“Crímenes imposibles” (2019) es un thriller policial nacional
dirigido por Hernán Findling y escrito por Nora Leticia Sarti. Protagonizado
por Federico Bal, el reparto se completa con Sofía Del Tuffo (Luciferina),
Daniel Alvaredo, Gustavo Pardi, Carla Quevedo, Marcelo Sein,
entre otros. El filme se presentó en el Festival de Cannes dentro de la gala
del Blood Window; también se proyectó en el Buenos Aires Rojo Sangre, el
Frightfest de Londres y el BIFFF (Festival Internacional de Cine Fantástico de
Bruselas).
La historia gira en torno a
Lorenzo Brandoni (Federico Bal), un investigador de homicidios que cuenta con
un trágico pasado familiar. Determinado y serio, Lorenzo debe resolver un par
de muertes que no parecen tener una resolución lógica. Cuando la monja Caterina
(Sofía Del Tuffo) se comunica con él para confesar que ella es la culpable de
estos asesinatos, lo que primero cree Brandoni es que la joven está loca. Sin
embargo, los datos que otorga coinciden con los análisis que se hicieron de los
diversos cadáveres. Así es como Lorenzo, por más que desde hace un tiempo no
cree ni en Dios ni en el demonio, deberá enfocarse en cuidar que Caterina no
vuelva a cometer otro acto atroz estando poseída al dormir.
Gente que muere de manera
inexplicable, exorcismos, un neuropsiquiátrico extraño, un sacerdote y una
muchacha que luce inocente pero tiene al mal en su interior… los clichés están
a la vista desde el vamos. No obstante, la película funciona en su mayor parte
gracias al misterio que se le transmite al espectador sobre las víctimas, las
cuales tienen dos aspectos en común: todas ellas fueron bautizadas de grandes y
comparten un pasado lleno de sufrimiento. Por otro lado, que la monja afirme
ser la artífice de los crímenes y que después también tenga el poder de
convencer a una persona para que se mate (sin estar ella presente en la
habitación) genera que la historia no pierda el ritmo ni el interés.
Las locaciones elegidas, los
efectos y la dirección no son el problema de esta producción que en muchas
ocasiones parece querer copiarse de otras películas norteamericanas del género.
El error aquí pasa por el guión, que presenta agujeros por todos lados. De un
thriller policial se pasa a alguna que otra escena de terror muy bien
ambientada para luego desencadenar en un drama aleccionador sobre el poder de
la fe. Así es como el giro narrativo que se da en los últimos minutos del filme
termina arruinando todo lo construido anteriormente, dejando bronca y decepción
porque el misterio al final se resuelve de una forma cero convincente.
En cuanto a la labor de los
actores, Federico Bal hace lo que puede con las precarias líneas de diálogo que
le tocaron. Lo mismo sucede con Sofía Del Tuffo, que en “Luciferina” (2018)
salía mucho mejor parada. Carla Quevedo tiene una participación tan corta como
en “El secreto de sus ojos” (2009), por lo que ni siquiera se puede armar una
opinión. Marcelo Sein sí funciona al dar vida a Julio, compañero de trabajo de
Lorenzo que por lo menos consigue sacar un par de risas.
Con una música súper fuerte que
llega a aturdir y no encajar, “Crímenes
imposibles” termina echando a la basura, por culpa de su patético
desenlace, la poca originalidad con la que contaba. Una lástima porque en un
principio, a pesar de sus clichés, la historia resultaba atrapante.
Puntaje: 5
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