“Espías a escondidas” (Spies in
disguise, 2019) es una película animada de comedia y aventuras codirigida por
Nick Bruno y Troy Quane, siendo ésta la ópera prima de los dos. Levemente inspirada
en el cortometraje “Pigeon: impossible” (2009), la cinta está co-escrita por
Brad Copeland y Lloyd Taylor. Las voces originales son puestas por Will Smith,
Tom Holland, Ben Mendelsohn, Masi Oka, Rashida Jones, Karen Gillan, DJ Khaled,
Reba McEntire, Rachel Brosnahan, entre otros.
Desde muy pequeño, Walter Beckett
(Tom Holland) se sintió atraído por la ciencia. Mientras su madre se ocupaba de
velar por la seguridad de la población en su rol de policía, Walter pasaba las
horas en su hogar creando novedosos antídotos que cumplían con el objetivo sin
dañar al oponente. Años después, y debido a su gran inteligencia, con tan solo
15 años Beckett se encuentra trabajando para el MIT (Instituto de Tecnología de
Massachusetts). Sin embargo, sus compañeros prefieren alejarse de él por
considerarlo un extraño nerd. Cuando Lance Sterling (Will Smith), el espía más
creído y respetado del trabajo, toma sin consultar un antídoto diseñado por
Walter, éste se transforma en una paloma. Ante tal panorama, el adolescente
deberá ayudar al agente número uno para que pueda derrotar a “Mano robótica”
(Ben Mendelsohn), un villano con media cara de robot que se hace pasar por Lance y pretende
destruir el mundo con sus cientos de drones.
Del estudio de animación que nos
trajo la saga de “La era de hielo” (Ice age), “Río” (2011), la enternecedora
“Snoopy y Charlie Brown: Peanuts, la película” (The peanuts movie, 2015) y la
amigable “Olé, el viaje de Ferdinand” (Ferdinand, 2017), ahora nos llega otra
producción llena de chistes y acción para deslumbrar a los más pequeños de la
familia. Con un humor sencillo pero efectivo (aunque a veces la comedia se
vuelve muy redundante) y la utilización de canciones del momento como “Con
Calma” de Daddy Yankee, “Espías a escondidas” divierte en la medida justa
gracias a la dupla protagónica.
A pesar de que desde el comienzo
la película es previsible, generando que el último acto se sienta alargado, es
en los trabajos de voz que los adultos van a encontrar el mayor disfrute. Will
Smith calza a la perfección en el papel del mejor espía, así como a Tom Holland
pareciera que le sale naturalmente ponerse en el lugar de un joven sabelotodo.
Tomando elementos de producciones como “Misión imposible” (Mission: Impossible)
o las cintas de James Bond, los directores armaron un filme animado ideal para
introducir a los más chicos en el género de espionaje.
Sin un villano que cuente con un
buen desarrollo de su trasfondo y con variadas escenas prescindibles, “Espías a
escondidas” de igual manera logra dejar buenos mensajes en el espectador. Aparte
de transmitir que cada persona es distinta a su manera y eso es lo que nos hace
especiales, por lo que el “no encajar” no es motivo para entristecerse sino
para celebrarlo, la película desde el personaje de Walter nos incentiva a no
contestar de igual manera que el prójimo. Con sus antídotos, Walter nunca busca
lastimar al contrincante por más malo que sea. Así, la obra nos muestra que la
tan famosa “Ley del talión”, frase que hace referencia a la venganza dando una
pena idéntica, te convierte en un peor ser humano.
Tan amena como olvidable, “Espías
a escondidas” entretendrá en mayor medida a los más chicos gracias a su liviana
comedia física. Los más grandes no llegarán a sufrir esta producción pero en
varias oportunidades se darán cuenta que el filme carece de un contenido óptimo
para que la atención se mantenga por 102 minutos.
Puntaje: 6
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