“Brain on Fire” (Cerebro en Llamas, 2016) es una película de
Canadá, Estados Unidos e Irlanda dirigida y escrita por Gerard Barrett. Está basada en la autobiografía best
seller “Brain on Fire: My Month of Madness” (2012) de Susannah Cahalan. Chloe
Grace Moretz le da vida a Susannah, junto a un reparto que incluye a Jenny
Slate, Thomas Mann, Carrie-Anne Moss, Richard Armitage y Tyler Perry.
La trama gira en torno a esta chica de 21 años que trabaja
como periodista en el diario New York Post. Tiene una vida normal, con un novio
que la quiere y un gran trabajo a pesar de su corta edad. Sin embargo, Susannah
empezará a sentirse rara mientras está en la oficina, en el transporte público
o en su casa. Cuando le hablan no presta atención, le duele el estomágo, la
cabeza le da vueltas, escucha voces, se arma situaciones que no existen y su
estado de ánimo pasa de muy feliz a triste en segundos. Esto tendrá
repercusiones en su empleo y, luego de unos análisis en el hospital, los
médicos la encontrarán perfectamente normal.
En este film dramático veremos cómo Susannah va descendiendo
en una locura inexplicable, que podemos llegar a considerarla psicosis. La
personalidad de ella en la primera escena desaparece con la aparición de unos
síntomas que hasta llegan a ataques por la noche. Es obvio que su
comportamiento no es el mismo, y gracias a la actuación de Chloe Grace Moretz
no dudamos que a esta persona nueva no hay que sacarle los ojos de encima.
En la hora y media de duración no pasará más de lo que se
plantea en el argumento: paso a paso la chica pierde el control, sus padres no
la reconocen y parece que no hubiera un diagnóstico certero. Por eso a algunos
les parecerá una película lenta, en la que no pasa nada aparte de lo que ya se
sabe. Sin embargo, aunque sea más un telefilm, hay que tener en cuenta que es
una historia real, Susannah Cahalan existe y sufrió estos episodios.
El desenlace resulta apresurado, pareciera como que el
director dijo: “Bueno hasta acá llegamos, ahora hay que terminar la historia”.
Hubiese sido más efectivo que en vez de usar la mayoría del tiempo para mostrar
a la paciente en la cama de hospital, se mostraran los hechos del final con más
detalle. Otro punto desfavorable se basa en la decisión de que en el guión se repita
hasta el hartazgo el nombre de la joven: ya se entendió que la protagonista se
llama “Susannah”, no era necesario decirlo una y otra vez.
La película consigue de forma satisfactoria hacer una
crítica a los doctores, que por no encontrar qué es lo que verdaderamente le
está pasando a alguien, solucionan el problema diciendo que tiene síntomas
parecidos a otra enfermedad. La lucha de los padres por querer encontrar la
verdad al asunto se transmite correctamente. A pesar de ello, cuando llegamos a
esa verdad quedamos un poco decepcionados, porque ya está todo dicho en el
título. Cuando la vean me entenderán.
Brain on Fire se sostiene por la actuación de Chloe Grace
Moretz y las situaciones que le tocan vivir, que se van haciendo cada vez más
perturbadoras. Tiene sus fallas pero se deja ver, resultando impactante que
esto suceda en la vida real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario