“Berlin
Syndrome” es un thriller psicólogico australiano que está dirigido por Cate
Shortland, escrito por Shaun Grant y protagonizado por Teresa Palmer (Warm
Bodies, Lights Out) y Max Riemelt (Sense8). Está basado en la novela homónima
de Melanie Joosten. En Australia se estrenó el 20 de abril de 2017, ya habiendo
tenido su premiere mundial en el Festival de Cine de Sundance de enero. Aún no hay fecha de estreno en Argentina.
La historia
se centra en Clare, una joven de Brisbane que está de vacaciones sola en
Alemania. A ella le gusta pasear y sacar fotos de la arquitectura de Berlín. Un
día conoce de casualidad a Andi, un profesor de literatura inglesa y educación
física que se interesa en ella, la escucha y trata bien. Lo que parece una aventura de una noche en el apartamento de Andi se
convierte en una prisión para Clare, ya que él la mantendrá encerrada en ese
lugar que no tiene escapatoria.
El tema de
la película, secuestrador mantiene a la víctima en su casa, ya se vio en dramas
tales como “La Habitación” (Room, 2015) o “3096 Días” (2013). Aunque no es
original, esta nueva propuesta sabe cómo mantener el interés del espectador
basándose en la tensión que se genera por lo que puede llegar a ocurrirle a
Clare. Para que esto dé resultado, se necesitaba de actuaciones creíbles. A
través del desconcierto y luego sufrimiento que le da Teresa Palmer a su
personaje, entramos de lleno en la trama y lo único que queremos durante las
casi 2 horas de duración es que de alguna manera logre escaparse. Max Riemelt
compone a un Andi complejo, que tiene una vida con dos facetas: una en la
escuela donde enseña y otra dentro de su hogar. A medida que los días pasan,
nos sigue sorprendiendo su manera de pensar, de lo que puede llegar a ser
capaz. Genera bronca y ganas de matarlo, más cuando dice que la culpa es de la
chica debido a que ella dijo esa noche que ojalá se pudiera quedar allí para
siempre.
La
fotografía lúgubre e invernal contribuye a crear un ambiente solitario, triste
y como de una pesadilla. Paredes descascaradas, días grises, silencios, todo
está planeado para sentirnos tan encerrados como Clare. Además la música nos
deja sin aliento, es sofocante y dramática.
El título
del film hace referencia al síndrome de Estocolmo, en el que la víctima
desarrolla comprensión hacia las actitudes de su secuestrador. En esta cinta
ese trastorno se percibe en pocas escenas, no es como en la película
“Stockholm, Pennsylvania” (2015) en la que ahí sí vemos cómo la protagonista
justifica cada acción de su captor. Clare, al darse cuenta que Andi no tiene
intenciones de dejarla ir, sucumbe al pánico y va a intentar de cualquier
manera huir. Sus sonrisas y “amor” hacia Andi tienen más que ver con su manera
de buscar una forma de escapar, por lo menos yo lo interpreté de esa manera.
Hay un
hecho que ocurre en el final que queda forzado, no del todo creíble. A pesar de
ello cumple, no decepciona.
Berlin
Syndrome plantea de forma impecable cómo es estar solo en un país que no es el
tuyo, sabe mantenerte al borde de tu asiento y logra una buena historia en la
que la posesión llega a dar escalofríos. Aunque sea otra más de secuestros, su
buena ejecución la hace brillar.
Me gusto mucho la reseña, Room me gusto muchísimo así que tendré que ver esta película si es de su mismo estilo (y obvio que tomo nota de las otras películas que mencionas) 😝😝
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