miércoles, 27 de marzo de 2019

Parientes y rivales

Las Dos Reinas (Mary Queen of Scots, 2018) es una película de drama histórico dirigida por Josie Rourke. Basada en el libro de John Guy llamado Queen of Scots: The True Life of Mary Stuart, el guión corre por parte de Beau Willimon. Protagonizada por Saoirse Ronan (Brooklyn, Lady Bird), el reparto se completa con Margot Robbie (Suicide Squad, Yo Soy Tonya), Jack Lowden, Guy Pearce (Cuentos que no son Cuento), Joe Alwyn (La Favorita), Gemma Chan (Locamente Millonarios), Adrian Lester, David Tennant (Doctor Who), James McArdle, Brendan Coyle (Downton Abbey), entre otros. El filme recibió dos nominaciones a los premios Óscar, en las categorías de Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Maquillaje y Peluquería.


Escocia, 1561. La católica María Estuardo (Saoirse Ronan), viuda con tan solo 18 años, vuelve al Palacio de Holyrood, Edimburgo, luego de pasar bastante tiempo en Francia. Por derecho de nacimiento, María está decidida a reclamar el trono inglés en el que se encuentra su prima Isabel I (Margot Robbie), de religión protestante. Con la clara convicción de ser nombrada heredera, María se tendrá que casar, por pedido de Isabel, con un noble inglés. Mientras tanto, el movimiento protestante en Escocia liderado por John Knox (David Tennant) continúa aumentando y convenciendo al pueblo de que María, por el solo hecho de ser mujer, no está capacitada para gobernar.


Con alguna que otra licencia hacia los hechos verídicos, la directora Josie Rourke nos sumerge en una historia de ambición al poder, tragedia, envidia, caprichos y astucia. Aquí el protagonismo pasa a estar puesto en María Estuardo, única hija legítima del rey Jacobo V. Muchas veces este personaje fue representado como el “malo de la película”, sin embargo Rourke consigue que antes de ver a María como una reina, la veamos como una joven mujer. Saoirse Ronan verdaderamente brilla en este complejo papel, al punto de que como espectador uno no quiere dejar de mirarla ni por un segundo. Con sus propios objetivos muy estructurados dentro de su cabeza, María tiene una confianza descomunal en sí misma, teniendo claro que ella merece los mismos beneficios que le darían a un hombre si estuviera en ese puesto.

Por otro lado, Margot Robbie compone a una hosca Isabel, celosa no solo de la personalidad y belleza de su prima, sino también de su capacidad de procrear. Alrededor de sus consejeros, confidentes y su amante Robert Dudley, Isabel se verá afectada por la viruela. El maquillaje de la artista Jessica Brooks hace milagros al afear a la actriz australiana, ya sea por los prominentes granos o por la pintura blanca de textura gruesa que se utilizaba en esa época.

Aunque el guión en múltiples partes divague y no se sepa a qué quiere apuntar, la película se torna muy entretenida e interesante gracias a la relación por correspondencia entre las primas (que en un principio está llena de cordialidad y afecto), la conspiración de nobles en la que estuvo metido Lord Darnley (marido de María) y el nacimiento de Jacobo Carlos Estuardo. El cuidado vestuario y la bella fotografía ayudan a meternos en la trama casi de inmediato.

Las Dos Reinas se convierte en un relato feminista que otorga otra mirada hacia la vida de María Estuardo, mujer fuerte y obstinada que no se dejaba pasar por encima. Saoirse Ronan demuestra una vez más que sabe en qué películas meterse para escalar en su fructífera carrera.

Puntaje: 8

martes, 26 de marzo de 2019

El talentoso elefantito

Dumbo (2019) es una película de fantasía y aventuras dirigida por Tim Burton y escrita por Ehren Kruger. Basada en la novela infantil de Helen Aberson y Harold Person, la cinta constituye la segunda adaptación de esta historia ya que la original animada se estrenó en 1941, siendo una de los filmes más cortos de Disney al durar solo 64 minutos. Protagonizada por Colin Farrell y Danny Devito, el reparto se completa con Nico Parker, Finley Hobbins, Michael Keaton, Eva Green, Sharon Rooney, Joseph Gatt, entre otros.


En 1919, el ambulante Circo de los Hermanos Medici liderado por Max (Danny Devito) no se encuentra en una buena situación económica, por lo que la venta de algunos animales fue inevitable. Con el regreso de la guerra de Holt Farrier (Colin Farrell), sus niños Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) tienen una chispa de esperanza de que las cosas vuelvan a la normalidad luego de la enorme pérdida de su madre. Cuando la elefanta Jumbo da a luz al pequeño Dumbo, la mayoría de los integrantes del circo se sienten decepcionados: esa criatura orejona no los beneficiará en el espectáculo ya que será el hazmerreír del público. Sin embargo, Milly y Joe de casualidad descubrirán que Dumbo tiene la capacidad de volar al aspirar una pluma. Luego de entrenarlo para que el elefantito tenga su propio número dentro del show, las cosas se descontrolarán y la madre Jumbo será separada de su hijo. No solo eso, sino que también el importante empresario Vandevere (Michael Keaton) tendrá el objetivo de convertir a Max en su socio para que Dumbo sea la nueva estrella del amplio establecimiento de diversiones “Sueñolandia”.


Hace un tiempo que Disney decidió enfocarse en producir live actions de sus películas icónicas. Algunas fueron más apegadas al material original, tales como La Cenicienta (Cinderella, 2015), El Libro de la Selva (The Jungle Book, 2016) y La Bella y la Bestia (Beauty & The Beast, 2017) y otras se enfocaron en un personaje que antes no era principal para darle su propia historia o continuación, tal es el caso de Maléfica (Maleficent, 2014) o la reciente Christopher Robin: Un Reencuentro Inolvidable (Christopher Robin, 2018). Ahora le llega el turno a Dumbo y nada más ni nada menos que de la mano del extravagante Tim Burton.

El mérito del director aquí se hace presente porque supo cómo respetar los aspectos más importantes de la película de 1941 a la vez que se las ingenió para agregarle otra trama, la cual gira alrededor del adinerado empresario encarnado por Michael Keaton y su bella trapecista francesa Colette, interpretada por Eva Green. En esta oportunidad ya no tendremos cigüeñas, animales que hablan ni al ratón confidente de Dumbo: son los niños los que pasan a tomar ese lugar, aparte de que se agrega al personaje de Holt (Farrell) como un ex soldado que perdió un brazo y le cuesta reconectar con sus hijos.

Diseñado por CGI, el elefantito protagonista se roba la película cada vez que aparece en pantalla. Sus arrugas, ojos celestes y enormes orejas lo hacen absolutamente tierno y querible. Por otro lado, el parque de atracciones “Sueñolandia” tiene un gran despliegue visual lleno de luces fosforescentes y colores que le dan una magia particular.

Con un desenlace muchísimo más satisfactorio que el de la cinta original, la película no puede escaparle a la previsibilidad pero de igual manera funciona para ser disfrutada por toda la familia. A Keaton el papel de villano le queda pintado y, aunque el toque burtoniano solo se perciba en una hipnótica secuencia de burbujas rosadas danzantes, Dumbo consigue ser una correcta reinvención que vuelve a poner el foco en la importancia de creer en uno mismo a pesar de las adversidades.

Puntaje: 7

Iniciar una guerra

La Rebelión (Captive State, 2019) es una película de ciencia ficción dirigida y producida por Rupert Wyatt (El Planeta de los Simios: Revolución). Él también se ocupó del guión junto a Erica Beeney. Protagonizada por John Goodman (Avenida Cloverfield 10), el reparto se completa con Ashton Sanders, Jonathan Majors, Madeline Brewer (The Handmaid’s Tale), Vera Farmiga, Alan Ruck, James Ransone, entre otros.


Chicago, nueve años después del primer contacto. Los alienígenas tomaron el control del gobierno y, aunque el lema de unidad pacífica está presente, en realidad ellos esclavizan a la humanidad. El policía William Mulligan (John Goodman) tendrá que hallar al joven afroamericano Gabe (Ashton Sanders), para que le otorgue información sobre Rafe (Jonathan Majors), hermano de este último que en un principio se cree que ha fallecido pero en realidad forma parte de la resistencia.


Pocos meses pasaron desde que empezó el 2019 y ya estamos ante una de las peores películas del año. Aunque el tema de los extraterrestres ya está súper explotado en la industria cinematográfica, siempre se pueden armar nuevas historias que capten nuestra atención: el miedo de que estos seres vengan a invadirnos o, por el contrario, quieran establecer una conexión sin ánimos de violencia nunca perderá su atractivo para ser llevado a la pantalla grande. Sin embargo, el filme de Rupert Wyatt refleja todo lo que no hay que hacer en el género de ciencia ficción.

La cinta es un enorme desastre por muchos motivos. Por empezar, en la mayoría del metraje no se entiende lo que está pasando; tenemos a varios personajes (que nunca son desarrollados) caminando de acá para allá sin saber qué objetivo tiene cada uno. Si desde un comienzo la trama se hace tan confusa para seguirle el hilo, inevitablemente el interés decae en grandes proporciones, lo que genera que llegue un punto en el que ya no nos importe ni un poco qué es lo que va a pasar. La película tiene una duración razonable de hora y cuarenta minutos pero se siente interminable: la sensación de suspenso o amenaza brilla por su ausencia y, aunque la estética de un mundo destruido esté bien lograda, eso solo no alcanza si la idea del director está mal ejecutada.

Sobre el desenlace se intenta dar una explicación/plot twist rápido para darle sentido a lo que acabamos de ver pero ya es demasiado tarde: una escena sola no puede remediar todo lo que está mal hecho anteriormente. Por otro lado, si van con la idea de ver alienígenas se llevarán una decepción, dado que los extraterrestres no tienen más de tres apariciones en pantalla. Pese a que tienen un buen diseño (alargadas extremidades y filosos pinches), que aparezcan tan poco es un tremendo desacierto.

De esta manera, La Rebelión se convierte en una pérdida de tiempo sosa, aburrida y, sobre todo, soporífera. Resulta incomprensible cómo es que actores de la talla de John Goodman y Vera Farmiga se presten para un guión extremadamente desordenado y sin cohesión.

Puntaje: 2,50

miércoles, 20 de marzo de 2019

Alguien se parece a mí

Nosotros (Us, 2019) es una película de terror psicológico dirigida, escrita y producida por Jordan Peele, reconocido por ¡Huye! (Get Out, 2017), el cual fue su debut cinematográfico que le valió el Óscar en la categoría de Mejor Guión Original. Protagonizada por Lupita Nyong’o (12 Años de Esclavitud), el reparto se completa con Winston Duke (Black Panther), Shahadi Wright Joseph, Evan Alex, Elisabeth Moss (The Handmaid’s Tale), Tim Heidecker, Madison Curry, entre otros.


La historia se centra en la familia Wilson, compuesta por la pareja de Adelaide (Lupita Nyong’o) y Gabe (Winston Duke) y los chicos Zora (Shahadi Wright Joseph) y Jason (Evan Alex). Ellos emprendieron viaje hacia la casa de verano para disfrutar de sus vacaciones. Para Gabe y los jóvenes todo parece andar bien, sin embargo un trauma de la infancia persigue a Adelaide, lo que la hace estar aún más intranquila cuando los cuatro se dirigen a pasar la tarde con sus amigos Josh (Tim Heidecker) y Kitty (Elisabeth Moss) en la playa de Santa Cruz. Los recuerdos y el susto que sufre Adelaide esa tarde avecinan lo que ocurrirá a la noche en la casa: ya preparados para irse a dormir, unos ruidos del exterior y el repentino corte de luz hacen que la familia corra las cortinas para vislumbrar si hay algo afuera. Para su gran sorpresa, lo que ven será el comienzo de sus peores pesadillas, ya que a unos metros cuatro personas que lucen idénticas a ellos se encuentran paradas, inmóviles y tomadas de las manos.


Mucha expectativa había por Nosotros teniendo en cuenta que es del mismo realizador que la atrapante ¡Huye!, película que desde el terror consiguió de una forma completamente original y satisfactoria hacer una crítica sobre el racismo en los Estados Unidos. Como era de esperarse, el nuevo filme de Jordan Peele no decepciona, más bien nos brinda una experiencia alucinante llena de tensión, nerviosismo, sangre e incluso carcajadas.

Cargada de alegorías y referencias que van desde citas bíblicas hasta colores y animales, se puede afirmar que la cinta está tan bien diseñada que consigue no dar respiro casi nunca. Ya sea por el movimiento de los doppelgängers, la exquisita fotografía oscura de Mike Gioulakis o la escalofriante voz de la doble de Adelaide, resulta un hecho que “Nosotros” está muchísimo más cargada de horror que la anterior cinta del director. No solo eso sino que este filme contiene una complejidad mayor, por lo que no basta con verlo una vez para comprender del todo lo que Peele nos quiso transmitir.

Con una imprevisibilidad suprema, el director sabe cómo mantener al espectador al filo de la butaca, haciéndolo saltar o levantar los brazos sin necesidad de recurrir a los típicos jump scares. Además, la película tiene un gran balance entre el terror y la comedia, consiguiendo que esta última no quede forzada en ningún momento. El padre de familia, interpretado por Winston Duke, tiene las líneas más graciosas y son esos momentos los que sirven para alivianar la atmósfera cargada de inquietud.

Por otro lado, las actuaciones constituían todo un desafío ya que cada actor debía ponerse en la piel de dos personajes opuestos. Lupita Nyong’o está excelente en cada escena: mientras que la Adelaide original transmite de inmediato el instinto protector maternal, su doble vestida de rojo y fanática de las tijeras genera piel de gallina solo con su mirada. Shahadi Wright Joseph y Evan Alex, los jóvenes actores, también hacen un gran trabajo, e incluso Elisabeth Moss sorprende aunque tiene menor tiempo en pantalla.

La música compuesta por Michael Abels, que ya había trabajado con Peele en ¡Huye!, aquí vuelve a estar espléndidamente utilizada, poniéndonos los pelos de punta de una forma muy gratificante. Las mezclas de sonido retorcidas contribuyen a que la experiencia sea mucho más perturbadora.

Es innegable que Nosotros dará que hablar ya que puede tener varias interpretaciones gracias a un desenlace desconcertante. Si son fanáticos del género es un pecado no verla en cine: la nueva producción de Peele logra que el terror esté más vivo que nunca.

Puntaje: 9

martes, 19 de marzo de 2019

Un hombre feliz

Un Ladrón Con Estilo (The Old Man & The Gun, 2018) es una película cómica basada en la vida del criminal Forrest Tucker. Está dirigida y escrita por David Lowery, reconocido por los filmes “Mi Amigo El Dragón” (Pete’s Dragon, 2016) y “A Ghost Story” (2017). Protagonizada por Robert Redford, el reparto se completa con Sissy Spacek, Casey Affleck (Manchester By The Sea), Tika Sumpter, Danny Glover, Tom Waits, Teagan Johnson, Ari Elizabeth Johnson, entre otros. Tuvo su premiere mundial en el Festival de Cine de Telluride y Redford obtuvo una nominación en los Globos de Oro como Mejor Actor – Comedia o Musical. Se cree que ésta es la película con la que Redford decidió retirarse.


En 1981, a los 58 años, Forrest Tucker (Robert Redford) está huyendo de la ley ya que se escapó de la Prisión Estatal de San Quentin. Al conducir por la autopista, Tucker fija su atención en una mujer a la que se le averió su vehículo y decide brindarle su ayuda (en un principio esto lo hace para beneficio de él ya que así será más sencillo despistar a la policía de Texas). Agradecida por la colaboración del caballero, Jewel (Sissy Spacek) lo invita a cenar en un restaurante. Aunque Tucker no le dice a Jewel su nombre verdadero, sí se anima a comunicarle qué es lo que hace de su vida: Forrest roba bancos por diversión y, si es atrapado, no le es muy difícil salir de donde está encarcelado (tiene mucha práctica). Con el detective John Hunt (Casey Affleck) pisándole los talones al caer en la cuenta que los diversos asaltos de la zona fueron cometidos por la misma persona, Tucker seguirá disfrutando de su mayor hobby junto a sus secuaces Teddy (Danny Glover) y Waller (Tom Waits) a la vez que iniciará una relación con Jewel.


Para culminar su carrera actoral, Robert Redford eligió una película que cuenta una historia real chiquita pero muy bien construida. Con un acertado guión y una estética súper cuidada que recuerda a los filmes de antes, la construcción del personaje principal atrapa al espectador por no ser el típico ladrón: Tucker consigue lo que desea siendo completamente amable y, si es necesario, mostrando la pistola que tiene guardada en su bolsillo, pero nunca usándola para disparar. El hecho de que este hombre sea una persona feliz con una estrategia que siempre le da resultado marca el tono del film, haciéndolo muy ligero y entretenido.

Por otro lado tenemos a John Hunt, el cual toma como objetivo personal el atrapar a Tucker. Entre ellos dos se forma como una especie de juego que no da ganas de que acabe por más que Forrest deba ser capturado por sus delitos. El director logra que sea fácil empatizar con el protagonista por más de que sea un ladrón: su manera de ser nos demuestra que no hay que guiarse por las apariencias.

Con agradables escenas entre Forrest y Jewel (una Sissy Spacek que siempre da gusto volver a ver en pantalla grande), “Un Ladrón Con Estilo” seguramente no se convierta en un filme inolvidable, sin embargo el buen momento que hace pasar en la sala de cine es innegable. A Robert Redford el papel de Forrest le calza a la perfección y con esta película reafirma que se lo echará mucho de menos en la actuación.

Puntaje: 8

miércoles, 13 de marzo de 2019

Con los días contados


“A Dos Metros De Ti” (Five Feet Apart, 2019) es una película de drama y romance dirigida por Justin Baldoni y co-escrita por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis. Estos dos últimos contribuyeron en el libro homónimo en el que está basada, el cual está escrito por Rachael Lippincott. Protagonizada por Cole Sprouse (Zack y Cody, Riverdale) y Haley Lu Richardson (Fragmentado, The Edge Of Seventeen), el reparto se completa con Moises Arias (Hannah Montana), Kimberly Hebert Gregory, Claire Forlani, Parminder Nagra, entre otros.



En el hospital Saint Grace’s, la joven Stella Grant (Haley Lu Richardson) pasa sus días haciendo videos de Youtube, organizando las diversas cajitas de pastillas, tomando oxígeno y charlando con su mejor amigo Poe (Moises Arias). Al padecer fibrosis quística, Stella debe mantenerse lo más alejada posible de los demás, en especial de los otros pacientes ya que el contagio de bacterias puede derivar en graves consecuencias. Al conocer a Will Newman (Cole Sprouse), un adolescente que hace poco ingresó al hospital por tener la misma enfermedad, la controladora Stella siente la necesidad urgente de ayudarlo a cumplir su régimen. Al realizar sus respectivos tratamientos a la par, los dos chicos se irán enamorando aunque no puedan establecer contacto físico.


Hay películas que por más que tengan errores, clichés o situaciones inverosímiles consiguen movilizar emocionalmente al espectador ya sea por la química de los actores protagonistas, los diálogos o la temática tratada. Uno de los grandes méritos de un filme consiste en lograr que nos desconectemos completamente de los problemas de nuestra vida cotidiana y que lo que les sucede a los personajes en la pantalla mantenga nuestra atención e interés hasta el desenlace e incluso mucho después de éste. La historia de amor entre Stella y Will es un claro ejemplo de ello y llega a los cines no solo para conmovernos sino también para generar conciencia sobre una enfermedad genética rara que pocos conocen.

Sin caer en golpes bajos sino más bien mostrando la realidad del día a día de un paciente de fibrosis quística, el director Justin Baldoni nos hace reflexionar sobre la importancia del contacto humano, el qué vendrá después de la vida, los sueños por cumplir y el paso del tiempo. Por más que la película sea apta para mayores de 13 años, no es recomendada para todos: es fácil impresionarse con las agujas, sondas, infecciones y cicatrices. A su vez, hay que tener en cuenta que éste es un filme en el que es casi imposible no estar con un nudo en la garganta durante la mayoría de sus escenas. Al conectar y empatizar tan rápido con los protagonistas, es muy sencillo sufrir con todo lo que les sucede.

Cole Sprouse y Haley Lu Richardson componen a personajes con personalidades opuestas pero que se encuentran justo en un momento de la vida donde los dos se necesitan para sobrellevar las complicaciones de su enfermedad. La relación que construyen fluye naturalmente e irradia una ternura con la que uno no puede evitar sonreír. Muchos son los momentos entre ellos dos que llegan al corazón del espectador y en varias ocasiones la banda sonora ayuda a que sea imposible guardarse las lágrimas. Además, que casi toda la trama ocurra dentro del hospital dota al romance de una intimidad única y especial.

Aunque en el último acto algunos hechos ocurran de forma apresurada y el final nos muestre una secuencia repetida, “A Dos Metros De Ti” nos hace dar cuenta de lo afortunado que uno es al tener salud así como nos muestra que los pacientes no deben ser definidos por su enfermedad. Tan dulce como dura de ver, emocionarse con Stella y Will es un viaje de ida doloroso pero que vale muchísimo la pena.

Puntaje: 8

Alguien más está en mi cuerpo

“Maligno” (The Prodigy, 2019) es una película de terror sobrenatural dirigida por Nicholas McCarthy y escrita por Jeff Buhler. Coproducida entre Estados Unidos y Canadá, el reparto está compuesto por Jackson Robert Scott (IT), Taylor Schilling (Orange Is The New Black, Cuando Te Encuentre), Peter Mooney, Paula Boudreau, Brittany Allen, Colm Feore, Paul Fauteux, entre otros.


El 22 de agosto de 2010, en Pensilvania, Sarah (Taylor Schilling) y John (Peter Mooney) se convierten en padres primerizos con la llegada del pequeño Miles (Jackson Robert Scott). Para su sorpresa, ya desde bebé Miles presenta signos de ser un niño especial (sus primeras palabras las dice mucho antes de cumplir un año) y resulta notorio que su inteligencia es superior, por lo que Sarah considera la opción de inscribirlo en preescolar aunque aún no tenga la edad correspondiente. Luego de ocho años, el comportamiento de Miles por lapsos de tiempo cambia rotundamente, convirtiéndolo en un chico violento, serio y que con solo su presencia infunde miedo. Preocupada por la situación, Sarah acudirá a un especialista que llegará a la conclusión de que una persona fallecida quiere habitar por completo el cuerpo de Miles y, si no se descubre cuál es el objetivo por el que el muerto decidió volver, Miles desaparecerá completamente.


Estamos ante un filme de horror que sí vale la pena ver, en especial por la gran actuación del joven Jackson Robert Scott. El Georgie adorable con el que nos encariñamos en It (2017) aquí desaparece para dar lugar a un nene que es mejor perderlo que encontrarlo. Sin saber cómo puede llegar a reaccionar ante determinadas situaciones, Miles tiene variadas escenas en las que nos logra asustar ya sea por su fija mirada, por su cruel carácter o por el tono inocente que utiliza al hablar.

Por otro lado, Taylor Schilling tiene un papel interesante al encarnar a una madre que está frente a un dilema: proteger y confiar en su hijo pase lo que pase o deshacerse de él por considerarlo peligroso para el entorno familiar y social. La relación entre el niño y Sarah resulta de lo más atractivo, a la vez que el misterio que engloba el cuerpo de Miles nos hace querer seguir viendo la película hasta el final. Esto sucede gracias a que en esta producción no hay espíritus, fantasmas ni entidades, sino que alguien que existió en el pasado quiere reencarnar en ese cuerpo debido a que aún le queda una tarea por realizar en la Tierra.

Aunque “Maligno” cuente con algunos clichés y un desenlace que no le hace justicia a lo construido previamente, su atmósfera e interpretaciones lo convierten en una buena opción para los que les gusta asustarse en la oscuridad de una sala de cine. Dos personas conviviendo en un mismo lugar podría haber salido muy mal, sin embargo este no es el caso y Jackson Robert Scott se adueña casi a la perfección de su papel, generando aún más ganas de verlo actuar en otras películas del género.

Puntaje: 7

miércoles, 6 de marzo de 2019

Una identidad arrebatada


“Capitana Marvel” (Captain Marvel, 2019) es una película de superhéroes dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck (Half Nelson), personas que también se ocuparon del guión junto a Geneva Robertson-Dworet. Protagonizada por Brie Larson (La Habitación, El Castillo de Cristal), el reparto se completa con Samuel L. Jackson, Jude Law, Annette Bening, Ben Mendelsohn (Ready Player One, Robin Hood), Lashana Lynch, Gemma Chan, McKenna Grace, Clark Gregg, Djimon Hounsou, Akira Akbar, entre otros. Siendo la vigésimo primera producción dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, el film se alza como el primero dentro de la franquicia en tener a una superheroína como personaje central.


La historia se centra en Vers (Brie Larson), una integrante de la unidad militar Kree (raza alienígena) que constantemente tiene flashbacks mezclados de su pasado pero no recuerda nada sobre él. Al embarcarse en una misión contra los Skrulls, extraterrestes metamorfos enemigos de los Kree, el grupo de Vers sufre una emboscada y la noble guerrera termina cayendo en el planeta C-53 (la Tierra) durante el año 1995. Junto al joven Nick Fury (Samuel L. Jackson), que en ese momento aún contaba con sus dos ojos, Vers irá eliminando a varios Skrulls que tomaron forma de humanos así como irá descubriendo la verdad de sus primeros años de vida.


Mucho se viene comentando sobre la heroína que reparará el daño provocado por Thanos en Infinity War: hay quienes quieren que a la película le vaya mal en taquilla porque no confían en Brie Larson para un rol tan importante y están los fanáticos de los cómics que por fin podrán ver a su ídola en carne y hueso pateando traseros. Con la clara intención de llenar el vacío que había en Marvel al no tener poder femenino en un rol principal, la Capitana llega a las pantallas para inspirar a las mujeres. A su vez, el filme pretende desplegar nostalgia con sus elementos noventosos tales como el Blockbuster, las aparatosas y lentas computadoras de la época y alguna que otra canción.

Aunque la película logra ser entretenida en variadas escenas, en especial en su primera mitad, su trama de origen (presentación de un personaje nuevo) es distinta a lo que estamos acostumbrados. Esto sucede porque aquí no vamos a conocer en detalle la infancia y juventud de la protagonista: como la historia está contada desde su punto de vista, solo veremos pequeños instantes de lo que a Vers le va surgiendo en su cabeza. Aunque después se comprende qué es lo que le ocurrió para no tener memoria, desde el principio se hace muy difícil conectar con una persona de la que sabemos poco y nada.

Con la típica secuencia de lucha final completamente alargada, muchas explicaciones no son del todo claras y la cinta no logra tener un tono y cohesión definido, más bien es un rejunte de la camaradería que hay entre la Capitana y Nick Fury, la guerra entre los Krees y Skrulls, momentos tiernos con el gatito anaranjado Goose, Vers hallando su verdadera identidad y reconectando con una amiga de cuando ella estaba entrenando para convertirse en piloto, entre otras cosas. Aún así, la película tiene aspectos bien logrados que incluyen la capacidad de los Skrulls de tomar el aspecto de un humano, la fuerza de Vers, su flamante traje azul y rojo y un plot twist que resulta inesperado.

Pese a que “Capitana Marvel” no es memorable ni genera empatía, su visionado, en especial su primera escena post crédito, resulta necesario para poder captar lo que se viene con “Avengers: Endgame”. Sin una banda sonora que se distinga y con algunos efectos que dejan que desear, la película se deja ver y consigue sacar alguna risa.

Puntaje: 6,50
 

martes, 5 de marzo de 2019

Símbolo de lucha

“La Voz de la Igualdad” (On The Basis Of Sex, 2018) es una película biográfica dirigida por Mimi Leder y escrita por Daniel Stiepleman. Protagonizada por Felicity Jones (Like Crazy, La Teoría del Todo), el reparto se completa con Armie Hammer (Llámame Por Tu Nombre), Justin Theroux, Cailee Spaeny, Kathy Bates, Callum Shoniker, Sam Waterston, Chris Mulkey, entre otros.


La historia se centra en Ruth Bader Ginsburg (Felicity Jones), mujer judía nacida en Brooklyn que en 1957 fue una de las nueve mujeres que comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Harvard, establecimiento donde había más de 500 hombres en las clases. Con su marido Marty (Armie Hammer) dando batalla a un cáncer testicular y teniendo que hacerse cargo de Jane (Cailee Spaeny), su hija que en ese momento tenía dos años, Ruth no se dio por vencida y continuó sus estudios para convertirse en abogada en una época en la que la discriminación de género estaba ultra presente tanto en cientos de leyes como en la propia universidad. Ruth o Kiki, como la llamaban sus más allegados, rápidamente se dio cuenta de la opresión que existía hacia la mujer en el ámbito social y laboral, por lo que una vez graduada en la Facultad de Derecho de Columbia comenzó a utilizar sus conocimientos legales tomando casos que serían buenos ejemplos para llegar a la igualdad de género. Con el gran apoyo de su esposo, experto en Derecho tributario, Ruth se abrió paso poco a poco hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia para exponer que la protección igualitaria femenina (y también masculina) no se estaba cumpliendo.


Como segunda mujer elegida para ser jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos (la primera fue Sandra Day O’Connor), la feminista Ruth Bader Ginsburg marcó las bases de los derechos que las mujeres tenemos en la actualidad; es por eso que el nombre de la magistrada obtuvo una enorme popularidad en la cultura: su perseverancia para luchar por el cambio de las leyes constitucionales y poner sobre la mesa que la discriminación sexual existe hizo que Ruth tenga muy merecido todo el reconocimiento, admiración y aplausos que recibe día a día. Lamentablemente esta biopic no llega a hacerle justicia a su figura, en especial porque el filme decide enfocarse en uno de los primeros casos que Ginsburg tomó para defender ante la Justicia.

Al poner toda la atención en un solo litigio, muchísimos aspectos de la vida de Ruth que son igual o más interesantes terminan no siendo mostrados, como por ejemplo que la abogada siempre apoyó el derecho al aborto y al matrimonio igualitario, que tres veces sufrió de cáncer y lo superó, que su primer libro fue considerado uno de los más vendidos en The New York Times, etc. Es entendible que una película no pueda abarcar cada detalle y logro de la jueza, sin embargo se hace imposible no comparar esta producción con el documental “RBG” (2018), el cual fue nominado al Óscar. Éste utiliza no solo material de archivo y entrevistas a los familiares y amigos de la magistrada, sino que también tiene como protagonista a la propia Ruth, lo que le da muchísima más fuerza al relato. Aunque Felicity Jones hace un buen trabajo al dar vida a una Ginsburg con gran carácter que no se deja pasar por encima, como espectador uno no logra conectar en un 100% con ella.

La principal causa de este problema radica en el guión: a medida que avanza la trama los personajes hablan y hablan casi sin parar. No habría inconveniente si lo que dijeran fuera comprensible para las personas que no son abogados, sin embargo el vocabulario técnico y la velocidad con la que se expresan genera que sea muy fácil perder el hilo  e interés de la historia, dejándonos con ganas de conocer de otra manera la vida de Ruth.

Aunque “La Voz de la Igualdad” cuenta con buenas interpretaciones y un diseño de vestuario acorde a la época, el enfoque que se le dio a esta importante jueza no es de lo más acertado. Para conocer mejor sus grandes aportes y cambios que generó en la sociedad, mejor ver el dinámico documental de Betsy West y Julie Cohen.

Puntaje: 6,50