“Lejos de Pekín” (2019) es una
película dramática nacional dirigida y escrita por Maximiliano González.
Protagonizada por Elena Roger y Javier Drolas, el reparto se completa con
Cecilia Rossetto, José María Marcos, entre otros. La cinta constituye el cierre
de una trilogía que inició con las películas “La soledad” (2007) y “La guayaba”
(2012), en donde el hilo conductor gira alrededor de la problemática social de
la mujer en la región del Litoral argentino.
La arquitecta María (Elena Roger)
y Daniel (Javier Drolas), el cual se dedica a importar productos desde China,
llevan ya ocho años de casados. Sin haber podido concretar su deseo de ser
padres, la pareja realiza los trámites legales y, después de varios viajes al
norte argentino, les llega la oportunidad de adoptar. Sin embargo, una vez que
llegan a Misiones y se encuentran con la asistente social para dar comienzo al
período de vinculación, algo inesperado sucede. María y Daniel atravesarán una
noche extensa, llena de miedos, incertidumbre, soledad y esperanza.
Luego de que “La soledad” tratara
sobre las madres niñas y “La guayaba” sobre la prostitución, Maximiliano
González decide dar por finalizada esta trilogía con la temática de la adopción
legal. Sin tener continuidad con respecto a las tramas de las películas pasadas
pero sí mostrando una conexión a la hora de reflejar diversas dificultades que
atraviesa la mujer, el director prefiere dejar muchas preguntas sin respuesta
en el espectador.
Esto genera que, a la hora de ver
“Lejos de Pekín”, haya que tener mucha paciencia. Con muy pocos diálogos y
carente de ritmo, la película se vuelve soporífera en más de una ocasión. Sin
poder empatizar con ninguno de los personajes, ya que no tenemos la suficiente
información que nos permita conocerlos, los 82 minutos de duración se vuelven
pesados e interminables, en especial porque la cinta peca de pretenciosa.
Con una lluvia incesante que
funciona como metáfora, el director se toma su tiempo para narrar esta historia
que en muchas oportunidades divaga entre cuentos y anécdotas. A pesar de contar
con una escena poderosa donde la pareja da el primer vistazo a la niña que ha
sido puesta en adopción ya que su madre no puede mantenerla, no se logra
ahondar mucho más allá. Los escenarios embarrados encajan muy bien con esta
trama que termina volviéndose demasiado poética y filosófica para el espectador
común.
Los protagonistas hacen lo que
pueden con un guión flojo que no les permite lucirse, generando que en cierto
punto el interés se pierda por completo. “Lejos de Pekín”, título que se llega
a sentir sumamente desencajado, podría haber narrado una historia tan emocional
como atrapante, pero echó por la borda su conflicto principal para centrarse en
simbolismos y metáforas que complican y terminan dejando en el olvido a una
película completamente confusa.
Puntaje: 4
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