“Wish You Were Here” (Ojalá estuvieras aquí, 2012) es una
película australiana de misterio dirigida por Kieran Darcy-Smith, escrita por
él y su esposa Felicity Price, que también la protagoniza, y producida por
Angie Fielder. Joel Edgerton, Teresa Palmer y Antony Starr completan el
reparto.
La trama gira en torno a dos parejas que se van de
vacaciones a Camboya, país del continente asiático. Por un lado están Dave y su
esposa embarazada Alice; por el otro, Steph (hermana menor de Alice) y su nuevo
novio Jeremy. Éste último desaparece después de una noche de fiesta sin dejar
ningún rastro. Dave y Alice vuelven a su hogar en Sidney mientras que Steph se
queda unos días más en Camboya para tratar de encontrar una explicación a lo
sucedido.
En el transcurso del film se presentan escenas de la
actualidad combinadas con flashbacks de la noche que lo cambió todo. Cuando la
hermana menor de Alice regresa a Sidney sólo uno de los secretos que esconden
esas vacaciones saldrá a la luz, por eso hay que armarse de paciencia y esperar
al impactante final que no deja dudas de lo ocurrido.
Uno de los puntos fuertes de esta película es que te
mantiene intrigado en sus 89 minutos de duración. El espectador va armando
teorías de lo que le puede haber pasado a Jeremy de acuerdo a las pistas que se
muestran en los flashbacks, pero lo que sucedió realmente uno no se lo ve venir
ni por asomo.
El film también se sostiene por las buenas interpretaciones
de los cuatro amigos, aunque uno de ellos tan solo aparece pocos minutos. Se
hace un contraste formidable entre la escena inicial que muestra cómo la
estaban pasando en sus vacaciones, a la tristeza y desconcierto del ahora.
El efecto sorpresa es lo más destacado de Wish You Were Here, una película
diferente que fue bien recibida en Australia, nominada en muchos festivales y
llegando a competir en el Festival de Sundance. Logra un buen clima de tensión
que te dejará sin aliento y da para reflexionar luego de terminar de verla.
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