“Viento Salvaje” (Wind River, 2017) es un thriller escrito y
dirigido por Taylor Sheridan, responsable de los guiones de “Sin nada que
perder” (Hell or High Water, 2016) y “Sicario” (2015). Los protagonistas son
Jeremy Renner y Elizabeth Olsen, esta vez alejados de sus roles en Avengers.
Completan el reparto Gil Birmingham, Graham Greene, Kelsey Asbille, Julia
Jones, Teo Briones, Tokala Black Elk, Martin Sensmeier y Jon Bernthal. Por esta
historia real Sheridan ganó el premio a mejor director en la sección Un Certain
Regard del Festival de Cannes. Llegó a las salas argentinas el 21 de septiembre
gracias a la distribuidora Distribution Company.
Cory Lambert, el cazador local de
la Reserva Indígena Wind River ubicada en Wyoming, Estados Unidos, un día
descubre en la nieve el cuerpo de Natalie, una joven del pueblo que él conocía.
El cadáver está alejado de cualquier tipo de civilización, con sangre y
descalzo. Con la ayuda de la agente del FBI Jane Banner, Cory buscará al
responsable del crimen en un pueblo olvidado por su propio país, en el que las
desapariciones de mujeres indígenas son moneda corriente y los registros no
existen.
Taylor Sheridan debuta como director con este policial en el que el lugar es tan protagonista como Cory y Jane. Gracias a la fotografía de Ben Richardson uno puede sentir lo gélido que es el invierno en esa Reserva en la que de la nada se puede formar una fuerte tormenta de nieve y a los minutos salir el Sol. Así el espectador se adentra en un pueblo que no conoce y esto lo hace a través de Jane, la agente del FBI que es mandada allí sin saber muy bien lo que le espera. En la primera escena de ella podemos ver cómo la asignaron al caso sin ni siquiera darle la ropa adecuada. Jane quiere ir caminando a ver al cadáver pero no sabe que sólo se puede llegar al lugar con una moto de nieve y, si va con la ropa que tiene, morirá congelada. Esto genera un excelente complemento entre los protagonistas: El cazador (Jeremy Renner) conoce cómo se manejan en esa sociedad, sabe interpretar las huellas en la nieve y dónde buscar respuestas; por otro lado la agente (Elizabeth Olsen) no es ninguna inexperta en su trabajo y su predisposición por encontrar al culpable es notable durante todo el film.
La cinta tarda en arrancar, con unos primeros minutos en los
que no pasa demasiado y vemos una mínima interacción del cazador con su ex
mujer. Sin embargo desde el hallazgo del cuerpo de Natalie el interés y la
tensión van en aumento. Los sospechosos son varios, uno no sabe en quién confiar
y, cuando el silencio se apodera de la escena, los tiros, junto al accionar de
algunos nativos, sorprenden y sobresaltan.
Es para destacar el personaje que construye Jeremy Renner.
Su postura ante el crimen de Natalie tiene un trasfondo dramático que lo toca
muy de cerca. A él años atrás le arrebataron a su hija adolescente, mejor amiga
de Natalie, y nunca obtuvo respuestas de lo que sucedió. Vamos vislumbrando que
está roto por dentro a través de sus expresiones, miradas y seriedad que
transmite.
El final resulta satisfactorio como también triste ya que uno
recuerda que lo que sucede en la Reserva Indígena de Wyoming no es ficción. El
Estado decidió olvidarse de esas tierras mucho más extensas que Rhode Island y
que sólo cuentan con seis patrulleros de policía.
“Wind River” se atreve a tocar temas como el tráfico de drogas, la violencia y la violación en una comunidad que vive sin leyes. Las injusticias se muestran explícitamente, dan asco y bronca. Un film necesario que sirve para dar a conocer la extrema desprotección que sufren día tras día los nativos americanos y que va a quedar en tu mente luego de su visionado.
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