“Isla de Perros” (Isle of Dogs, 2018) es una comedia de aventuras, animada con la
técnica stop motion, dirigida, escrita y producida por Wes Anderson. Las voces
originales están puestas por actores estadounidenses tales como Bryan Cranston,
Liev Schreiber, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray, Jeff Goldblum, Greta
Gerwig, Tilda Swinton y Scarlett Johansson. Además cuenta con las voces
japonesas de Koyu Rankin, Kunichi Nomura, Akira Takayama y Akira Ito. La
película abrió el Festival de Cine de Berlín, donde Wes Anderson ganó el Oso de
Plata a la Mejor Dirección.
Ambientada en un futuro cercano de Japón, la cinta se centra
en Atari (Koyu Rankin), un niño de 12 años que tuvo un pasado trágico y ahora
vive con su tío Kobayashi (Kunichi Nomur), alcalde de la ciudad de Megasaki.
Debido a un virus que se esparce entre los perros, Kobayashi decreta que los
canes deben ser exiliados a la Isla Basura. El primer animal que es mandado
allí es Spots (Liev Schreiber), mascota de Atari. Al ser arrebatado su mejor amigo,
el chico robará una avioneta y aterrizará dificultosamente en la isla con el
objetivo de encontrarlo. Para eso contará con la ayuda de Chief (Bryan
Cranston), Rex (Edward Norton), King (Bob Balaban), Duke (Jeff Goldblum) y Boss
(Bill Murray), un grupo de perros alfa que se la rebusca como puede para
sobrevivir.
Siempre que aparece una producción animada que no fue hecha
por computadora es para celebrar. Y más si es en stop motion, donde el
movimiento del objeto estático se construye manipulándolo entre tomas, trabajo
que requiere de una máxima atención por los detalles. Wes Anderson ya había
realizado con esta técnica “Fantastic Mr. Fox” (2009), y como era de esperarse,
con “Isla de Perros” vuelve a lucirse.
Por empezar, cada imagen resulta una maravilla visual que da
ganas de pausar para poder apreciar todos los objetos colocados a la
perfección, sin dejar nada librado al azar. Imposible no pensar en la cantidad
de tiempo que debe haber llevado construir cada escenario como personaje, con
pequeñas particularidades que hacen a cada elemento único. En especial la
locación de la isla, en donde la soledad se palpita en el aire mientras alguna
que otra hoja de periódico vuela entre montañas de residuos. O el aspecto de
los animales, algunos esqueléticos como otros en los que el pelaje llega a
parecer súper real, tanto es así que hasta se pueden observar las pequeñas
pulgas.
Además de la cuidada composición en cada escena, lo que nos
hace empatizar con los perros (como si fuera difícil hacerlo) son sus ojos, que
producen las más acuosas lágrimas o que con una mirada fija ya nos hacen captar
cuál es su cometido. La forma en la que se mueven también los hace
diferenciarse entre sí. Sin dudas el animal con mejor desarrollo es Chief, un
can callejero que se muestra fuerte y valiente ya que en el fondo tiene motivos
para preferir la vida sin dueño.
La cinta está dividida por capítulos con títulos, así como
los flashbacks son notoriamente aclarados lo que puede sacarnos un poco de la
trama que veníamos apreciando. La música, compuesta por el galardonado
Alexandre Desplat, es toda una exquisitez, llena de profundidad y concordancia
con la aventura de Atari.
Desde el guión, “Isla de Perros” tiene variadas situaciones
que, por cómo están planteadas, provocarán muchísima risa y ternura. No
obstante lo más satisfactorio resulta la temática, ya que no sólo es la
historia de un chico buscando a su perro sino que Anderson mete a la política
de por medio, dejando un claro mensaje de cómo a veces los líderes ocultan información
a su pueblo y son los ciudadanos los que deben hacerse escuchar.
A pesar de que su trama sea sencilla, para ver “Isla de
Perros”, sabiendo que es de Wes Anderson, hay que ir completamente despabilado
para no perderse nada, por lo que no es recomendable llevar a chicos muy
chiquitos. Si sos amante de los animales, definitivamente la vas a disfrutar.
Puntaje: 8
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