“María Magdalena” (Mary Magdalene, 2018) es una película
bíblica dirigida por el australiano Garth Davis, reconocido por la nominada al
Óscar “Un Camino a Casa” (Lion, 2016). El guión estuvo a cargo de Helen
Edmundson y Philippa Goslett. Cuenta con las actuaciones de Rooney Mara,
Joaquin Phoenix, Chiwetel Ejiofor, Denis Ménochet,
Tahar Rahim e Irit Sheleg.
María Magdalena (Rooney Mara),
joven que proviene de una familia estricta, decide unirse a Jesús (Joaquín
Phoenix) cuando él viene a predicar a su pueblo. A algunos discípulos, en
especial a Pedro (Chiwetel Ejiofor), les costará aceptarla en el grupo.
María conocerá a la madre de Jesús, lo escuchará y acompañará en sus momentos
más difíciles.
Al acercarse la Pascua, Rooney Mara llega a los cines en la
piel de esta mujer tan controversial. Que si era prostituta, que si mantuvo una
relación romántica con Jesús de Nazaret… varias son las versiones en las que se
tomó a la figura de María Magdalena de forma equivocada. Gracias al relato de
Garth Davis, conoceremos la historia auténtica de una vez por todas.
La película nos presenta a Magdalena como una persona
solidaria, inocente y capaz de elegir qué hacer con su vida a pesar de no
contar con el apoyo de su padre. Ella es la que no quiere casarse con el
pretendiente que le designaron, la que los demás creen que está endemoniada por
salir en la noche a rezar sola. Cuando Jesús llega a Magdala, María ve como él
realiza milagros y a través de su palabra se da cuenta que su destino no está
en su pueblo sino a su lado.
Apóstol de los apóstoles, Magdalena lava los pies de Jesús y
va conociendo a los demás discípulos, entre ellos al traidor Judas (Tahar
Rahim). La cinta, con una fotografía oscura llena de paisajes con tierras
áridas, consigue dar una imagen feminista de María y colocar a la mujer en un
rol tan relevante como el del hombre. Esto se puede observar en varios momentos
del film, pero en particular cuando Jesús da una charla sólo a las mujeres, en
las que les comunica que deben seguir el mandato de Dios y no el de sus
maridos.
Rooney Mara logra transmitir la pureza, piedad y bondad de
Magdalena sólo con sus profundas miradas. Sin embargo, uno se queda con la
sensación de que las líneas que le dieron fueron muy escasas. También hubiese
sido más satisfactorio que María escuche más enseñanzas de Jesús y no que se le
una ya al primer sermón.
A partir de la entrada de Jesús a Jerusalén, el foco pasa a
estar puesto en él y la película pasa a ser más de lo que ya vimos muchas veces
(Jesús herido caminando con la cruz en la espalda, siendo crucificado y
sufriendo). Aunque Joaquin Phoenix interprete bien su rol, era muchísimo más
interesante ver los hechos desde el punto de vista de María Magdalena.
Con un ritmo lento que puede no convencer a muchos, la cinta
remonta en su desenlace al volver a centrarse en la mujer, la única que vio a
Cristo vivo luego de su muerte y la encargada de llevar la buena noticia a los
demás discípulos. Más discursos como el del desenlace era lo que esperábamos de
ella, no obstante “María Magdalena” logra reivindicar a la joven que nunca dudó
en respetar las acciones del Mesías por más que fueran incomprensibles para el
razonamiento humano.
Puntaje: 7
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