martes, 18 de octubre de 2022

La maldición en cadena

 “Sonríe” (Smile, 2022) es una película de horror que constituye el debut en la dirección de Parker Finn, el cual también se encargó del guión basándose en su cortometraje “Laura Hasn’t Slept” (2020). Protagonizada por Sosie Bacon, el reparto se completa con Kyle Gallner, Robin Weigert, Jessie T. Usher, Gillian Zinser, Caitlin Stasey, Rob Morgan, Jack Sochet, Judy Reyes, entre otros.

 


La historia gira alrededor de Rose Cotter (Sosie Bacon), una psiquiatra que carga con un trauma ocurrido en su infancia. A Rose le toca atender a Laura Weaver (Caitlin Stasey), una joven de 26 años recién ingresada al hospital que se encuentra en un estado maníaco y paranoico. Luego de haber visto cómo uno de sus profesores se suicidaba frente a ella, Laura explica que, desde ese momento, ella sola puede ver tanto a conocidos como desconocidos sonriéndole de manera perversa. Laura está convencida de que va a morir, sin embargo Rose le recuerda que las alucinaciones no son reales y que allí nada puede hacerle daño. Después de presenciar un hecho terrorífico con esta paciente, ya nada será lo mismo en la vida de Rose.

 


Están las películas de terror en las que uno se ríe luego de pegar un salto en la butaca o también están las que, por cómo está planteada la trama, no se consigue que el espectador se crea todo lo que está viendo. “Sonríe” no es el caso. Con una introducción que se ocupa de sentar las bases del horror del que vamos a ser testigos, el filme construye un camino en el que irá perturbándonos psicológicamente in crescendo.

La incomodidad que se logra aquí se da por varios motivos bien ejecutados a la vez. En primer lugar, la dirección. Parker Finn utiliza planos que ayudan a que la atmósfera siempre se sienta enrarecida. Al poner la cámara dentro de la heladera, aprovechar la oscuridad o enfocarse en las expresiones faciales de los personajes, el director nos hace sencillo el sentirnos intrigados por lo que se nos cuenta. Por otro lado, el diseño de producción está muy cuidado: las paredes rosa claro del hospital, el letrero de la escala del dolor, la casa de la protagonista, entre otros elementos, encajan a la perfección con la tonalidad de la película.

La composición de la música es otro de los puntos fuertes. Está cuando tiene que estar, dejando lugar a que los silencios y algún que otro sonido nos ponga los pelos de punta. Pero, por sobre todo, lo que se destaca es la actuación de Sosie Bacon, hija de Kevin Bacon que ya habíamos conocido en películas como “Charlie Says” (2018) o series como “Por Trece Razones” (Thirteen Reasons Why) y “Mare of Easttown” (2021). En esta oportunidad Sosie es la protagonista absoluta, está siempre en pantalla y vamos a ver todo desde su perspectiva. A medida que transcurre la historia, notaremos cómo Rose Cotter se va desgastando físicamente: ojos cansados, ojeras más pronunciadas, mirada perdida, lágrimas. Es gracias al trabajo de la actriz que siempre sentiremos que algo no anda para nada bien. Incomprendida por la mayoría de personas a su alrededor, Rose es uno de esos personajes que demuestra que, aunque haya elementos supernaturales, se puede construir una historia de terror a partir del trauma y la salud mental.

Aunque en el guión hay ciertas conveniencias para que el relato avance y también llega un punto en que se da vueltas sobre lo mismo, “Sonríe” nos otorga unos buenos sustos repentinos así como también nos deja en un modo muy peculiar a medida que caen los créditos. Sin lugar a dudas las alarmantes sonrisas de los personajes de la película serán difíciles de olvidar.

 

Puntaje: 7,50

jueves, 13 de octubre de 2022

Enemigos con un plan en común

 “Pasaje al Paraíso” (Ticket to Paradise, 2022) es una comedia romántica dirigida por Oliver Parker, que también se ocupó del guión junto a Daniel Pipski. Protagonizada por Julia Roberts y George Clooney, que también fueron productores ejecutivos del filme, el reparto se completa con Kaitlyn Dever, Lucas Bravo, Maxime Bouttier, Billie Lourd, entre otros.

 


La historia gira en torno a Lily Cotton (Kaitlyn Dever), una joven que acaba de graduarse como abogada por lo que decide tomarse unas vacaciones junto a su amiga Wren (Billie Lourd). Ya en Bali, Indonesia, Lily conoce al pueblerino Gede (Maxime Bouttier) y el enamoramiento es instantáneo. Treinta y siete días después, Georgia (Julia Roberts) y David (George Clooney), padres divorciados de Lily, reciben un mail de su hija anunciándoles que pretende casarse con Gede y quedarse a vivir en Bali. Aunque Georgia y David se detestan, unirán fuerzas para llegar a Indonesia y sabotear el casamiento de su hija, con el objetivo de que Lily no cometa el mismo error que ellos cometieron veinticinco años atrás.

 


Después de varias películas en las que trabajaron juntos, Julia Roberts y George Clooney regresan a la pantalla grande, esta vez en un género que a veces llega a sentirse extinto en el cine: la comedia romántica. “Pasaje al Paraíso” viene a recordarnos que todavía pueden existir producciones que solo buscan el confort, el hacer reír al espectador sin que importe la previsibilidad del relato. Desde que leemos la sinopsis sabemos cómo va a acabar la historia, eso no es lo que nos importa sino que el foco está puesto en el recorrido hacia ese final. Y vaya que es un camino disfrutable.

Con paisajes cálidos y bellísimos (la película fue filmada en Australia), es en el ida y vuelta de las peleas entre Georgia y David en donde el filme más se destaca. Gracias a unos diálogos rápidos e ingeniosos, Julia Roberts y George Clooney consiguen sacarnos variadas risas; el carisma de los dos, sus expresiones faciales (en especial las de él) y sus sonrisas (en particular las de ella) son un deleite para los que amamos este género. Además se destaca Lucas Bravo, conocido por interpretar a Gabriel en la serie de Netflix “Emily en París”, que aquí tiene un personaje muy empalagoso y divertido.

Sin pretender ser algo que no es y consciente del público al que apunta, “Pasaje al Paraíso” funciona por su liviandad. Si querés pasar un buen rato en el cine dejándote llevar por la complicidad de sus protagonistas en unas playas de ensueño, ésta es la película ideal, la que viene a recordarnos que a veces necesitamos de una comedia romántica sencilla para desconectar el cerebro y ser felices.

Puntaje: 7

jueves, 6 de octubre de 2022

Orden, control y simetría

 “No te preocupes cariño” (Don’t Worry Darling, 2022) es un thriller psicológico dirigido por Olivia Wilde, siendo éste su segundo largometraje luego de la comedia “La noche de las nerds” (Booksmart, 2019). Escrita por Katie Silberman, la película está protagonizada por Florence Pugh. Completan el reparto Harry Styles, Chris Pine, Gemma Chan, Olivia Wilde, Timothy Simons, KiKi Layne, Nick Kroll, entre otros. La cinta tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia.

 


La historia gira en torno a Alice Chambers (Florence Pugh), una joven ama de casa que es esposa de Jack (Harry Styles). Juntos viven en Victoria, California, una comunidad idílica y estilizada como en la década de 1950 que está liderada por el misterioso Frank (Chris Pine). Aunque todo parece perfecto desde las amistades, los vecinos, las fiestas y la vida matrimonial, pronto Alice comenzará a ver sucesos que los demás no. Sin que nadie le crea, y sintiéndose cada vez más mal por vivir en ese lugar, Alice empezará a buscar respuestas.

 


Luego de los variados rumores y polémicas que hubo sobre el detrás de escenas del filme, por fin llegó a las salas de cine y, a pesar de lo que auguraban  las críticas de los periodistas que la vieron en Venecia, “No te preocupes cariño” está lejos de ser una mala película. Por empezar, el diseño de producción está tan cuidado que como espectador nos logra meter de lleno en la aparentemente perfecta Victoria, un lugar que brilla por su orden, vestuario y armonía. Allí es en donde la música juega un rol fundamental, ya que va a ser la que nos irá guiando en todo el recorrido sinuoso que le espera a nuestra protagonista. A través de la musicalización, conjugado con la dirección, nosotros también sentiremos que ese lugar oculta algo siniestro y para nada normal.

En cuanto a las interpretaciones, Florence Pugh logra coronarse como una de las mejores actrices de esta generación. Aunque ya podíamos ver lo buena actriz que es en películas como “Lady Macbeth” (2016) o “Midsommar” (2019), aquí es en donde más se luce. Su Alice Chambers es el alma del filme, vamos a ver todo desde su perspectiva y la empatía que se logra con ella resulta instantánea. Harry Styles acompaña correctamente como su pareja, así como también hacen un buen trabajo Chris Pine y Olivia Wilde. Eso sí, el guión nos va a dejar con las ganas de conocer más sobre algunos personajes, generando que no entendamos del todo algunas de sus actitudes.

Con reminiscencias a “The Truman Show” (1998), “Nosotros” (Us, 2019) y otras tantas producciones más, “No te preocupes cariño” no logra ser un producto original, sin embargo saca provecho de su historia para dejarnos un mensaje contundente: nadie debe decidir por vos cuál es tu camino a seguir.

 

Puntaje: 7,50

domingo, 2 de octubre de 2022

La exhaustiva lucha por la verdad, memoria y justicia

 “Argentina, 1985” (2022) es un drama judicial y político dirigido por Santiago Mitre, el cual también se encargó del guión junto a Mariano Llinás. Basada en hechos reales, la película está protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani. Completan el reparto Carlos Portaluppi, Alejandra Flechner, Norman Briski, Santiago Armas Estevarena, Héctor Díaz, Susana Pampín, entre otros. El filme se encuentra disponible en cines y próximamente entrará al catálogo de Amazon Prime Video.

 


La historia se centra en el trabajo de investigación en tiempo récord que el fiscal Julio Strassera (Ricardo Darín) junto a su fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y un equipo de jóvenes abogados hicieron para recolectar testimonios y pruebas y así hacerse con la victoria en el Juicio a las Juntas Militares, uno de los hechos políticos más importantes en la historia de Argentina. El objetivo consistía en que los responsables de la dictadura militar (1976 a 1983) paguen por todos los crímenes de lesa humanidad cometidos.

 


La última vez que recuerdo haber ido al cine a sala colmada y que se sintiera como una salida distinta fue con “Relatos Salvajes”, allá por el año 2014. La misma sensación me ocurrió con “Argentina, 1985”, en donde ya en la fila se respiraban las ganas de ver una película tan nuestra, que ya venía de ser aclamada en el Festival de Venecia y conseguir el premio del público en el Festival de San Sebastián. Producida por Victoria Alonso, Axel Kuschevatzky y el Chino Darín, entre otros, la película es una de esas que, aparte de ser muy buena, es necesaria para tener presente la importancia y el cuidado que hay que darle a la democracia, día tras día.

Con una fotografía acorde a la ambientación de época, el guión se encarga de que conozcamos a sus protagonistas no solo en el plano laboral sino también en el familiar. Esto permite que podamos ser testigos de sus miedos, ya sea por el rechazo a tener ideas diferentes en el caso de Moreno Ocampo, o el temor de no ser capaz de proteger a sus propios seres queridos en el caso de Strassera. Como era de esperarse, el largometraje tiene una gran carga dramática, en especial cuando escuchamos los testimonios de las víctimas, recipientes de una perversión moral impactante. No obstante, los guionistas saben dónde meter chistes bien argentinos que funcionan como bocanada de aire fresco ante tanto relato de secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas. En el apartado cómico se destaca el joven Santiago Armas Estevarena, que interpreta al hijo de Strassera.

Emotiva y hecha con un gran respeto hacia nuestra historia, “Argentina, 1985” genera impotencia y dolor pero también sonrisas y fuertes aplausos. Un gran recordatorio de que existen los héroes sin capa y que Nunca Más vamos a permitir vivir en un país regido por el miedo, la violencia y el horror.

Puntaje: 8

viernes, 30 de septiembre de 2022

Una vida plagada de sufrimiento

 “Blonde” (2022) es una película biográfica de ficción dirigida y escrita por Andrew Dominik. Basada en la novela homónima best seller de Joyce Carol Oates, publicada en el año 2000, la cinta está protagonizada por Ana de Armas. El reparto se completa con Julianne Nicholson, Xavier Samuel, Toby Huss, Adrien Brody, Bobby Cannavale, Caspar Phillipson, Lily Fisher, entre otros.  El film fue presentado en el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia y ahora se encuentra disponible en la plataforma de Netflix.

 


La historia sigue la vida de Norma Jeane/Marilyn Monroe (Lily Fisher, luego Ana de Armas) desde su dura infancia con su inestable madre Gladys (Julianne Nicholson) hasta su muerte.

 


Por dónde empezar a hablar de “Blonde”, una biopic alejada por completo de los estándares, nada convencional y que, más que ser una biografía, se siente como un cuento terrorífico de un ícono de la cultura pop. Adentrarse en las dos horas y cuarenta y seis minutos que dura este filme implica estar dispuesto a una experiencia bastante desconcertante, en donde en muchos momentos no entenderemos cuál es el motivo del paso del color al blanco y negro o por qué el formato de imagen va cambiando, sin embargo queremos seguir siendo testigos de esta historia sumamente oscura, traumática y triste que toma rumbos inesperados.

 


Como ya se veía venir, Ana de Armas construyó el papel de su vida al ponerse en la piel de Marilyn Monroe. Su mirada y gestualidad consiguen que el espectador sufra con ella, por más que en varias oportunidades el guión no esté a su favor. Es decir, la película hubiera sido más sutil si hubiera sido dirigida y escrita por una mujer. La perspectiva masculina a la hora de decidir cómo mostrar ciertas escenas o qué es lo que tiene que decir la protagonista resulta palpable, generando situaciones muy incómodas de ver pero que a la vez dan muestra de cómo esta actriz fue vista solamente como un pedazo de carne, un producto de consumo para el hombre y la prensa.

No obstante, la dirección de Dominik toma riesgos que, junto a la fotografía de Chayse Irvin, crea un relato que al final te termina dejando agotado tanto por sus secuencias de pesadilla por cómo la cámara se posa en el dolor de la artista. Ana de Armas hipnotiza, su división de persona entre Norma Jeane y Marilyn Monroe es muy acertada, haciendo que por su actuación sea súper fácil reconocer cuando está siendo Norma y cuándo debe recurrir a Marilyn para el afuera.

Con un vestuario increíble y detalles puestos en diferentes momentos que nos ayudan a entender el estado mental de Norma Jeane, “Blonde” es un retrato ficticio duro de ver, controversial y que sin lugar a dudas despertará muchos detractores. Los traumas de la infancia, los repetitivos abusos y el maltrato tanto físico como psicológico están a la orden del día en este filme que no busca ser políticamente correcto.

 

Puntaje: 7

jueves, 29 de septiembre de 2022

El miedo al futuro

 “Meet Cute” (2022) es una película de romance, drama y comedia con toques de ciencia ficción dirigida por Alex Lehmann y escrita por Noga Pnueli. Protagonizada por Kaley Cuoco y Pete Davidson, la cinta se estrenó en la plataforma estadounidense Peacock el 21 de septiembre.

 


La historia gira en torno a Sheila (Kaley Cuoco), una mujer que una noche en un bar se enamora de Gary (Pete Davidson) y se anima a invitarlo a tomar un trago. En el transcurso de la velada, Sheila le dice a Gary que ya vivió esa noche porque ella viajó con una máquina del tiempo al ayer. Gary decide seguirle el juego aunque Sheila parece saber lo que dirá Gary e insiste en que lo de los viajes en el tiempo es real. Enfocada en repetir una y otra vez la noche más feliz de su vida, Sheila pronto ideará otro plan para cambiar la personalidad de Gary.

 


Cuando le di play a “Meet Cute” pensé que me iba a encontrar con una típica historia cómica de viajes en el tiempo. Para mi sorpresa y agrado, la película toma otro rumbo más profundo que incluye temas como la depresión, los traumas de la infancia, las ideas de suicidio y el miedo a avanzar por las creencias de que lo que se viene no va a ser nada bueno. Kaley Cuoco compone a un personaje con el que nos es muy fácil empatizar desde el comienzo. Con el carisma y timing para los chistes que la caracterizan, Cuoco encarna a una Sheila insegura que rápidamente conecta con el Gary de Pete Davidson.

Las charlas entre estos personajes mientras cenan, compran cucuruchos al camión de helados y pasean por la ciudad de Nueva York nos recuerdan rápidamente a la trilogía “Before” de Richard Linklater (salvando las distancias). La química se palpa tanto en esas conversaciones donde los dos se animan a mostrarse tal cual son como también en las miradas y los tan significativos abrazos.

Aparte de que la película deja en claro que si se cambian o suprimen aspectos del pasado de una persona, esa persona puede llegar a transformarse en un completo opuesto, lo que más se destaca en “Meet Cute” es su afirmación de que está bien que la vida a veces sea complicada. La incertidumbre hacia el futuro puede generar mucha ansiedad y ganas de querer controlarlo todo como le sucede a Sheila, sin embargo el animarse a dar un paso adelante para experimentar cosas nuevas resulta clave. Los momentos de mayor felicidad dejan de ser tan especiales cuando se viven una y otra vez, y está en cada uno el creer que lo que está por venir también puede ser maravilloso.

Siempre los viajes en el tiempo llegan a ser de lógica cuestionable, en “Meet Cute” no es la excepción pero de igual forma esta película de corta duración se disfruta de principio a fin. Sin dudas la volvería a ver.


Puntaje: 7

miércoles, 28 de septiembre de 2022

La delgada línea entre la amabilidad y la inteligencia

 Bjørn (Morten Burian) y Louise (Sidsel Siem Koch) son padres daneses de la pequeña Agnes (Liva Forsberg) y deciden pasar unas vacaciones en la Toscana italiana. Allí conocen a una pareja holandesa compuesta por Patrick (Fedja van Huêt) y Karin (Karina Smulders), padres del callado y tímido Abel (Marius Damslev). No tardan en pegar buena onda por lo que, un tiempo después, de nuevo en su hogar en Dinamarca, Bjørn y Louise reciben una carta de los holandeses invitándolos a pasar un fin de semana en su casa campestre. Cansado de la rutina y con ganas de hacer algo diferente, a Bjørn le entusiasma la idea mucho más que a Louise. Pensando en que nada malo puede ocurrir, los daneses emprenden el viaje en auto hacia allí. Lo que no saben es que ese fin de semana será de todo menos placentero.

 


De esto se trata el thriller psicológico de horror danés llamado “Speak No Evil” (Gæsterne, 2022), un filme dirigido por Christian Tafdrup, el cual también se encargó del guión junto a su hermano Mads Tafdrup. “Los Invitados”, título original del filme, no es de esas películas de terror a la que recurrimos para pasar el rato entretenidos pegándonos algún que otro susto. Nada más alejado que eso. No apta para personas impresionables, “Speak No Evil” es de esas cintas que saben construir una atmósfera enrarecida, que se cuece a fuego lento llena de detalles que tanto a la pareja protagonista como al espectador ponen en un estado de incomodidad sucesivo. La seguridad y confianza de casa deja de estar presente en este hogar holandés, donde se manejan con otras reglas que a uno lo dejan completamente impactado y desprotegido.

 


Sin revelar aspectos de la trama, la cinta cuenta con una buena dirección, fotografía y actuaciones. Con respecto al guión, en varias ocasiones sucede que los personajes accionan de una forma que, de estar en su lugar, nosotros no lo haríamos. No obstante, la película es un claro reflejo de cómo el humano actúa ante los demás, queriendo ser respetuoso, alegre y amable pero muchas veces dejándose pasar por encima, aceptando las disculpas del otro y considerando que todos los demás también son buenos. Alrededor de esto hay una frase que dice Patrick en el último acto del filme que resume muy bien de qué va esta historia tan siniestra.

Perturbadora, oscura y violenta, “Speak No Evil” tiene un desenlace lleno de crueldad que incluso para el más valiente se hará difícil de ver. Como “Funny Games” (2007), este largometraje es de esos que con verlos una sola vez ya es más que suficiente.

 

Puntaje: 8

sábado, 24 de septiembre de 2022

La complejidad en las relaciones humanas

“Conversaciones entre Amigos” (Conversations with Friends, 2022) es una miniserie de doce episodios de aproximadamente media hora cada uno. Basada en la novela debut y homónima de la autora irlandesa Sally Rooney, y con el mismo equipo que ya nos había traído “Normal People” (2020), el reparto está compuesto por la debutante Alison Oliver, Sasha Lane, Joe Alwyn, Jemima Kirke, Alex Murphy, Tommy Tiernan, Justine Mitchell, Kerry Fox, entre otros. La miniserie se encuentra disponible en la plataforma de Star+.

 


Ambientada en Dublín, la historia gira en torno a Frances (Alison Oliver), una joven bisexual de 21 años que estudia literatura y es amiga de su ex novia Bobbi (Sasha Lane). Una noche, luego de recitar sus poemas en un pub, Frances y Bobbi entablan conversación con Melissa (Jemima Kirke), una escritora que no tardará en presentarles a su marido Nick (Joe Alwyn), que es actor. Mientras que Bobbi siente atracción por Melissa, Frances se enamorará de Nick, lo que dará paso a preguntarnos si una persona puede amar a dos personas a la vez y las consecuencias que esto conlleva.

 


Como ya habíamos visto en “Normal People”, los personajes creados por Sally Rooney no son los típicos que podemos encontrar en cualquier otra película o serie. Nunca vamos a estar de acuerdo con todo lo que hacen, los vamos a ver en sus peores momentos, en soledad y plena vulnerabilidad, equivocándose o teniendo conductas poco sanas, y es en esa humanidad reflejada con tanta honestidad que no podemos apartar la vista de su recorrido. Lo mismo sucede aquí con Frances, una chica sumamente callada e introvertida, que reprime sus emociones y que por el momento solo había conocido el amor en la escuela, cuando estuvo con Bobbi. El conocer al apuesto y también bastante reservado Nick Conway sumirá a Frances en un viaje de autodescubrimiento, placer pero también mucho sufrimiento.

 


La falta de comunicación, familias disfuncionales, lo complicadas que son las relaciones poliamorosas, el egoísmo, los secretos, la depresión y la dificultad de expresar lo que se está pensando son algunos de los aspectos que hacen que queramos ver un episodio detrás de otro de esta miniserie. Otro punto a favor recae en las actuaciones, las cuales se sienten muy naturales gracias también a un guión que no le tiene miedo a mantener los silencios, las miradas, las caminatas, la preparación de un café o una simple pero importante conversación por WhatsApp.

Con una fotografía más fría cuando nos ubicamos en Irlanda y una más veraniega cuando estamos en Croacia, “Conversaciones entre Amigos” se destaca por ser honesta y sensible, logrando que lo que acabamos de ver se quede con uno mucho después de terminarla. Teniendo claro que el humano no es blanco ni negro, sino un conjunto de grises, la miniserie es una bocanada de aire fresco entre tantas producciones audiovisuales por ver.

 

Puntaje: 9

sábado, 17 de septiembre de 2022

Ten cuidado en donde alquilas

 “Bárbaro” (Barbarian, 2022) es una película de suspenso y horror dirigida y escrita por Zach Cregger. Protagonizada por Georgina Campbell, el reparto se completa con Bill Skarsgård, Justin Long, Richard Brake, Jaymes Butler, entre otros. Se encuentra disponible en cines.

 


La historia gira en torno a Tess (Georgina Campbell), una mujer que viaja de noche a la ciudad de Detroit ya que al día siguiente tendrá una entrevista de trabajo. Tess alquila por la plataforma de Airbnb una casa que, para su sorpresa, al llegar allí se da cuenta que ésta ya está ocupada. Keith (Bill Skarsgård), el que está en ese hogar, la invita a pasar y quedarse para solucionar ese malentendido por la mañana. Sin embargo, cosas mucho más raras ocurren en ese lugar.

 


Estamos ante una de las películas de terror del año, una de la que es mejor saber poco y nada para sorprenderse a pleno dentro del cine. Con un tráiler bien armado ya que no revela hechos importantes de la trama, “Bárbaro” es de esos pocos filmes que logran ser atrapantes desde su comienzo hasta su final, tanto es así que el tiempo se pasa volando porque se consigue que el espectador esté híper sumergido en lo que está viendo. Aquí el miedo es completamente real y palpable, los sustos no están generados de forma fácil ya que se nota un especial cuidado tanto en la dirección como en el sonido, siendo este último fundamental para la creación de una atmósfera horripilante. Va a haber varios momentos en los que vas a saltar de la butaca, en los que vas a hacerte un bollito y llevarte las manos a la cara; así también desde el guión y la actuación de un personaje en particular vas a reír, con escenas que están puestas en el lugar ideal para descontracturar el temor que acabás de experimentar.

Los giros narrativos son otro de los aspectos positivos de la película. Cuando uno cree que la historia va a ir para una dirección, el guión se encarga de dar el volantazo. Cuando creemos que cierto personaje va a actuar de cierta manera, pasa todo lo contrario. Además, el buen uso de la iluminación es clave para la construcción de un suspenso que se sostiene a más no poder.

Sin nada más que agregar para no spoilear, “Bárbaro” resulta un viaje salvaje, espeluznante y original que sin duda será apreciado por los amantes del género. Aunque algún que otro detalle queda poco claro, vaya que el director y guionista sabe ponernos los pelos de punta, más aún si se es mujer.

 

Puntaje: 8

martes, 6 de septiembre de 2022

Un misterio a esclarecer

 “Un Crimen Argentino” (2022) es un thriller político argentino basado en hechos reales que está dirigido por Lucas Combina, siendo ésta su ópera prima. Basado en la novela homónima de Reynaldo Sietecase, el filme está coescrito por Jorge Bechara, Matías Bertilotti y Sebastián Pivotto. El reparto está compuesto por Matías Mayer, Nicolás Francella, Luis Luque, Malena Sánchez, Darío Grandinetti, Alberto Ajaka, Rita Cortese, César Bordón, entre otros. La película se encuentra disponible en cines y más adelante entrará al catálogo de HBO Max.

                    


Ambientada en la ciudad de Rosario, Santa Fe, en diciembre de 1980, la historia gira en torno a la desaparición del empresario Gabriel Samid, un hombre mujeriego de 42 años que era habitué de clubes nocturnos y formaba parte de una familia con mucho poder económico. El juez de instrucción Jorge Neldo Suárez (Luis Luque) le encarga el caso a sus dos jóvenes secretarios: el peronista Carlos Torres (Matías Mayer) y el radical Antonio González Rivas (Nicolás Francella), el cual mantiene una relación secreta con su compañera de trabajo María (Malena Sánchez) y está próximo a irse a España. Bajo la dictadura militar, los secretarios deberán tratar de resolver el caso cuanto antes a pesar de todas las trabas impuestas por el policía Cerbera (Alberto Ajaka), un militar con métodos sumamente opuestos a los suyos.

 


Una investigación en una época terrible de nuestro país, donde se vivía con miedo, siendo vigilado y con la violencia a la orden del día. “Un Crimen Argentino” se enfoca en contar un caso conocido en Santa Fe pero muy poco escuchado fuera de allí. Con una recreación de época y fotografía sumamente convincentes, el largometraje arranca de una forma en la que al espectador le cuesta entrar en tema, en especial porque no se nos da mucha información sobre los personajes al punto de que ni siquiera llegamos a recordar sus nombres. La estructura narrativa tampoco se siente acertada: el filme está dividido en los diferentes días de diciembre que duró la investigación, sin embargo éste es un recurso que de no estar, la trama se entendería igual.

Con respecto a las actuaciones, se destaca Matías Mayer como Carlos Torres, un personaje al que le dieron más material con el que trabajar que a Nicolás Francella, que igualmente está correcto. Torres no pierde oportunidad para demostrar el repudio que siente hacia el accionar del militar Cerbera, un Alberto Ajaka que, aunque a veces en gestualidad llega a sentirse exagerado, logra transmitir temor por su ego y el nulo respeto hacia los demás. Además, las interpretaciones de Luis Luque, Rita Cortese y Darío Grandinetti están a la altura, siendo el personaje de este último el que consigue que la segunda mitad de la película se sienta mucho más interesante que la primera.

En cuanto al desaparecido, me hubiese gustado que el director sea más inventivo a la hora de mostrarnos quién era él. Las imágenes de este personaje son escasas y lo poco que vamos a conocer de ese hombre es a través del guión. Aunque a Gabriel Samid se lo describe como un tiro al aire que iba de joda en joda, unos flashbacks mejor diseñados sobre su vida hubiesen quedado mejor para tener su rostro más presente.

Con dichos y situaciones graciosas que funcionan muy bien para descontracturar el clima opresivo que se vivía en ese entonces, “Un Crimen Argentino” deja satisfecho al espectador por hechos inesperados que ocurren ya adentrada la trama. Cuidada producción que nos deja pensando lo mismo que se expresa en su póster: ¿sin cuerpo no hay delito?

 

Puntaje: 7

viernes, 2 de septiembre de 2022

El mal milagro

 “¡Nop!” (Nope, 2022) es una película de suspenso y ciencia ficción con toques de comedia y western dirigida, escrita y producida por Jordan Peele, siendo éste su tercer largometraje luego de la aclamada “¡Huye!” (Get Out, 2017) y la misteriosa “Nosotros” (Us, 2019). Como en su primera película, el actor Daniel Kaluuya vuelve a ser el protagonista. Lo acompañan Keke Palmer, Steven Yeun (“Minari”), Brandon Perea, Michael Wincott, Keith David, entre otros. El filme se encuentra disponible en cines.

 


La historia gira en torno a los hermanos OJ (Daniel Kaluuya) y Em (Keke Palmer) Haywood, los cuales deberán ocuparse del rancho familiar una vez que su padre muere de forma extraña y repentina. OJ es entrenador de caballos que son utilizados para aparecer en películas, series y comerciales, sin embargo el negocio anda cada vez peor por lo que la situación económica de los Haywood está complicada. Al percibir que algo raro ocurre en el cielo, OJ tendrá un nuevo objetivo: captar mediante cámaras lo que ocurre para lograr reconocimiento, dinero y fama.

 


Estamos ante la película más ambiciosa y desatada de Jordan Peele, una en la que se nota que el presupuesto fue mucho más grande y que toma inspiración de grandes directores como lo son Steven Spielberg y M. Night Shyamalan. Al contrario de sus otros dos filmes, ésta no es una historia donde el foco esté puesto en los personajes sino que se le da más importancia a lo desconocido que habita en los cielos. Esto en particular no me convenció del todo, ya que deseaba conocer más sobre los personajes pero el guión no ayuda a que podamos conectar con ellos. Por otro lado, el ritmo de la película flaquea, llegando a que las dos horas y diez minutos de duración se sientan.

No obstante, lo bueno de esta producción es que puede llegar a ser disfrutable tanto para los que buscan una película pochoclera, con una amenaza desconocida en el cielo, como para los que quieren ir más allá y hacer sus propias interpretaciones sobre lo que acabaron de ver. Simbolismos, críticas y referencias hay muchos, y lo interesante es que el director no subestima al espectador, no nos lo da todo masticado para que lo entendamos de una, más bien planta la semilla para que nosotros nos quedemos pensando y estableciendo relaciones.

En especial, la película nos habla sobre la búsqueda del ser humano por ser validado ante los demás a partir de una situación externa a él. A OJ no se le pasa por la cabeza escapar del rancho por lo que acaba de presenciar, sino que desde el primer momento busca documentar el hecho para que la sociedad finalmente lo valore. Esto se puede conectar con nuestra actualidad, en donde a través de las redes sociales vivimos fotografiando o haciendo videos sobre lo “real” y “lindo” de nuestra vida, para que la mirada del otro sea puesta sobre nosotros y no nos sintamos invisibles. Consumimos sin parar espectáculo tras espectáculo, película tras película, para luego en pocos días desecharla de nuestro cerebro con el afán de dar espacio a más contenido. La entidad del cielo puede ser vista como esto: un ser vivo que consume de forma voraz, expulsa lo que no le sirve y vuelve a ir por más.

 


Por otro lado, también veremos un hecho traumático que le ocurrió a un personaje secundario llamado Jupe (Steven Yeun) que, aunque en un principio puede parecer descolgado, está muy relacionado con el mensaje del filme y la frase inicial que se muestra al inicio de éste. Además, hay una comparación entre las cámaras para filmar de antaño y los aparatos electrónicos que se utilizan ahora, lo que gustará mucho a los que les agrada ver el detrás de escenas de un contenido audiovisual.

Asimismo, acercándonos al último acto, el cual es donde Peele más desatado está en darnos un buen espectáculo, podemos ver un llamado de atención a la prensa amarillista o en general al periodismo, que hace lo que sea por conseguir el video inédito que llevará a generar una gran cantidad de me gusta y comentarios, haciendo que la cámara sea más importante que la propia integridad física. También se pone foco en cómo el humano esconde muy dentro de sí su trauma personal, transformándolo en un producto con el que es posible beneficiarse económicamente.

Por último, aunque hay muchísimos tópicos más por analizar, “¡Nop!” pone sobre la mesa el ego humano. Tanto OJ como Jupe creen firmemente que pueden domesticar a lo que deambula en los cielos, por más que ni siquiera lo conozcan. Esa creencia de que somos superiores a todo lo demás impacta y nos deja reflexionando alrededor de lo efímeros que en realidad somos.

Con una fotografía excelente por parte de Hoyte van Hoytema, reconocido por sus colaboraciones con Christopher Nolan, “¡Nop!” en su conjunto no me parece que supere a los dos filmes anteriores del director, sin embargo lo que sí consigue es dar pie al debate luego de salir de verla, intercambio de opiniones que se sigue dando los días siguientes porque siempre se le puede encontrar algo nuevo. Reinventando el concepto del ente volador, Jordan Peele continúa demostrando que se le da bien la mezcla de géneros.

 

Puntaje: 7

martes, 30 de agosto de 2022

La resiliencia en la soledad

 “La Chica Salvaje” (Where the Crawdads Sing, 2022) es una película de drama y misterio dirigida por Olivia Newman y escrita por Lucy Alibar. Basada en la novela homónima best seller de Delia Owens y producida por Reese Witherspoon, la cinta está protagonizada por Daisy Edgar-Jones. Completan el reparto David Strathairn, Taylor John Smith, Harris Dickinson (Mentes Poderosas, Maléfica: Dueña del Mal), Sterling Macer Jr., Michael Hyatt, Logan Macrae, entre otros.

 


Ambientada entre 1953 y 1969 en Carolina del Norte, Estados Unidos, la historia sigue la vida de Catherine Danielle Clark, apodada Kya (Daisy Edgar-Jones), una joven que desde muy pequeña tuvo que arreglárselas para sobrevivir sola ya que, al tener a un padre abusivo, su madre y hermanos fueron dejando el hogar en el pantano para buscar una mejor vida. Kya conoce la naturaleza a la perfección y se siente cómoda en el lugar en el que está, no obstante los problemas no tardarán en llegar cuando los policías encuentren el cuerpo sin vida del popular Chase Andrews (Harris Dickinson) en la orilla del pantano. Discriminada por todo el pueblo, Kya deberá enfrentar un juicio por homicidio de primer grado que puede conducirla a la pena de muerte.

 


Luego del estreno a mitad de julio en Estados Unidos por fin llega esta adaptación cinematográfica a nuestras salas de cine. “La Chica Salvaje” tiene muchos condimentos que pueden llegar a gustar al espectador. Hay un juicio alrededor de un misterio atrapante, hay un triángulo amoroso y, por sobre todo, hay un desarrollo súper detallista del crecimiento de la protagonista. Lo que más destaco de esta producción es que, al estar viéndola, se nota muchísimo que fue escrita y dirigida por mujeres, tal como tenía que ser.

La desconfianza, el enamoramiento, la inocencia e inteligencia de Kya es lo que nos hace empatizar con ella por completo; esto no es solo mérito del guión sino también de la actriz principal. Ya conocemos el potencial de Daisy Edgar-Jones, que nos dio actuaciones memorables como Marianne en la miniserie Normal People (2020) y como Brenda Lafferty en Por Mandato del Cielo (2022); aquí se vuelve a lucir al interpretar a una chica aislada y juzgada por todos tan solo por tener una vida muy distinta y mucho más difícil que los demás. Desde el primer momento en que la vemos queremos que no le pase nada malo, su tristeza y corazón roto se vuelve nuestro a la vez que nos alegramos junto a ella cuando algo bueno le sucede. Kya es un personaje con tantos matices, tan sensible pero con tanta fortaleza, que hace que el relato nunca se vuelva aburrido ya que queremos conocerla más y más.

En cuanto a la puesta en escena, existen algunos momentos entre Kya y Chase Andrews en los que se nota rápidamente el uso del CGI (imágenes generadas por computadora), ya que el fondo se ve artificial. Esto también sucede con alguna que otra ave (en especial la que se muestra en el principio del filme), lo que puede llegar a despistar al espectador de lo que se nos está contando, sacándolo del contexto. Por suerte, la mayoría de las escenas en el pantano, con los actores utilizando botes a motor, fueron filmadas en escenarios naturales de una armoniosa belleza.

Con un misterio que se mantiene hasta el desenlace y es tan impredecible que sorprende, “La Chica Salvaje” es una historia más que interesante para ver en la pantalla grande. Si se quedan en los créditos podrán escuchar “Carolina” de Taylor Swift, canción que escribió antes de que la película estuviera en producción y que su letra cobra aún más sentido una vez que se conoce el final del relato.

 

Puntaje: 8

sábado, 27 de agosto de 2022

La historia de amor tóxica que continúa

 “After: Amor Infinito” (After Ever Happy, 2022) es una película de drama y romance juvenil que constituye la cuarta entrega de la saga After (previamente ya se estrenaron “After: Aquí Empieza Todo”, “After: En Mil Pedazos” y “After: Almas Perdidas”). Basada en la exitosa novela de Anna Todd, la película está dirigida por Castille Landon y escrita por Sharon Soboil. Los protagonistas vuelven a estar interpretados por Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin. Completan el reparto Chance Perdomo, Arielle Kebbel, Mira Sorvino, Kiana Madeira, entre otros.

 


Luego de la revelación familiar que sacude a Hardin (Hero Fiennes Tiffin) en el final del tercer filme, Tessa (Josephine Langford) intenta ayudarlo a sobrellevar la situación pero le resulta imposible: Hardin vuelve a caer en el alcohol, a tener malas juntas y a detestar a sus seres queridos. Sabiendo que si sigue a su lado terminará hundiéndose y perdiéndose a sí misma, Tessa regresa a Estados Unidos. Sin embargo, el panorama allí tampoco es alentador. Tessa deberá atravesar una pérdida de una persona muy especial para ella, así como también tendrá que decidir cómo comenzar de nuevo. Entre idas y venidas, el amor de Tessa y Hardin penderá de un hilo.

 


Qué más se puede decir de After, un fanfiction que Anna Todd originó en la plataforma de Wattpad basándose en sus fantasías con Harry Styles, uno que fue tan consumido por los adolescentes que luego se publicó como novela. Al parecer, lo que sucede en los libros es mucho más tóxico, sin embargo esta adaptación cinematográfica no se queda atrás. Por empezar, es imposible tomarse a la película en serio: la música fuerte mal utilizada, las líneas de diálogo paupérrimas y las malas actuaciones, en especial la de Hero Fiennes Tiffin, convierten al filme en una gran comedia. “After: Amor Infinito” se disfruta por las razones equivocadas, ya que el drama romántico es indefendible, logrando que en la mayoría de las escenas uno se ría a carcajadas por lo que está viendo.

La película es un rejunte de situaciones en la que los protagonistas se pelean, pero a la siguiente escena se arreglan, pero después vuelven a separarse y así sucesivamente. Son incontables las veces en las que Hardin le dice “lo siento” a Tessa, queriendo arreglar todos sus problemas con la excusa de que no puede dejar de pensar en ella. No obstante, lo único que me pareció bueno en esta producción es que la joven finalmente se da cuenta que Hardin no le hace bien, que lo que tienen no es una relación sana y que el sexo solo lo practican para volver a estar juntos. Es ella la que se pone firme y decide que lo mejor es pasar un tiempo indeterminado sola, no obstante resulta una lástima que meses después vuelva a caer en lo mismo.

Las actitudes violentas por parte de Hardin continúan estando presentes, esta vez no solo da puñetazos a la pared, grita como desquiciado al cielo o dice frases hirientes, sino que llega al punto de incendiar una casa y zafar fácilmente de lo que hizo. Todo justificado con que es un chico que no tuvo una buena infancia, que sufre y tiene demasiados demonios internos. Simplemente patético.

Filmada en Bulgaria al mismo tiempo que la tercera entrega, esta turbulenta historia no termina aquí. Hero Fiennes Tiffin comunicó hace unos días que ya finalizaron de filmar la quinta película y que se llamará “After: Para Siempre” (After Everything). Como placer culposo y contenido para ver de forma irónica, no puedo esperar a verla.

 

Puntaje: 4

jueves, 25 de agosto de 2022

Un plan egoísta para ser la mejor

 “Honor Society” (2022) es una película de comedia juvenil dirigida por Oran Zegman y escrita por David A. Goodman. Protagonizada por Angourie Rice (“The Nice Guys”, “Every Day”), el reparto se completa con Gaten Matarazzo (Dustin en Stranger Things), Christopher Mintz-Plasse (McLovin en “Superbad”), Amy Keum, Armani Jackson, Ben Jackson Walker, Micheal P. Northey, Kerry Butler, Kelcey Mawema, Avery Konrad, entre otros. El filme va a estar disponible desde el 16 de septiembre en la plataforma de Paramount+.

 


La historia gira en torno a Honor Rose (Angourie Rice), una adolescente de diecisiete años que está en el último año de la secundaria. Honor tiene un objetivo muy claro para su futuro: ella quiere que su director Calvin (Christopher Mintz-Plasse) la seleccione para recomendarla a Harvard. Sin embargo, Calvin no solo la tiene a ella en cuenta sino que le comunica que hay otros tres alumnos que poseen tan buenas notas como Honor. Con muchísimas ganas de dejar atrás su aburrido pueblo y convertirse en alguien importante, Honor ideará un plan para distraer a los demás nerds de sus estudios.

 


Hace bastante que no me encontraba con una película que me produjera tanto rechazo y disgusto. “Honor Society” dio en el clavo por varios motivos. Vayamos paso a paso. En primer lugar, la película se une al “recurso de moda” de romper con la cuarta pared, como ya vimos en la estupenda Fleabag, Deadpool y, más recientemente, en Persuasión. De esta manera, Honor nos habla directamente a nosotros durante todo el metraje. Esto no sería un problema si su personaje fuera agradable, sin embargo su forma de ser y pensar en voz alta hace que sea imposible conectar con ella. La joven desde el comienzo se presenta como una persona híper superficial: en su habitación tiene pósters de Beyoncé, Billie Eilish y cuadritos con frases feministas pero en realidad no es que ella apoye a esas artistas o crea en ese movimiento, solo aparenta porque “es lo que está en tendencia y gusta a los demás”; por otro lado, Honor detesta a su barrio y se siente superior a su familia, compuesta por un padre que tiene tres trabajos y una madre a la que siempre se la ve horneando diferentes tipos de pan. Ella se viste y posiciona ante el mundo como una persona rica, una que va a ser mejor a los demás porque logrará triunfar en sus estudios y nunca quedará estancada. Además, sus mejores amigas de la escuela en realidad no lo son y solo están ahí para seguir sus órdenes. Como se puede ver, Honor es una chica detestable, egoísta e hipócrita.

No solo la protagonista es de lo peor, si no que ningún otro personaje se salva. Todos los jóvenes que vemos en pantalla están estereotipados a más no poder. Así es como estará la estudiante introvertida con look emo que nunca nadie tiene en cuenta su opinión, con muecas y gestos muy pronunciados para hacer notar que es una “chica rara”; el típico alumno deportista que su padre es el entrenador pero se suma al club de teatro (imposible que no nos recuerde a High School Musical), las chicas que se la pasan haciendo vivos de Instagram y otros más que ni vale la pena mencionar.

Lo más terrible sin embargo pasa por lo que decidieron hacer con el personaje del director Calvin. En un tono ligero y cómico, se deja en claro que este señor gusta de la joven protagonista, incluso expresándole que quiere pasar la noche con ella y que lo que menos harán es dormir. Me parece horrendo que en el 2022 sigan existiendo escenas como estas, las cuales están representadas sin ningún tipo de responsabilidad y tomándolas como graciosas cuando lo que menos producen es risa. Además, el director en reiteradas ocasiones pretende manipular a Honor (por ejemplo, si Honor no va a un concierto donde él cantará, él no la tendrá en cuenta para recomendarla a Harvard). Nunca se pone sobre la mesa la gravedad del asunto con la excusa de que la protagonista sabe cómo zafarse de estas situaciones, haciéndolo ver como que esto es algo usual. El mensaje que se deja es sumamente peligroso y erróneo.

Por otro lado, en la película se muestra como algo común el drogar a otra persona poniéndole una pastilla en su bebida. No solo sucede una vez, lo que me hace pensar qué pasaba por la mente del guionista al escribir este tipo de escenas con tanta liviandad. Porque si estos temas se tocaran con la seriedad que requieren, la historia sería otra.

Con respecto al rol de Gaten Matarazzo, el cual interpreta a Michael Dipnicky, otro de los jóvenes inteligentes que Honor quiere distraer con su encanto para que empiece a fallar en sus exámenes, debo decir que en un principio era el único que me caía bien. No obstante, la película toma un rumbo completamente distinto al planteado, dejándonos con un plot twist que sorprende pero que, en mi caso, termina por hundir a esta producción.

Sin más que agregar, “Honor Society” deja mucho que desear. No es divertida y su frivolidad exaspera. Angourie Rice tiene futuro en la actuación, solo le falta elegir mejor sus papeles.

 

Puntaje: 3,50