Tolkien (2019) es una biopic dramática dirigida por Dome Karukoski
y co-escrita por David Gleeson y Stephen Beresford. Protagonizada por Nicholas
Hoult (Mi Novio Es Un Zombie, Jack El Cazagigantes), el reparto se completa con
Lily Collins (Cazadores de Sombras, Stuck In Love), Anthony Boyle, Patrick
Gibson (The OA, Mentes Poderosas), Tom Glynn-Carney (Dunkerque), Derek Jacobi,
Laura Donnelly (Jenny Fraser en Outlander), Pam Ferris (tía Marge en Harry
Potter y el Prisionero de Azkabán), Craig Roberts, entre otros.
Basada en la infancia,
adolescencia y posterior madurez del inglés John Ronald Reuel Tolkien (Nicholas
Hoult), uno de los escritores más queridos y aclamados que llegó a ser
considerado el padre de la literatura fantástica moderna, el filme ahondará en
su paso por la casa de la señora Faulkner (Pam Ferris) a partir de quedar
huérfano junto con su hermano. Allí conocerá a Edith Bratt (Lily Collins),
joven pianista también huérfana. Los dos pasarán de ser grandes amigos a
desarrollar una historia de amor, siendo Edith una de las grandes inspiraciones
de los libros de Tolkien. Además, la película nos mostrará la consistente
amistad del escritor con el pintor Robert Gilson (Patrick Gibson), el poeta
Geoffrey Bache Smith (Anthony Boyle) y el músico Christopher Wiseman (Tom
Glynn-Carney), aparte de exponer cómo el haber participado en la Batalla del
Somme durante la Primera Guerra Mundial expandió la imaginación de Ronald en el
plano de la fantasía.
Casi todos conocemos los libros y
películas de El Hobbit o El Señor de los Anillos, pero muy pocos
sabemos qué fue de la mente maestra que estuvo detrás, por lo que ya de por sí
la vida de Tolkien, que tuvo varios momentos difíciles, resulta más que
atrapante. Con esta cinta, Dome Karukoski fue capaz de armar una bellísima
carta de amor al que fue creador de más de una lengua élfica ficticia así como
también de un sistema de escritura que incluso puede ser utilizado en el ámbito
realista. La esencia de Tolkien está presente durante todo el filme, y esto se
da gracias tanto a la labor de Nicholas Hoult como a un guión genuino que
emociona a la vez que hace sonreír.
Lily Collins no se queda atrás y,
como nos tiene acostumbrados, otra vez da una gran interpretación. La química
con Hoult traspasa la pantalla y cada escena que comparten resulta una delicia
llena de magia y amor. Edith es la encargada de recordarle a Ronald que las
palabras son importantes por su significado y el sentimiento que nos producen,
ella sueña con ser libre y desde los ojos de la actriz el espectador puede
sentir todas las ganas que la joven tiene de salir al exterior y vivir. Por
otro lado, la importancia de la amistad está presente durante toda la película.
Aquí no hablamos de una amistad cualquiera sino de una hermandad, representada
en el grupo T. C. B. S. (Tea Club Barrovian Society). Cada uno de los cuatro
adolescentes que se conocieron en la escuela de Birmingham se especializaba en
una rama artística diferente y, aunque tenían sus diversas peleas, ellos se
entendían, respetaban y apoyaban el uno al otro.
Por otro lado, las escenas de
guerra están súper bien retratadas ya que no solo se quedan en la destrucción,
el frío y la pérdida, sino que también nos muestran desde los ojos de Tolkien
qué es lo que él vislumbró en Somme. Además seremos testigos del paso de Ronald
por Oxford: su insistencia hacia el profesor Wright (Derek Jacobi) para
convertirse en estudiante de filología nos otorga charlas muy interesantes
donde se puede ver la magnífica inteligencia que tenía John en sus primeros
años de vida así como sus verdaderas ganas de aprender.
Con un desenlace completamente
emocionante, Tolkien llega al
corazón del espectador y se convierte en una de las mejores películas
biográficas del año gracias a la forma en la que toca tópicos universales tales
como el amor, la amistad y la pérdida. Un precioso homenaje para no dejar pasar
en la pantalla grande.
Puntaje: 9
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