Aladdín (Aladdin, 2019) es una película cómica, musical y de
aventuras dirigida y co-escrita por Guy Ritchie (Sherlock Holmes, El Rey
Arturo). El filme funciona como una remake live action del clásico homónimo de
Disney estrenado en 1992, el cual estaba basado en el cuento árabe Aladino de la colección Las Mil y Una Noches. Protagonizada por
el canadiense Mena Massoud, el reparto se completa con Will Smith, Naomi Scott
(Power Rangers), Marwan Kenzari, Nasim Pedrad, Navid Negahban, Numan Acar,
entre otros.
En la ciudad de Agrabah, Aladdín
(Mena Massoud) se las ingenia para robar alimentos del mercado junto a su
compañero mono Abú. Debido a un altercado entre el dueño de un negocio y una
mujer encapuchada que agarró pan para dárselo a dos niños pobres, Aladdín no
pierde tiempo y decide ayudar a la joven para que escape del problema. Lo que
Aladdín no sabe es que esa chica es la princesa Jasmín (Naomi Scott), la cual
decidió escaparse ya que dentro del palacio se encuentra aprisionada con la
numerosa presentación de pretendientes príncipes. Una vez que Aladdín descubre
la verdadera identidad de la señorita, él se da cuenta que nunca podría estar
con ella debido a su condición social. De esta manera, el chico callejero será
manipulado por Jafar (Marwan Kenzari), consejero del padre de Jasmín, para
ingresar a la Cueva de las Maravillas y obtener una lámpara mágica que lo
ayudará a ganarse el amor de la princesa. No obstante, las intenciones de Jafar
no son lo que aparentan y la traición está a la vuelta de la esquina.
Hay películas de Disney que no
deberían ser convertidas en live action porque simplemente con la versión
original ya estábamos satisfechos. Aladdín
no necesitaba ser adaptada otra vez, en especial porque la historia tiene elementos
que solo funcionan en el ámbito de la animación. Como ya se podía prever por
los tráilers y clips que salieron antes del estreno, en esta versión la magia
brilla por su ausencia.
Con escenarios que lucen
completamente falsos, números musicales ultra forzados y un vestuario que no
convence, los protagonistas no tienen ni un ápice de química entre sí. El guión
pretende ser cómico pero en ningún momento lo consigue, en especial porque más
que creernos esta versión del Genio, lo que no podemos evitar es pensar que
Will Smith está haciendo de sí mismo. Por otro lado, el factor slow motion
característico de Guy Richie aquí da vergüenza ajena y el guión está muy mal
estructurado, principalmente con respecto al personaje de Jafar.
Aunque el mayor cambio con
respecto a la versión original consiste en que en esta producción se agrega un
personaje nuevo llamado Dalia (Nasim Pedrad), confidente de la princesa, lo
demás no logra atrapar al espectador en ningún momento y el filme termina
siendo visto por inercia. Al no dar buenas actuaciones y no tener un guión acorde,
los personajes no podrían importarnos menos. La ingenuidad y ternura del padre
de Jasmín directamente acá no están presentes y el mensaje sobre la importancia
de la libertad no está bien transmitido.
Aladdín se posiciona fácilmente como el peor live action que hizo
Disney hasta la fecha. Sin hacerle justicia a la versión original y con efectos
que dejan mucho que desear, la adaptación de Guy Ritchie está destinada al
olvido.
Puntaje: 3,50
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