“Everything,
Everything” (“Todo, Todo”, 2017) es un drama romántico dirigido por Stella
Meghie y escrito por J. Mills Goodloe. La película está basada en la novela
homónima de Nicola Yoon, publicada en 2015. Amandla Stenberg, conocida por su
papel de Rue en la saga de Los Juegos del Hambre, y Nick Robinson, Ben Parish
en La Quinta Ola, son sus protagonistas. Completan el reparto Anika Noni Rose,
Ana de la Reguera, Taylor Hickson y Danube Hermosillo. En Estados Unidos se
estrenó el 19 de mayo de 2017 y a las salas de Argentina llega gracias a la
distribuidora Warner Bros. el 15 de junio.
La
historia gira en torno a Maddie Whittier, una chica de 18 años que nunca salió
de su casa porque sufre de inmunodeficiencia combinada grave, lo que implica
que cualquier germen o bacteria del exterior puede causarle la muerte. Las
únicas personas con las que socializa son su madre, que es también su doctora,
su enfermera Carla y la hija de ésta que a veces va a hacerle compañía. Maddie
tiene una vida muy vacía hasta que al lado de su casa se muda Olly, un chico
que siempre viste de negro y se empieza a interesar por ella.
Es
difícil no spoilearse lo que sucede en el film si ya en el tráiler nos lo dan a
entender y en el libro (la edición que salió en Argentina de la editorial SM)
hay una imagen en la mitad que pertenece a una de las escenas finales de la
película. Si ya de por sí la trama es previsible, esto la hace aún más.
Amandla
Stenberg y Nick Robinson hacen lo que pueden con un guión plano, aburrido y en
momentos infantil, que en pocas ocasiones nos hace reír. Las escenas de ellos
dos sólo zafan por la química que tienen, pero se decide alargarlas con
silencios que no hacen más que cansar al espectador. Lo mismo sucede con las
imaginaciones que suceden dentro de la cabeza de Maddie: la chica al hablar por
teléfono con Olly piensa cómo sería esa conversación si lo tiene frente a
frente, por lo que se nos muestra esa “imaginación” en casi todas las charlas
que mantienen por computadora o celular. Mala decisión.
El
tema del film ya se usó en “El chico de la burbuja de plástico” (1976) y
“Bubble Boy”, comedia estrenada en 2001. Increíble cómo Nicola Yoon se copió de
esa idea para crear una historia de amor que abusa de los clichés. Hay cuestiones
importantes que son tratadas así nomás como el maltrato de un padre hacia su
hijo o que las acciones que uno hace tienen consecuencias. La inverosimilitud
de “Todo, Todo” va aumentando paso a paso en sus 96 minutos de duración,
incluyendo errores simples y no tanto.
Puntos
a favor tienen la fotografía y el soundtrack. Los colores son brillantes,
nítidos y claros. Los planos de la cara de Maddie reflejan cuánto desea salir
de su pulcro hogar y cómo se enamora de Olly. Las canciones están acorde a lo
que sucede en la pantalla: tristes cuando hay drama, muy alegres cuando hay
aventura.
“Todo,
Todo” comete el error de ser muy fiel al libro en el que se basa, en el que
tampoco pasaban muchas cosas como para transformarlo en un largometraje. Los
actores derrochan ternura, tienen carisma pero eso no alcanza. Es una película
agradable a la vista, que sólo funciona para un domingo a la tarde. Para
historias románticas y dramáticas, mejor optar por “Yo Antes de Ti” o “Bajo La
Misma Estrella”.
Me ha encantado tu reseña ♥
ResponderEliminarEl libro me decepcionó muchísimo, así que no tenía claro lo de ir al cine para ver esta película. Ahora menos, jajaja.
Un abrazo enorme!