“Asesinato en el Expreso de Oriente” (Murder on the Orient
Express, 2017) es una película de misterio basada en la novela homónima de
Agatha Christie, que ya tuvo su adaptación a la pantalla grande en 1974, a la
tv en 2001 y como un capítulo de la serie “Agatha Christie's Poirot” en 2010.
Esta vez está dirigida, producida y protagonizada por Kenneth Branagh, con
guión a cargo de Michael Green. El reparto incluye a Daisy Ridley, Michelle
Pfeiffer, Tom Bateman, Lucy Boynton (Raphina en Sing Street, Allison en la
serie Gypsy), Josh Gad, Penélope Cruz, Judi Dench, Willem Dafoe, Manuel
Garcia-Rulfo, Derek Jacobi, Leslie Odom Jr y Johnny Depp. Llega a los cines
argentinos el 9 de noviembre gracias a la distribuidora Fox.
El reconocido detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh)
aborda en el Expreso de Oriente, uno de los trenes más lujosos del mundo en
1930, para tomarse unas pequeñas vacaciones antes de llegar a destino. Lo que
menos se espera es que en el recorrido uno de los pasajeros será asesinado en
su habitación. Con el tren descarrilado debido a una avalancha de nieve, Poirot
será el único que podrá resolver el caso más difícil en lo que va de su
carrera.
Estamos ante un caso en donde la historia tan buena que se
tenía para contar quedó desaprovechada en su ejecución. Y esto se nota desde el
primer acto de la cinta: la presentación del afamado detective en el Muro de
los Lamentos de Jerusalén busca introducirnos en la personalidad de Poirot, su
inteligencia y atención a los detalles; lo que pasa es que el ritmo es muy
lento, el guión no nos lleva a nada y uno sólo quiere que llegue el momento en
que el hombre se suba al tren y comience el verdadero conflicto.
Una vez que Hercule se aloja en el Expreso, se da la
exposición de los demás pasajeros, una exposición que sólo otorga pocos
diálogos de las doce personas y no permite conocerlos en profundidad. Se
entiende que son varios los personajes y resulta complicado darle el tiempo
necesario a cada uno, pero la forma en que se decidió mostrarlos sólo hace que
cada actor quede desaprovechado, sin que lleguemos a conocer sus motivaciones.
Esto da lugar nada más ni nada menos que al encasillamiento que se ve en el
trailer, únicamente calificando a cada pasajero por lo que es (la institutriz,
la condesa, el mayordomo, el secretario, la princesa, etc).
La ambientación de época está muy bien lograda, desde el
aspecto de alta clase social del tren como el hermoso vestuario y maquillaje.
Sin embargo esto no alcanza para que uno logre interesarse por el asesinato.
Kenneth Branagh no llega a convencer en el rol del importante detective que llega
a la verdad del asunto en cualquier situación. La manera de resolver el caso
tiene tantos nombres de por medio que uno se pierde en quién es quién, para
concluir en un desenlace sencillo y satisfactorio que no necesitaba de tantas
vueltas.
En “Asesinato en el Expreso de Oriente” le dieron más
importancia a reunir a un cast glorioso, con grandes estrellas de Hollywood, en
vez de centrarse en la historia que tenían para plasmar. Aunque su tramo final resulte
entretenido, en su conjunto la película no atrapa al espectador como debería.
Me gusta tu blog y la reseña. La película a mi me atrapó en la 2da mitad. Y el CGI es de lo peor.
ResponderEliminarMe voy a suscribir al blog, salu2 está muy bueno.
Muchas gracias por leer y suscribirte!!! Y sí, la segunda mitad está mejor que la primera!
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