“Sherlock Gnomes” (2018) es una película animada dirigida
por John Stevenson y escrita por Ben Zazove. Funciona como secuela de “Gnomeo y
Julieta” (Gnomeo and Juliet, 2011), por lo que retornan las voces originales de
Emily Blunt, James McAvoy, Maggie Smith, Ashley Jensen, Michael Caine, Matt
Lucas, Ozzy Osbourne y Julie Walters. Además se agregan personajes nuevos a los
que les ponen las voces Johnny Depp, Jamie Demetriou, Chiwetel Ejiofor y Mary
J. Blige. El productor ejecutivo vuelve a ser Elton John.
La dueña de los gnomos (esta vez tanto de los azules como
los rojos) se muda a Londres. Gnomeo (James McAvoy) y Juliet (Emily Blunt), ya
consolidados como pareja, son declarados líderes del nuevo y desordenado
jardín. Mientras ellos discuten por tener diferencias entre sí sobre la
limpieza del lugar, alguien secuestra a todos sus familiares. Así es como los
novios se unirán a Sherlock Gnomes (Johnny Depp) y Watson (Chiwetel Ejiofor)
para descubrir al villano, pero en el recorrido sus enojos los harán ir por
caminos separados.
En 2011 tuvimos una grata sorpresa con “Gnomeo y Julieta”,
película en la que se representaba de una forma divertidísima la tragedia de
William Shakespeare. El profundo drama se dejaba de lado para darnos una historia
con claras referencias a la obra original que a la vez resultaba fresca por
tener personajes interesantes como una Julieta aventurera y con carácter
decidido. Después de siete años llega su secuela, un filme totalmente
innecesario que no sabe aprovechar a los protagonistas de los que ya nos
habíamos encariñado en la primera parte.
Esto ocurre debido a que, luego de una introducción que
parecía ir por el buen camino, se decide poner el foco sobre Sherlock Gnomes y
Watson (clara alusión a los personajes creados por Arthur Conan Doyle). Éstos
no consiguen generar el interés que tenía la pareja de gnomos, y encima nos
juega muy en contra que en la mayoría del metraje Gnomeo y Julieta estén cada
uno por su lado. El conflicto decae porque se siente súper estirado para lograr
una cinta de una hora y media, aparte de que se mete de forma muy forzada un
número musical de Irene (Mary J. Blige), en referencia a Irene Adler.
El villano en cuestión, un sujeto amarillo que es el ícono
de una marca de pasteles, cansa desde su escena inicial. No tiene carisma y el
relato se vuelve predecible a pesar de tener un giro que en primera instancia
parecía ser innovador. Además, las gárgolas que actúan como secuaces no logran
aportar el entretenimiento buscado.
En cuanto a la animación, continúa siendo correcta tanto en
los escenarios como en el diseño de los gnomos. Los pensamientos de Sherlock,
mientras intenta resolver las pistas, son en blanco y negro y logran
representar muy bien la personalidad del sujeto original (extremadamente
inteligente y astuto). Cuando él está en acción también podemos captar su
seriedad y autoritarismo, pero en este caso estos aspectos no resultan
atractivos.
Aunque “Sherlock Gnomes” deja un buen mensaje sobre valorar
al prójimo, ya sea desde el amor o la amistad, la idea de combinar al detective
inglés con los gnomos nunca llega a funcionar. A pesar de ello, las peleas del
comienzo entre Gnomeo y Julieta mantienen el espíritu de su predecesora. Una
lástima que esas escenas sean tan pocas.
Puntaje: 5
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