“Gretel y Hansel: un siniestro
cuento de hadas” (Gretel & Hansel, 2020) es una película de horror y
fantasía dirigida por Oz Perkins, que también se ocupó del guión junto a Rob
Hayes. Filmada en Dublín, Irlanda, la cinta funciona como una adaptación del
cuento alemán recogido por los hermanos Grimm. Protagonizada por Sophia Lillis
(Beverly Marsh en It), el reparto se completa con Samuel Leakey, Alice Krige,
Charles Babalola, Jessica De Gouw, entre otros.
Hace mucho tiempo atrás en el
campo, la joven Gretel (Sophia Lillis) intenta conseguir trabajo como criada
pero se da cuenta que el empleador tiene otras intenciones, por lo que decide
no aceptar y huir de allí. Cuando su madre se entera del rechazo a esa oferta
laboral, ésta se enfurece tanto que decide echarla de la casa, diciéndole que
también se lleve a Hansel (Samuel Leakey), su hermano de ocho años. Solos
contra el mundo, Gretel y Hansel se adentrarán en un oscuro bosque con el fin
de hallar comida y un lugar donde poder dormir.
Todos conocemos el cuento de
hadas de Hansel y Gretel, ya sea porque nos lo leyeron cuando éramos chicos o
porque vimos algunas de las tantas adaptaciones cinematográficas. No obstante,
con esta producción el director le da una vuelta de tuerca a la historia
agregando detalles de los que no estábamos enterados y centrándose
principalmente en crear una atmósfera ultra sombría, ideal para ser disfrutada
por el espectador adulto.
Teniendo en cuenta a “La enviada
del mal” (The blackcoat’s daughter, 2015) y a “Soy la cosa bella que vive en
esta casa” (I am the pretty thing that lives in the house, 2016), las dos obras
anteriores del cineasta, “Gretel y Hansel” sigue ese mismo camino. A Oz Perkins
no le interesa generar sustos fáciles o sobresaltar por el simple hecho de
entretener, él prefiere manejar su propio ritmo para que tanto el bosque como
la casa de la bruja sean dos protagonistas más. Si no se conoce el trabajo
previo de Perkins, es posible que a algunos la cinta les pueda llegar a parecer
aburrida y lenta por su sosegado guión.
Aunque el momento del clímax no
logra otorgar todo el potencial que se venía construyendo, Perkins consigue
darnos escenas muy perturbadoras desde la perspectiva de Gretel, una
adolescente que de la noche a la mañana debe arreglárselas sola para que su
hermano pequeño no pase hambre. Sophia Lillis vuelve a salir airosa en una
cinta de este género gracias a su expresividad: sin decir mucho, sus gestos
faciales nos hacen conectar con ella de inmediato. Su personaje es inteligente,
precavido, trabajador y protector. A su vez, Gretel deja buenos mensajes sobre
el cuidado que hay que tener con los desconocidos (muchas veces su amabilidad
es para obtener algo a cambio) y lo mal que está acostumbrarse a vivir en la
abundancia.
Por otro lado, la bruja Holda,
interpretada por Alice Krige en su versión anciana y por Jessica De Gouw de
joven, aquí cuenta con un mayor trasfondo. Con un uso adecuado de sus
vestiduras y un buen maquillaje, la poderosa villana tiene otras formas de engatusar
a los chicos (la situación incómoda alrededor del horno ya no está presente).
Mucho más tenebrosa que las
versiones anteriores, “Gretel y Hansel: un siniestro cuento de hadas” se
destaca por la capacidad del director al lograr una ambientación oscurísima que
incluye pesadillas bastante realistas y escenas que inquietan así como asquean.
Aunque a veces el dinamismo se pierda o el desenlace no tenga la potencia
requerida, esta nueva adaptación vale la pena para los que buscan adentrarse en
una historia de horror que fue tomada en serio.
Puntaje: 7
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