“Jane” es un documental dirigido y escrito por Brett Morgen,
el cual utilizó más de 100 horas de secuencias que se creían perdidas sobre la
primatóloga inglesa Jane Goodall en el Parque Nacional Gombe Stream de
Tanzania. Sumado a este material también se puede ver una entrevista a Jane en
la actualidad. Llegará a la Argentina en marzo de 2018.
La película constituye una experiencia tanto emocional como
sorprendente gracias a lo que se cuenta y a la magnífica música de Philip
Glass. La gran edición nos sumerge por completo en la vida interesantísima de
esta mujer que prácticamente desde que nació sabía a qué quería dedicar su
vida. Tan sólo con 23 años Goodall viajó a Kenia, trabajó con el antropólogo
Louis Leakey y en 1960 él decidió mandarla a Gombe para que estudie el
comportamiento de los chimpancés salvajes. En ese entonces ese tipo de labor de
campo no existía, por lo que gracias a su paciencia y determinación, Jane
descubrió conductas de los simios que los científicos no habían notado, como
por ejemplo el hecho de que estos animales construyen sus propias herramientas.
Las imágenes conservan la belleza inaudita de la selva
africana, con los diferentes colores de las distintas especies que ocupan ese
hábitat sumado a unos verdes súper llamativos. Además los sonidos de los
pájaros, monos o el silencio transmiten una paz difícil de conseguir en estos
días.
La relación de Jane con los chimpancés resulta admirable por
la pasión que tuvo hacia su oficio de investigadora. Pasaron meses y meses en
los que ella, por más que se la pasó observando, no vislumbró simios, sin
embargo volverse a Londres y rendirse nunca estuvo entre sus opciones. Los
peligros eran variados y todo el mundo le decía que su sueño era una locura,
todos salvo su madre. Vanne Goodall la impulsó a no tener miedo a ser ella
misma y cumplir su misión, hasta la acompañó a Gombe por su seguridad. Fue
difícil acercarse a los chimpancés pero Jane lo logró a tal punto que llegó a
darse cuenta de que ellos casi no tienen diferencias con respecto al ser humano.
Aparte de ver cómo se agrupan, el apareamiento y el rol
materno que tienen los monos, Jane descubrió que sus sentimientos son tan
genuinos como los nuestros y el grado de agresividad es muy alto. Pero no sólo
su travesía laboral nos hará conectar con ella, sino también su vida personal:
la llegada de Hugo van Lawick, fotógrafo del National Geographic Society, y el
comienzo de una relación fue algo que Jane nunca se había planteado. Es hermoso
ver a dos personas con metas fijas y un carácter fuerte por alcanzarlas. La
crianza de su hijo Grub, con las complicaciones que conlleva tener una rutina
diferente al resto de las personas, nos adentra en ese mundo sin una pizca de
artificialidad.
El modo de vivir tan particular de Jane Goodman, su
convicción de que no tiene por qué haber diferencia entre ayudar a un humano o
a un animal y la decisión de viajar cuanto más pueda para inspirar y generar
conciencia sobre lo primordial que es cuidar nuestro planeta la convierte en un
modelo a seguir necesario para la sociedad actual. “Jane” deja grandes
enseñanzas, conmueve y saca sonrisas. Un documental imperdible con una belleza
inigualable, tanto en contenido como en imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario