“¡madre!” (mother!, escrito en
minúscula a propósito) es un thriller psicológico dirigido y escrito por Darren
Aronofsky, reconocido por El Cisne Negro (Black Swan, 2010) y Noé (Noah, 2014).
El reparto incluye a Jennifer Lawrence (El Lado Luminoso de la Vida, Los Juegos
del Hambre, Pasajeros), Javier Bardem (Piratas del Caribe: la venganza de
Salazar), Ed Harris, Michelle Pfeiffer, Domhnall Gleeson (Cuestión de Tiempo),
Brian Gleeson (hermano tanto en la ficción como en la vida real de Domhnall),
Jovan Adepo y Kristen Wiig. Fue presentado en el Festival Internacional de Cine
de Venecia el 5 de septiembre, donde además compitió por el León de Oro (premio
más importante del festival). Llega a las salas argentinas el 28 de septiembre
gracias a la distribuidora UIP.
La historia se centra en madre
(Jennifer Lawrence) y Él (Javier Bardem). La pareja vive en una casa circular
alejada de cualquier tipo de civilización, rodeada por un vasto campo. Un
incendio ocurrió cuando Él era joven y madre se ocupa de reconstruir el hogar
que tanto aman. Mientras, Él es un escritor que está pasando por una etapa de
bloqueo que no le permite pasar sus ideas al papel. Cuando llega una persona
inesperada a la casa, madre se sorprende por el cálido recibimiento que le da
su esposo. Las cosas cada vez se irán poniendo más oscuras cuando más gente
llegue al hogar.
Desde su estreno en Estados
Unidos se armó una grieta con “mother!”: algunos la amaron, a otros les pareció
malísima. Es difícil explicar lo que uno siente al verla por primera vez. El
ambiente que creó Aronofsky nos mantiene alertas desde el primer minuto,
sabiendo que no todo anda bien dentro de esa casa, que en algún momento algo va
a explotar pero sin dilucidar qué es lo que puede llegar a pasar.
El espectador es testigo de los
hechos desde la perspectiva de mother y de nadie más, lo que nos hace empatizar
con Jennifer Lawrence a un nivel altísimo. Lo que le va pasando a ella genera
todo tipo de emociones: angustia, impotencia, bronca, ganas de entrar en la
pantalla y querer ayudarla, etc. Su rol no se parece en nada a los trabajos
anteriores de la actriz en los que encarnaba a mujeres fuertes con carácter,
sin embargo su vulnerabilidad nos llega al corazón. Cuando entra en juego Michelle
Pfeiffer resulta un deleite ver las fricciones que hay entre estas dos mujeres
por tener personalidades tan opuestas. Por otro lado, Javier Bardem consigue
darle a su personaje un aire de misterio que nos mantiene tensos durante las
dos horas.
Si hay algo para elogiar de esta
película es su originalidad. Su visionado constituye una experiencia única que
no se vive todos los días. Durante su primer tramo los hechos que se van dando
resultan extraños, en la mitad hay un momento de paz y armonía en el que
pensamos que ya nada puede salir mal pero… cuando comienza el tercer acto las
situaciones llegan a un punto inimaginable en el que no podemos asimilar
completamente lo que estamos viendo. Y la acción no cesa hasta el final por lo
que puede considerarse un viaje en montaña rusa muy pero muy largo que casi nos
deja sin aliento.
Hay que aclarar que no es un film
para cualquier persona ya que lo que sucede en él puede impresionar, perturbar
o no ser entendido del todo. La cinta está tan llena de simbolismos y metáforas
que es casi imposible captar cada uno de ellos la primera vez que se la ve.
Para no estar tan perdido antes de que comience lo único que hay que tener en
cuenta es el rol que juegan los protagonistas: Jennifer Lawrence representa a
la madre naturaleza y Javier Bardem a Dios, el Creador.
La belleza de “mother!” radica en
los temas que toca, que sin duda te dejarán reflexionando luego de verla y con
ganas de debatirla con todos los que la hayan visto porque cada uno puede
asociarla de una forma distinta. Podrás odiarla o amarla, lo que no se puede
negar es que va a quedar en tu memoria para siempre.
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