“Sicario 2: Día del Soldado”
(Sicario: Day of the Soldado, 2018) es una película de crimen que funciona como
secuela de la cinta de 2015 “Sicario”, protagonizada por Emily Blunt. Esta vez
Denis Villeneuve no está más a cargo de la dirección, dándole paso a Stefano
Sollima; el guión sigue siendo de Taylor Sheridan (Hell or High Water, Wind
River). En el reparto vuelven a estar Benicio del Toro, Josh Brolin y Jeffrey
Donovan; también se suman nuevos personajes interpretados por Isabela Moner,
Catherine Keener (Percy Jackson, Huye), Elijah Rodriguez, entre otros.
Al darse cuenta que los carteles
de droga mexicanos infiltran a terroristas por la frontera, la CIA manda a Matt
Graver (Josh Brolin) a resolver el problema. Éste les avisa que para una
posible solución tendrá que ensuciarse las manos, por lo que se contacta con el
sicario Alejandro Gallick (Benicio Del Toro) para que se una a la misión. El
objetivo consistirá en iniciar una guerra entre los carteles, y para
conseguirlo secuestrarán a la adolescente Isabel Reyes (Isabela Moner), hija de
un reconocido narcotraficante. Pero debido a algunas complicaciones, las cosas
no saldrán exactamente como fueron planeadas.
Todos estábamos de acuerdo en que
“Sicario” de 2015 no necesitaba de una secuela, incluso no lucía esperanzador
que Emily Blunt no esté más en el reparto. Sin embargo, tanto Taylor Sheridan
como Sollima lograron darle a esta nueva historia una vuelta de tuerca
interesante, manteniendo a rajatabla la atmósfera de su predecesora. Porque
aunque sigan estando los carteles, el problema ya no tiene tanto que ver con la
droga sino con cómo estos se dedican a pasar inmigrantes religiosos de México a
EE.UU.
Ya desde el comienzo seremos
testigos de una secuencia tan bien armada como impactante, donde en un
supermercado ingresan tres personas vestidas de negro que no llaman la
atención. La detonación de las bombas en seguidilla, con los demás tratando de
salvar sus vidas, produce un terror que logra traspasar la pantalla y de alguna
manera nos indica la brutalidad que se viene.
La mayoría de cosas que
estuvieron geniales en la primera parte vuelven a estar presentes aquí por más
que las personas a cargo hayan cambiado. Por ejemplo, debido a la muerte de
Jóhann Jóhannsson, la música ahora fue compuesta por la chelista islandesa Hildur
Guðnadóttir. Ella logró unas melodías inquietantes que mantienen la tensión
durante toda la trama, haciéndonos sentir que algo malo puede ocurrir en
cualquier momento. En cuanto a la fotografía, en 2015 Roger Deakins nos había
dado excelentes tomas aéreas de paisajes tan áridos como desolados, aspecto que
Dariusz Wolski mantiene a la perfección. Además, se continúa jugando con la
oscuridad de la noche y lo distinto que se ve todo de día.
Las actuaciones siguen siendo muy
buenas, en especial la de Benicio Del Toro e Isabela Moner, joven que debe
ponerse en la piel de una muchacha que le tocará sufrir sólo por ser “hija de”.
Por parte del personaje de Del Toro, conoceremos un poquito más sobre su familia
y enemigos, a la vez que no sólo lo veremos siendo un hombre ultra rudo.
Lo único que le juega en contra a
“Sicario 2: Día del Soldado”, aparte de que no se comprende por qué se llama
así si nunca hacen referencia a ese día, es su tramo final. El filme se vuelve
inverosímil en varios sucesos, así como termina de una forma demasiado
hollywoodense para que exista una tercera entrega. Por lo demás, la película se
consolida como una digna secuela que otra vez logra atrapar al espectador
gracias a los métodos no convencionales de la policía estadounidense.
Puntaje: 8
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