“The Lobster” (Langosta) es una película dramática del 2015
dirigida, producida y escrita por el griego Yorgos Lanthimos. El cast incluye a
Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Michael Smiley, Léa Seydoux, John
C. Reilly, Ben Whishaw y Angeliki Papoulia. Fue nominada por Mejor Guión Original
en los Oscars y ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes. No llegó a
las salas argentinas.
El film presenta una distopía con una sociedad reglamentada
muy diferente a lo que es nuestra actualidad: no se puede pasar la vida solo,
sin pareja. El protagonista es David, un hombre al que su esposa lo acaba de
dejar por otro. Para conseguir a otra mujer es llevado a un hotel en el que se
le dan 45 días para encontrar a su alma gemela, que si o sí tiene que tener una
característica en común con él. Si pasa ese plazo y no lo logra, será
convertido en un animal (él puede elegir el tipo de animal que quiere ser) y
vivirá en el bosque. En el hotel todo está pautado: la hora del desayuno, el
momento de bailar, de ver presentaciones hechas por los encargados del lugar y
de ir a tirar dardos tranquilizadores a los “solitarios” que viven en el bosque
cercano. Cuantas más personas logren cazar, más días tienen para permanecer en
el hotel sin ser convertidos en animales. Los que habitan el bosque tienen una
forma de vida con reglas 100% contrarias a lo planteado: allí el individualismo
es pleno, se puede hablar con otra persona pero no flirtear, menos darse un
beso. Si alguno lo hace, los castigos vendrán.
Si hay algo en lo que se destaca esta cinta es en su
originalidad, la cual mantiene al espectador asombrado por cómo se rige ese
mundo y lo creíble que parece. El protagonista vive acompañado de un perro que
antes fue su hermano y la reunión que tiene con los directivos del
establecimiento para, en caso de fallar, decidir en qué convertirse se da de
una forma muy seria y formal. Se nota una gran diferencia dentro del hotel
entre los que están solos y los que ya encontraron pareja, tanto es así que
dependiendo de eso están en diferentes sectores. A la vez entablar conversación
con otra persona a David no le resulta sencillo, pero igual se hará amigo de un
hombre que cojea y otro que tartamudea.
La película tiene una fotografía lúgubre que transmite a la
perfección la soledad que vive David. Colin Farrell encarna a este personaje
que muchas veces no sabemos qué es lo que piensa, cuáles son sus deseos; él se
maneja guiándose por lo pautado y ya. Sin embargo se da un cambio entre la
primera hora del film y la segunda, que hace que a muchos les pueda gustar más
lo planteado en la primera parte. A pesar de ello el interés se mantiene
gracias a esta sociedad tan bien armada en la que queremos saber más y más.
Cuando se estrenó muchos medios la calificaron como una
comedia pero para mí está muy alejada de ser eso. Lo que sucede no da risa,
sino que impacta. Yorgos Lanthimos construyó un relato innovador con una
crítica social hacia el modo de relacionarse que tiene el ser humano. El final
lo deja a uno reflexionando y preguntándose qué somos capaces de hacer por
alguien a quien queremos de verdad.
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