“Una Noche de Amor” es una comedia romántica argentina
dirigida por Hernán Guerschuny, que también coescribió el guión. Sebastián
Wainraich (el otro guionista) y Carla Peterson son sus protagonistas. Completan
el reparto Rafael Spregelburd, María Carámbula, Justina Bustos y Soledad
Silveyra. Llegó a las salas de nuestro país el 25 de febrero de 2016 gracias a
la distribuidora Buena Vista.
Paola, psicóloga, y Leonel, guionista, tienen dos hijos,
están casados hace 12 años y desde que ya no son sólo ellos dos no comparten
mucho tiempo juntos sin los chicos. Se quieren y respetan, pero la rutina les
está jugando en contra. Esto sale a la luz una noche en la que una pareja amiga
les cancela la salida a un restaurante porque justo se separaron debido al
desgaste en la relación. Paola y Leonel, que ya habían dejado a los niños en la
casa de la madre de Leo, deciden salir igual aunque ya ni recuerdan cuándo fue
la última vez que disfrutaron de tiempo solos. En esa noche discutirán, tendrán
distintas perspectivas de ver una misma situación, aparecerán los planteos y
los celos.
Hernán Guerschuny utiliza el estilo al que nos tiene
acostumbrados Woody Allen, centrándose en un momento en la vida de esta pareja,
para demostrar que la pasión se está esfumando poco a poco. La intimidad casi
es nula, cada uno ocupa el tiempo en su respectivo empleo y cuando llega a la
casa lo único que queda es hacerse cargo de los nenes. Las cosas cambiaron y
que sus amigos se hayan separado por la rutina les hace temer que eso pueda
llegarle a pasar a ellos también.
Lo que más sobresale en la película es el guión bien armado
y las situaciones que se van dando, muchas en las que uno se puede sentir
identificado como por ejemplo el miedo al qué pensarán los demás comensales por
querer irse de un restaurant sin haber ordenado nada simplemente porque el menú
no es de su agrado o tener que darle dinero a un trapito porque les “cuidó el
auto mientras estaba estacionado en la calle”. Son esos momentos cotidianos los
que sacan carcajadas, Paola quiere una copa de vino y su marido no, Leo siente
que siempre le tiene que dar la razón y así cada uno tiene sus mañas.
Carla Peterson se mueve con soltura, su personaje resulta
creíble y fresco. Sin embargo el rol del periodista/humorista Sebastián
Wainraich no está a su mismo nivel. Es muy aburrido y desapasionado, o cambió
totalmente desde que conoció a Paola o no se entiende cómo terminó con una
mujer de carácter fuerte, que para cualquier cosa tiene una opinión bien
marcada.
La cinta recuerda a cómo está armada la trilogía de Richard
Linklater (Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer), ya
que la cámara sólo se enfoca en los protagonistas, sus pensamientos y
conversaciones largas que en este caso muchas veces no llevan a ninguna parte.
Esto hace que algunas escenas, como el encuentro con otra pareja que tiene
distinta forma de vida, se tornen densas a pesar de la corta duración del film.
Los flashbacks que hay, aunque sean pocos, tampoco contribuyen.
Luego de todos los tópicos que tocan los protagonistas en
esa noche, el final se siente raro, en cierto punto realista para los
espectadores casados y con hijos. Para cualquier otro tipo de persona resulta
triste, pero no porque suceda algo emocional en particular. Lo dejo ahí para no hacer spoiler, véanla y comenten lo que
les pareció ese desenlace peculiar.
“Una Noche de Amor” es una comedia simple que a veces se
mete en temas profundos saliendo bien parada y en otras ocasiones, más en la
segunda parte del film, no consigue ir hacia ninguna parte. No hay duda que te
va a sacar más de una sonrisa.
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