martes, 2 de enero de 2018

Una pared, muchos problemas

“Las Grietas de Jara” es un thriller argentino basado en la novela homónima de Claudia Piñeiro. Está dirigido por Nicolás Gil Lavedra quien además está a cargo del guión junto a Emiliano Torres. El reparto incluye a Joaquín Furriel, Oscar Martínez, Soledad Villamil, Santiago Segura, Laura Novoa, Sara Sálamo y Zoe Hochbaum. Llega a los cines argentinos el 18 de enero de 2018 gracias a la distribuidora Buena Vista.


La historia se centra en Pablo Simó (Joaquín Furriel), un hombre de familia que trabaja en el estudio de arquitectura Borla y Asociados, donde su jefe es Mario (Santiago Segura) y su compañera Marta Hovart (Soledad Villamil). Un día aparece por allí Leonor (Sara Sálamo), una joven que quiere saber el paradero de Nelson Jara (Oscar Martínez). Aunque Mario habla en nombre de los tres asegurando que desconoce a Jara, la tensión se siente en el aire. A partir de ese momento, los recuerdos de lo que pasó con Jara hace tres años perturbarán a Simó.


El film contiene un excelente manejo del misterio en su introducción, que va in crescendo a través de flashbacks con una misma tonalidad de colores pero la mayoría fáciles de distinguir por la presencia física de Nelson Jara. En ellos veremos cómo este hombre se quejaba debido a una grieta en la pared de su hogar ocasionada por una excavación que el estudio Borla estaba realizando al lado. Simó era el encargado de atender su caso y ya desde una primera instancia se puede vislumbrar que Jara no parará hasta conseguir su objetivo: dinero por el daño causado. El señor llega a niveles de obsesión atemorizantes, como espiar cada movimiento de Simó en la vía pública.

La incógnita de qué sucedió con Jara, aunque alguno que otro aspecto de ello pueda resultar previsible, es la que nos lleva a interesarnos por el relato además de la buena construcción del personaje protagónico. Joaquín Furriel compone a una persona conformista que no se anima a cumplir sus deseos internos: hace veinte años que trabaja en el estudio de Borla, sin embargo éste nunca le dio un ascenso ni lo convirtió en su socio; ¿sueña con irse del empleo? Sí, pero no hace nada al respecto; esa misma cantidad de años es la que se pasó haciendo bocetos de un edificio que anhela construir, pero ponerse manos a la obra parece imposible; Pablo Simó también sabe que su matrimonio con Laura (interpretada por Laura Novoa, que hace el mismo papel insoportable que le sigue saliendo tan bien como en la telenovela Dulce Amor) ya no da para más; a pesar de esto, continúa quedándose a su lado.

Furriel tiene un papel con tanto trasfondo que consigue captar la atención del espectador. Oscar Martínez no se queda atrás: su presencia tiene mucha fuerza en pantalla aunque algunas de sus líneas parezcan sacadas del libro y no queden bien expresadas en voz alta. El ámbito misterioso creado en el comienzo decae hacia la mitad del film debido a la repetición de ideas, sin embargo la cinta sigue siendo atractiva por su tópico e interpretaciones.

Revelar más sobre “Las Grietas de Jara” arruinaría su visionado por lo que es mejor disfrutarla sin leer tanto sobre ella. Las empresas arquitectónicas y sus drásticas decisiones son un tema más que original para sumergirse en la sala de cine.

Puntaje: 7


Las apariencias engañan

“Olé! El Viaje de Ferdinand” (Ferdinand, 2017) es una película animada 3D dirigida por el brasileño Carlos Saldanha, conocido por “La Era de Hielo 2: El Deshielo” (Ice Age: The Meltdown, 2006) y los films de “Río” (2011 y 2014). Basada en el libro infantil “The Story of Ferdinand” (1936) de Munro Leaf, el guión estuvo a cargo de Robert L. Baird, Tim Federle y Brad Copeland. Cuenta con las voces originales de John Cena, Lily Day, Jerrod Carmichael, Kate McKinnon, Peyton Manning, Anthony Anderson, David Tennant, Miguel Ángel Silvestre y el cantante Juanes, que también participa con una canción. La cinta está nominada en las categorías de “Mejor Película Animada” y “Mejor Canción Original” (por “Home” de Nick Jonas) en los Globos de Oro.


Ambientada en España, la historia se centra en Ferdinand, un toro que desde pequeño es diferente a los demás. Él se considera amante y protector de cualquier tipo de flor y no comprende el objetivo de luchar contra sus compañeros en el establecimiento Casa del Toro. Cuando escapa de ese lugar hostil, Ferdinand comienza a vivir en la granja de Juan y su pequeña hija Nina. Por un desafortunado episodio, al crecer es llevado de vuelta a donde nació. Ahora no sólo debe soportar que los otros toros no entiendan su estilo de vida, sino también tendrá que lidiar con “El Primero”, un hombre que lo selecciona para enfrentarlo en la Arena más importante de Madrid.


Con colores brillantes y una buena representación de las costumbres españolas, la película deja varios mensajes importantes que pueden llegar a diluirse por culpa de la gran cantidad de comedia apuntada a los niños. Estas situaciones graciosas probablemente no lleguen a serlo para los adultos, ya que en cierta parte de la cinta se sienten alargadas y puestas a propósito para alivianar el drama del relato. La cabra Lupe (Kate McKinnon) es un personaje que sólo tiene como objetivo tirar chistes, así como el Flash que vimos hace poco en “La Liga de la Justicia”. Algunos dan resultado, pero a medida que avanza la trama llegan a cansar por dar vuelta siempre sobre lo mismo. El problema radica en que como espectador generaba mucho más interés el progreso de la relación entre Nina y Ferdinand, pero el crecimiento del animal junto a su amistad con la niña sólo nos lo muestran en un compilado de pocos minutos con música alegre de fondo. Si la nena va a estar en el póster principal, esperábamos verla mucho más.

A pesar de ello, la historia atrapa tanto a chicos como a adultos gracias a la empatía genuina que se logró con el protagonista. Desde un principio conocemos la forma de ser de Ferdinand, lo cual nos lleva a no entender por qué a los demás, tanto humanos como animales, les cuesta tanto respetarlo. Hay críticas significativas hacia los que piensan que los toros en este mundo sólo sirven para luchar, cómo el hombre se cree con el poder de decidir sobre la vida de otro ser vivo y el bullying que existe por considerar “diferente” al prójimo. También se deja una moraleja sobre las apariencias: a Ferdinand se lo considera el mejor toro para combatir por su impactante contextura física y tamaño, sin embargo casi nadie presta atención a lo que es él por dentro.


Puede que “Olé! El Viaje de Ferdinand” tome el camino más simple en vez de profundizar sobre las temáticas importantes planteadas, no obstante resulta una película tierna para disfrutar en familia que algo deja muy en claro: pase lo que pase, no pierdas tu esencia.

Puntaje: 6,50


Dentro del videojuego

“Jumanji: en la selva” (Jumanji: Welcome to the Jungle, 2017) es una película de comedia dirigida por Jake Kasdan y escrita por Chris McKenna, Erik Sommers, Scott Rosenberg y Jeff Pinkner. El reparto está compuesto por Dwayne Johnson, Jack Black, Kevin Hart, Karen Gillan (Nebula en “Guardianes de la Galaxia”, Annie en “El Círculo”), Nick Jonas, Alex Wolff (Tsarnaev en “Día del Atentado”), Madison Iseman, Morgan Turner y Ser'Darius Blain. Llega a los cines argentinos tanto en 3D como 2D el 4 de enero gracias a la distribuidora Sony Pictures.


La historia se centra en cuatro jóvenes de secundaria que, como castigo por su mal comportamiento, deben quedarse en Detención sacando grapas de un montón de revistas. Es en ese cuarto que uno de ellos, Spencer (Alex Wolff), halla un videojuego llamado Jumanji. Luego de convencer a los demás, cada uno agarra un control de mando y selecciona qué personaje dentro del juego desea ser. Esto deriva en que sean succionados dentro del videojuego, sin tener el aspecto físico de siempre debido a los avatares elegidos anteriormente. Juntos deberán pasar varios niveles y ganar para volver al mundo real.


Cuando salieron las primeras noticias sobre que se haría una “secuela” de la icónica Jumanji (1995), la preocupación estalló en las redes sociales porque nada podría superar la interpretación de Robin Williams. Para alivio de muchos, esta película sólo toma el título de su antecesora ya que no tiene casi nada que ver con la original. Su argumento se sostiene por sí mismo, siendo tan extremadamente simple que sino viste la anterior la vas a entender sin ningún problema.

Desde la elección de casting (actores que también son comediantes) se nota el único objetivo que tiene este film: hacer pasar un buen rato al espectador, conseguir que se ría y divierta. Entonces la gran incógnita en cuestión es: ¿lo logra? En cierta medida sí, pero le juega en contra su duración. Dos horas es demasiado para una película de este estilo, donde la previsibilidad está al tope desde el comienzo. Los chistes en el último tramo ya no funcionan y los últimos 30 minutos se sienten muy alargados teniendo en cuenta que sabemos cómo acabará todo.

Los protagonistas estereotipados (el nerd, el fortachón, la chica superficial y la tímida) logran formar un buen equipo por ser tan diferentes entre sí y encima estar atrapados en un cuerpo que no es el suyo. Otros aspectos también resultan atractivos, tales como que los cuatro dentro del juego cuentan con habilidades y debilidades de acuerdo al avatar elegido, tienen tres vidas por individuo y los demás personajes están programados para decir siempre lo mismo.

Las situaciones inverosímiles están a la orden del día pero quedan justificadas por el ambiente en el que se desarrolla la cinta. Un gran acierto es el tema musical central: “Welcome To The Jungle” de Guns N' Roses capta el tono del film a la perfección.

“Jumanji: en la selva” es una opción para tener en cuenta si se busca entretenimiento familiar ligero y pasatista. Sin lugar a duda los gamers la disfrutarán mucho más.

Puntaje: 5


lunes, 1 de enero de 2018

Disconforme con la vida

“La Rueda de la Maravilla” (Wonder Wheel, 2017) es una película dramática dirigida y escrita por Woody Allen. Está protagonizada por Kate Winslet, Juno Temple (Fanny en “Lejos del Mundanal Ruido”), Jim Belushi y Justin Timberlake. Su primera exhibición fue en octubre durante el Festival de Cine de Nueva York. Se estrena en salas argentinas el 4 de enero de 2018 gracias a la distribuidora Digicine.


Ambientada en los años 50 en el famoso parque de diversiones de Coney Island, la historia se centra en Ginny (Kate Winslet), una mujer de 40 años a la que nada parece salirle bien: en su juventud quiso ser actriz pero fracasó así que ahora trabaja como mesera en un restaurante de almejas, su hijo pequeño (de un matrimonio anterior) está tan fascinado por el fuego que inicia fogatas en cualquier lado y su esposo Humpty (Jim Belushi), encargado de manejar la calesita, es alcohólico, la maltrata y no respeta sus gustos. Con la llegada de Carolina (Juno Temple), hija de Humpty que debe esconderse porque su novio gángster la persigue, las cosas se irán complicando más y más en la vida de Ginny, hundiéndose en una espiral de obsesión y celos de la que le será imposible salir.


Justin Timberlake es el encargado de romper la cuarta pared y, casi como una obra teatral, introducirnos en el relato del que él luego será un personaje clave. Woody Allen esta vez decide poner foco en los sentimientos complejos del ser humano a la hora de relacionarse, generando un clima tenso gracias a un guión que no da respiro.

En cuanto a los actores, sin lugar a dudas todos los aplausos se los lleva Kate Winslet, dando una de las mejores interpretaciones de su carrera. Su personaje no conoce la armonía, los nervios forman parte de su día a día y Carolina, sin tener malas intenciones, funciona como la gota que colma el vaso. Ginny tiene tantas emociones a flor de piel, tanto por expresar, que a veces es sofocante seguirle el hilo. La negatividad está presente en cada una de sus líneas, por eso cuando aparece un atisbo de felicidad en su vida, sabemos que no terminará bien. En muchas partes su forma de ser nos da ganas de decirle que se intente calmar, pero al estar cegada por amor no hay chance que se dé cuenta que quizás la otra persona no siente lo mismo.

No se puede dejar pasar la sublime fotografía de Vittorio Storaro, que ya había trabajado con Woody Allen en “Café Society” (2016) y también lo hará en su próxima película “A Rainy Day in New York”. El italiano convierte las luces de neón artificiales de la noria en otro personaje del relato, utilizando colores anaranjados a contraluz para los momentos de discusión y oscuros para dar paso a la soledad. La primera imagen de la cinta, que muestra la cantidad de gente disfrutando de la playa, tranquilamente podría ser un cuadro. La belleza de la película se percibe en el contraste: dentro de un lugar tan alegre como Coney Island, lleno de juegos y algodón de azúcar, los personajes viven un infierno por errores del pasado y deseos que no se hicieron realidad.


A pesar de tener un desenlace tan indefinido como insatisfactorio, “La Rueda de la Maravilla” (título que funciona como metáfora) ofrece una trama atractiva sostenida por un sólido casting, nostálgica ambientación y un guión que profundiza sobre las acciones llevadas a cabo a partir del egoísmo. Si te gusta el cine de Allen, ésta no está para dejarla pasar. 

Puntaje: 8