“Ready Player One: Comienza el Juego” (Ready Player One, 2018)
es una película de ciencia ficción dirigida y producida por Steven Spielberg. Está
basada en la novela homónima best seller publicada en 2011 de Ernest Cline, que
también escribió el guión junto a Zak Penn. El reparto incluye a Tye Sheridan,
Olivia Cooke (Emma Decody en la serie “Bates Motel”), Mark Rylance (Mr Dawson
en “Dunkerque”), Lena Waithe, Philip Zhao, Win Morisaki, Simon Pegg, Hannah
John-Kamen y Ben Mendelsohn.
En el año 2045, la Tierra ya pasó por varias etapas de caos
debido a la superpoblación, las hambrunas, guerras y cambio climático. Es por
eso que las personas prefieren pasar la mayoría de su tiempo dentro de OASIS,
un mundo de realidad virtual en el que uno puede armar el avatar que más le
guste y hacer lo que quiera. El creador se llama James Halliday (Mark Rylance)
y es venerado como un dios. A Wade Watts (Tye Sheridan), adolescente huérfano
que vive con su tía, le fascina vivir dentro de OASIS bajo el avatar llamado
Parzival. Allí se siente bien y tiene amigos (que no conoce en la vida real).
Cuando Halliday fallece, deja un video explicativo que da inicio a un concurso:
el primero que en el universo virtual halle un huevo luminoso escondido por él
mismo, será el nuevo dueño de OASIS y heredará toda su fortuna. Wade se
embarcará en la aventura al descifrar una de las pistas que dejó Halliday, lo
que lo llevará a acaparar todas las miradas y verse amenazado por el empresario
Nolan Sorrento (Ben Mendelsohn).
Con muchísimas referencias a la cultura pop de la década de
los 80, Spielberg nos trae un producto que funciona en todos los sentidos. La
historia es tan sólida como entretenida, logrando que el espectador se interese
por los personajes. Pero lo que más se destaca definitivamente es el mundo
creado: desde el aspecto técnico la película resulta un espectáculo visual que
sorprende en cada fotograma gracias a sus colores eléctricos y el fabuloso
manejo de cámara. Tan cautivante y cuidado hasta en el mínimo detalle es el
OASIS que a uno le genera ganas de ser como el protagonista y casi llegar a
vivir dentro de él.
No sólo seremos testigos de lo que pasa en el universo
virtual: la realidad también es importante, lo que hace que se produzca un
excelente contraste entre los dos escenarios. Ver a la gente tan compenetrada
en el juego, haciendo todo lo posible por no perder vidas y ganar más y más
monedas nos hace recordar a la cinta dramática “Ella” (Her, 2013), ya que desde
el afuera podemos observar lo difícil que se volvió interactuar con los demás
(cada uno está en lo suyo).
La dosis de acción no puede faltar y aquí se da a lo grande:
carreras de autos, dinosaurios, King Kong, Godzilla y hasta una aparición
divertida de Chucky hacen que el filme se vuelva ingenioso. Mención aparte para
la memorable secuencia en homenaje a “El Resplandor” (The Shining, 1980), perfectamente
armada como súper atrapante.
La banda sonora, que se caracteriza por ritmos pegadizos y
bailables, sabe captar el espíritu de la película y enaltecerlo. Además se hace
hincapié en la amistad, una relación de ayuda mutua que queda muy bien
representada por Wade, Samantha (Olivia Cooke), Hache (Lena Waithe), Sho
(Philip Zhao) y Daito (Win Morisaki); tanto con sus avatares como con sus
cuerpos reales, se nota la química natural que tienen.
“Ready Player One: Comienza el Juego” constituye un festín
para los ojos de cualquiera, seas cinéfilo o no. Spielberg demuestra que se
puede hacer una cinta pochoclera de calidad, que deja un gran mensaje, critica
al capitalismo y a la vez contiene efectos especiales demenciales. Los más
geeks seguramente querrán verla muchas veces para darse cuenta de cada guiño
oculto sobre cómics, películas y videojuegos ochentosos. Si no sos de ese
grupo, de igual manera te aseguro que la vas a pasar fenomenal.
Puntaje: 8,50
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