“Hard Candy” es un thriller dirigido por David Slade, siendo
su primera película ya que antes se dedicó a los videos musicales. Está escrita por Brian Nelson y protagonizada por Ellen Page y Patrick Wilson. Fue
presentada en el Festival de Cine de Sundance de 2005 y en el Festival de Cine
de Florida en abril de 2006. Ellen Page ganó la categoría de Mejor Actriz de la
Asociación de Críticos de Cine de Austin en 2006. En Argentina se estrenó el 9
de noviembre de ese año.
Hayley es una chica de 14 años que conoce por Internet a
Jeff, un fotógrafo de 32 años. Después de chatear durante tres semanas, deciden
conocerse cara a cara en una cafetería. Hayley acepta ir a la casa de Jeff, lo
que no sabe él es que la niña tiene unas intenciones retorcidas para su futuro.
La primera parte del film logra ser muy atrapante porque de
la nada la situación cambia al 100%. Hayley es de lo más astuta y droga a Jeff
en su casa porque cree que es un pedófilo y asesino. Su plan es hacer justicia
por las atrocidades que supuestamente cometió este hombre. De la manera en la que
está planteado el conflicto, el espectador en gran parte de la trama se la pasa
dudando de quién es el que está en lo cierto: no podemos confiar plenamente en
Jeff, él invitó a una nena a su casa, se dedica a fotografiar a mujeres modelos
y su casa está llena de cuadros con estas imágenes. Por otro lado no se nos
muestra pruebas de que el hombre haya cometido un crimen y él clama ser
inocente.
Lo que empezó captando el interés poco a poco se va
desinflando, llegando a cansar. Esto se debe a que Ellen Page es perfecta a la
hora de componer a un personaje insoportable, sarcástico e inverosímil. ¿Cómo
una niña puede tomar el control frente a un adulto? ¿Cómo puede tener mayor
fuerza física que él? Nunca se nos da información certera de Hayley, no se sabe
su pasado, ni siquiera se sabe quién es. Resulta imposible creer que una
adolescente de esa edad tenga una mentalidad tan retorcida para llevar a cabo
una venganza de tal magnitud.
La mayoría de la historia se desarrolla dentro de la casa de
Jeff, abusando de los primeros planos de las caras de los dos protagonistas. La
película va bien hasta que llega una escena larguísima y morbosa. No sé cuánto
durará exactamente pero no termina más, para después enterarnos que “sufrimos”
para nada.
Si la protagonista se la pasara hablando y aportara nuevos
datos que nos permitan entender sus motivaciones, sus casi monólogos no
molestarían. Sin embargo el guión es repetitivo, siempre se da vueltas sobre lo
mismo, no avanza. En el último tramo de los 104 minutos lo que se ve se siente
forzado. Repito, nada resulta creíble en este relato.
No se puede negar que la idea del film, el cambio de roles
de víctima a victimario, es innovador y original. La campera con capucha roja hace una buena referencia a Caperucita, que ahora no es para nada ingenua como en el cuento original. La estética del largometraje
tiene un aire a videoclip, se nota que el director antes se dedicó a estas
producciones. Aunque sea una trama diferente, su mal desarrollo le juega muy en
contra, no tiene un mensaje que uno pueda sacar en claro luego de ese final
patético.
Hard Candy partió de una premisa prometedora para caer en
situaciones cero realistas, haciendo que el espectador se fije la hora para ver
cuándo termina. Si buscás un buen thriller, no la veas.
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