mujer gentil, que se preocupa por el estado de
salud de Fernando y en distinta manera también está pasando por una situación
complicada. Por último el villano de la historia, encarnado por César Troncoso,
se lleva todos los aplausos. Su personaje desde que aparece logra ser insoportable,
pesado y charlatán. No acepta un “no” como respuesta, se cree el dueño del
lugar pesquero y si en su casa no se hace lo que él dice está claro que las
cosas van a terminar mal. Troncoso pone incómodos no sólo a Carla y Fernando,
sino también al espectador: se nota que sus objetivos son otros y que no para
de tirar comentarios que no llevan a nada sólo para que haya una conversación
(que en conclusión es un monólogo de superficialidades).
Casi todo el film se desarrolla dentro del velero y desde el
aspecto técnico esto está muy bien logrado. La fotografía a cargo de Guillermo
Nieto es bella pero en un punto se torna repetitiva ya que en la primera parte de la película hay
pocos hechos significativos y aburren siempre las mismas escenas. Desde la
aparición del guarda costas el suspenso va in crescendo y al estar tan bien
construido logra causar nerviosismo. Lo malo es que en su resolución todo se desinfla
y uno se esperaba otra cosa. Además constituye un desacierto que al problema de
Carla no se le dé más detalles en su explicación.
En lo personal, al ser una película de 77 minutos me hubiese
gustado o que no sea tan lenta en su comienzo o que se tomen más minutos para
desarrollar lo importante. El final me dejó con sabor a poco y sentí que la
idea estaba buenísima pero acabó en algo muy simple.
Como conclusión, “El Pampero” es una buena película que cuenta una
historia chiquita con muy buenas interpretaciones actorales. El buen manejo de
la tensión la convierte en una opción a tener en cuenta dentro del cine
independiente.
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