“Judy” (2019) es una película
biográfica dirigida por Rupert Goold y escrita por Tom Edge, basándose en la
obra de teatro “End of the rainbow” de Peter Quilter, que fue presentada en el
West End y en Broadway. Protagonizada por Renée Zellweger (El diario de Bridget
Jones), el reparto se completa con Finn Wittrock, Jessie Buckley (Chernobyl),
Darci Shaw, Rufus Sewell (El ilusionista), Richard Cordery, Bella Ramsey
(Lyanna Mormont en Juego de Tronos), Lewin Lloyd, Gemma-Leah Devereux, entre
otros. Debido a su labor protagónica, Zellweger se alzó con el Globo de Oro a
Mejor Actriz de Drama. También ganó el Critics’ Choice Movie Award y el Screen
Actors Guild Award, aparte de estar nominada al BAFTA y el Óscar.
Corre el año 1969 en Estados
Unidos. La actriz y cantante Judy Garland (Renée Zellweger), junto a sus
pequeños hijos Lorna (Bella Ramsey) y Joey (Lewin Lloyd), es rechazada del
hotel en el que pensaba pasar la noche luego de una presentación musical. Sin
otro lugar al que ir, a Judy no le queda otra que volver a la casa de Sid Luft
(Rufus Sewell), ex marido y padre de los chicos. En una reunión con su agente,
éste le comunica que la única opción viable para ganar dinero es viajar a
Londres y cantar durante cinco semanas en el club nocturno Talk of the Town, ya
que en Norteamérica no es más bien recibida. Costándole mucho dejar a sus hijos
atrás, Judy acepta. No obstante, su estadía en el Reino Unido se verá marcada
por la fatiga, el abuso de pastillas y alcohol, la incapacidad de poder
conciliar el sueño y, por sobre todo, una enorme depresión.
Desde que Judy Garland encarnó el
icónico personaje de Dorothy Gale en “El mago de Oz” (The wizard of Oz, 1939),
su carrera no paró de crecer gracias a su magnífica voz, que le permitió lanzar
siete álbumes de estudio y 14 bandas de sonido de sus películas. Sumado a sus
dotes como actriz, pareciera imposible creer que la vida de Frances Ethel Gumm
(su nombre real) no fue color de rosa. Sin embargo desde su juventud, en el
detrás de escenas, Judy atravesó un infierno. Dieciocho horas por día de
trabajo, restricciones severas en la alimentación, pastillas para controlar su
apetito y peso, presión por lucir perfecta para las cámaras y muchas otras
cosas más hicieron que la actriz poco a poco, sin tener contención de sus
padres, perdiera la libertad, siendo utilizada más como un producto que como
una persona.
Con esta biopic, que a veces se
sobrepasa en el dramatismo, podremos ser partícipes de los últimos años de vida
de Judy (murió a los 47 años). Generando empatía de inmediato, Renée Zellweger
es el alma indiscutible del filme. Aunque la actriz físicamente no tiene un
parecido con Garland, es en su acertada interpretación que vamos a encontrar el
espíritu de Judy. No solo actuando sino también entonando famosas canciones
tales como “Over the Rainbow” o “The Trolley Song” (esta última perteneciente
al soundtrack de la hermosa película musical “Meet me in St. Louis”), Zellweger
da todo de sí para salir airosa tanto en los momentos oscuros como en las
apariciones en público.
Con flashbacks en donde la joven
Darci Shaw se pone en la piel de Judy en la adolescencia, como espectador nos
quedan muchas ganas de que se haga otra producción centrada en los inicios y
posterior éxito de Garland. Aunque algunas escenas se noten que están
ficcionalizadas para generar emoción, de igual manera la película logra llegar
al corazón en sus mínimos detalles (la llamada telefónica con su hija o la
escena del pastel resultan desgarradoras). Por otro lado, como espectador nos
es muy fácil ponernos en el lugar de Judy y entender sus llegadas tardes e
insultos en un medio al que solo le importaba que otorgue un buen show.
Triste pero esperanzadora en su
desenlace, “Judy” sirve para conocer la sobreexplotación que puede llegar a
sufrir un artista tras bastidores. Con un vestuario a la altura y un correcto
estudio de personaje, Zellweger tiene muy merecido el reconocimiento que se le
está dando en las diversas premiaciones cinematográficas.
Puntaje: 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario