“A Roma Con Amor” (To Rome With Love, 2012) es una comedia
romántica dirigida y escrita por Woody Allen, que también actúa, cosa que no
hacía desde su película “Scoop” en 2006. El reparto además incluye a Ellen
Page, Alec Baldwin, Jesse Eisenberg, Greta Gerwig, Roberto Benigni, Monica
Nappo, Alison Pill, Flavio Parenti, Judy Davis, Fabio Armiliato, Alessandro
Tiberi, Penélope Cruz, Alessandra Mastronardi y Antonio Albanese. Llegó a las
salas argentinas el 28 de junio de 2012 gracias a la distribuidora Diamond
Films.
La película cuenta cuatro historias independientes entre sí
que se desarrollan en la mágica ciudad de Roma:
1) Por
un lado está la turista Hayley, que comienza una relación con el abogado romano
Michelangelo. Jerry y Phyllis, padres de Hayley, viajan a Italia para conocer
al yerno y a su familia. Jerry en el pasado fue director de ópera, y al
escuchar al consuegro cantar como los dioses en la ducha, se propone que su voz
sea escuchada en un escenario.
2) Antonio
y Milly, pueblerinos de Pordenone, planean mudarse a Roma ya que los tíos de él
le ofrecieron trabajo allí. En el hotel, antes de conocer a los familiares de
Antonio, Milly quiere ir a la peluquería para tener una buena primera
impresión. Al ser nueva en Roma, se pierde y conoce de casualidad a Luca Salta,
un actor italiano que admira. Mientras tanto, en el cuarto de hotel donde está
Antonio, la prostituta Anna es enviada por equivocación y, al no poder
contactar a Milly, Antonio decide hacer pasar a Anna por su esposa.
3) Leopoldo
es un oficinista que tiene una vida de lo más rutinaria con su mujer y dos
hijos. Un día sin saber por qué se convierte en una persona famosa, los
periodistas lo acechan y le preguntan qué comió en el desayuno, cuál es su
postura para dormir y cómo piensa que estará el clima. Leopoldo va a ver cómo
es vivir siendo una celebridad.
4) El
gran arquitecto John está pasando unos días en Roma con su mujer y amigos.
Mientras se separa de ellos y busca el lugar donde antiguamente vivió, se
encuentra con Jack, un estudiante de arquitectura que lo invita a su casa. John
será la voz de la conciencia de Jack cuando él se empiece a enamorar de la
mejor amiga de su novia.
La originalidad y las situaciones alocadas son el eje de
esta película, en la que Woody Allen explota su ingenio con elementos de
fantasía que llevan a críticas sociales y tocan temas como la jubilación en
referencia a la muerte, la infidelidad, idealizar a una persona, no hacerle
caso a la razón y sí al corazón, los anhelos internos, la monotonía, el deseo
sexual, el hecho de manipular a través del habla y las disputas al conocer a
los padres del novio de tu hija. Todo esto acompañado por una música agradable
y bellos paisajes de la ciudad eterna de Roma.
El guión descabellado y la maravillosa elección de casting
hacen que nos introduzcamos en la magia desde el comienzo. Cada personaje tiene
una manera de ser muy marcada y distinta, lo que genera que entendamos a la
perfección, sin perdernos, cada una de las historias y cuándo se va pasando a otra
y luego a otra. Esto también se debe a lo bien editada que está la película.
Hay risas aseguradas, momentos inexplicables en la vida real
y el absurdo está a la orden del día. Lo único que le juega en contra a To Rome
With Love es su duración: después de conocer lo que le está pasando a cada
personaje, sorprenderse y ser testigo de la caótica ciudad, se siguen haciendo
los mismos chistes y no se avanza a otra cosa, por lo que en los últimos
minutos se hace un poco larga.
No llegando a ser tan espléndida como su anterior obra
(Medianoche en París, 2011), Woody Allen consigue crear un film innovador y
disparatado, con personajes queribles que gracias a sus líneas logran hacernos
disfrutar y reír por la extravagancia de lo que están viviendo.
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