lunes, 30 de octubre de 2017

El cabo herido que tenía otras intenciones

“El Seductor” (The Beguiled, 2017) es una película dramática dirigida y escrita por Sofía Coppola. Está basada en la novela de Thomas P. Cullinan, que ya había tenido su adaptación cinematográfica en 1971. El reparto incluye a Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Colin Farrell, Oona Laurence (Leila en “Revancha”, Natalie en “Mi amigo el dragón”), Angourie Rice (Holly en “Dos tipos peligrosos”), Addison Riecke y Emma Howard. Fue presentada en el Festival de Cannes donde Coppola hizo historia al ser la segunda mujer que consiguió el premio a la Mejor Dirección. Llegó a las salas argentinas el 26 de octubre gracias a la distribuidora UIP.


En 1864, durante la Guerra de Secesión, Martha Farnsworth (Nicole Kidman) está al mando de un internado de señoritas en Virginia. Las únicas que siguen viviendo allí son la maestra Edwina (Kirsten Dunst), la adolescente Alicia (Elle Fanning) y otras cuatro niñas. Un día Amy (Oona Laurence) camina por el bosque en busca de setas y por sorpresa se encuentra con un hombre herido recostado en un árbol. Él es John McBurney (Colin Farrell), cabo del norte que dejó el campo de batalla debido a su pierna maltrecha. Aunque sea considerado un enemigo, Amy decide llevarlo hacia el internado para que Martha lo cure. La llegada de este soldado revolucionará la vida metódica de estas mujeres que tienen las hormonas a flor de piel. Lo que no saben es que John seduce a quien se le cruce y ni se le pasa por la cabeza volver a la guerra.


El gran acierto de la cinta es mostrar todos los sucesos desde el punto de vista de las mujeres, cómo les afecta la llegada de este desconocido y cómo actúan para llamar su atención. Muchos podrán decir que la primera parte del film consiste en una recopilación de escenas en las que no sucede nada relevante, sin embargo el foco tiene que hacerse sobre los pequeños detalles: en el internado Farnsworth las chicas aprendían caligrafía, idiomas, modales, rezaban, cocinaban y preparaban la huerta; dentro de esa gran casa las reglas eran rígidas y desde la llegada del cabo como espectador podemos observar cambios enormes. De repente la atracción sexual aparece en sus vidas, lo que da paso a interesarse por algo “nuevo”, tener otro propósito que no sea limpiar u ordenar. Las formas que tiene cada una de llamar la atención de John, sus risitas y curiosidad están tan bien plasmadas que todo el primer tramo se hace súper disfrutable.

La ambientación de la época es otro de los grandes aciertos. La manera en la que está filmada, el diseño del título y los créditos dan la sensación de que estamos viendo una película antigua, que no tiene problema en tomarse su tiempo para desarrollar la historia. El contraste entre los vestidos blancos y el bosque, la oscuridad con la luz de las velas y el amanecer con la llegada de la noche están muy bien logrados junto a la armonía interrumpida que reina en ese lugar.

Hay que tener en cuenta que el tráiler de la película puede resultar engañoso ya que nos plantea que estas mujeres son consumidas por los celos y por venganza le hacen pasar una pesadilla al soldado herido. Esta idea no puede ser más errónea. En esta versión Sofía Coppola cambia aspectos mínimos que en su conjunto logran tener otra perspectiva: muestra lo desprotegidas que se sienten, cómo algunas acciones no tienen una intención maligna de trasfondo y que la violencia se da por parte del hombre.

Todo el elenco está muy bien pero ninguno llega a destacarse por sobre otro. Individualmente no llegamos a conocer casi nada de los personajes, aunque esto no genera que no nos interese lo que va sucediendo debido al atractivo que genera ver la forma de vida en el internado.

La primera parte nos prepara para lo que va a venir, sabemos que algo en cualquier momento va a explotar y cuando lo hace el film se queda corto. Quizás hubiese sido más fructífero sacar algunos minutos del comienzo y desarrollar más el final, ya que éste se siente apresurado teniendo en cuenta el ritmo planteado desde un principio.


“El Seductor” se basa en los gestos, formas de vestirse, de caminar, miradas y ligeros cambios de actitudes para mostrar el deseo femenino. Plasma las (des)ilusiones y lo que uno está dispuesto a hacer por su propia seguridad. Aunque el desenlace sea abrupto, la cinta es un buen producto que no hay que dejar pasar. 


jueves, 26 de octubre de 2017

Estado ausente

“Alanis” es una película argentina dramática basada en un cortometraje. Está dirigida y escrita por Anahí Berneri, siendo su quinto film. La protagonista es Sofía Gala Castiglione, hija de Moria Casán. También actúa Dante Della Paolera, hijo de Sofía tanto en la realidad como en la ficción. Fue premiada en el Festival de San Sebastián con tres galardones: Concha de Plata a la mejor dirección, mejor actriz y Premio de la Cooperación Española. Llegó a las salas argentinas el 21 de septiembre de 2017 gracias a la distribuidora Cine Tren.


María (Alanis para los clientes) es una joven madre y prostituta que alquila un departamento de Once junto a su amiga Gisela (Dana Basso). El lugar lo usa para vivir, criar a Dante (Dante Della Paolera) y además trabajar. Un día tocan timbre, María abre la puerta y dos policías que se hacen pasar por clientes irrumpen a la fuerza y se llevan presa a Gisela (luego de revisar y romper varias cosas de su hogar). Después de este episodio el dueño del departamento llega y prácticamente deja en la calle a María y su bebé, no queriéndoles abrir la puerta. Así es como Alanis tendrá que rebuscársela yendo a vivir por unos días a la casa de su tía Andrea (Silvina Sabater), que tiene un local de ropa por la zona.

La película nos invita a meternos por 83 minutos en lo difícil que es trabajar de algo sin ningún tipo de protección por parte del Estado. Alanis decide dedicarse a la prostitución, no es víctima de trata. Aparte de que cada uno hace con su cuerpo lo que desee, Anahí Berneri incluye el tema de la maternidad y decide que el foco esté puesto ahí. El tipo de trabajo que optó tener María en ningún momento influye en la calidad de madre que es. Las escenas entre la protagonista y su bebé inundan la cinta, haciéndonos ver cómo ella cuida del niño dándole un amor de lo más sincero.


Sofía Gala Castiglione se consagra como una gran actriz gracias a este rol. Su actuación se siente súper natural, fresca y espontánea. Que su hijo aparezca en la mayoría de las escenas también es para destacar: la química que tiene con su madre es indiscutible y transmite muchísima ternura.

Con una fotografía sombría que nos muestra las calles y plaza de Once, la película exuda realismo con situaciones que sabemos que suceden pero nos ocupamos de ignorar, como por ejemplo el enojo (y hasta violencia) de un grupo de prostitutas porque otra “nueva” se paró en el lugar que ellas estaban.

Se nota que la cinta está hecha con bajo presupuesto, sin embargo esto no hace que el mensaje que quiere dar no quede bien plasmado. El desenlace da un toque de esperanza para el futuro de María, un optimismo que solo no alcanza y hasta el día de hoy tiene que lidiar con un sistema social excluyente.


Guiados por el deseo

“Mater” es una película argentina dramática basada en la obra de teatro “El Viento en un Violín” de Claudio Tolcachir, al que hace muy poco vimos actuar en Una Especie de Familia. Está dirigida y escrita por Pablo D'Alo Abba. El reparto incluye a Lautaro Perotti, Tamara Kiper, Inda Lavalle, Miriam Odorico, Araceli Dvoskin y Gonzalo Ruiz. Todos ellos actuaron en la obra teatral por lo que tuvieron que adaptar sus personajes a la pantalla grande. Llegó a los cines argentinos el 12 de octubre de 2017 gracias a la distribuidora Aura Films. 


La historia tiene dos tramas. Por un lado se nos presenta a Darío (Lautaro Perotti), un hombre de 32 años que aún vive con su madre Mecha (Miriam Odorico). Ésta tiene un carácter muy fuerte, controla a su hijo a niveles inimaginables. Por otro lado está Celeste (Tamara Kiper), novia de Lena (Inda Lavalle) e hija de Nora (Araceli Dvoskin). Debido al gran deseo que tienen Lena y Celeste de formar una familia, una noche deciden ir hacia un boliche y elegir a un hombre para que Celeste quede embarazada. Las cosas se les van de las manos y terminan violando a Darío. Lo que no saben es que él vive donde Nora trabaja como mucama, por lo que el encuentro en el futuro de Celeste y Darío va a ser casi inevitable.

En latín “Mater” significa madre y no hay mejor manera de definir a este film en el que podemos ver distintas maneras de ejercer el rol materno. Miriam Odorico encarna a una madre insoportable, engreída y autoritaria. Las decisiones que toma su hijo van a ser las que ella decida, lo que genera que no le dé ni una pizca de libertad. Araceli Dvoskin como Nora tiene un papel totalmente contrario, es súper pasiva, no emite opiniones y respeta las decisiones de su hija. Que nunca le cuestione lo que hizo resulta muy raro visto desde el afuera. Y por último está la pareja de Lena y Celeste, que las ganas tan incontrolables de ser mamás las lleva a cometer un acto terrible, ultra injustificado.

Sabiendo o no que la idea del relato proviene de una obra teatral, gracias a las actuaciones y al guión la película nunca se siente forzada, se nota que la adaptaron bien para que sea plenamente un producto cinematográfico. La música acompaña de manera fluida lo que estamos viendo: conflictiva, tranquila o con tensión de acuerdo a la escena.

Al comienzo del film las personalidades de cada uno del reparto quedan bien marcadas, lo que genera que nos interese hacia dónde se va a dirigir la historia. Sin embargo la inverosimilitud se hace presente cuando de toda la gente que hay en el boliche, Lena y Celeste eligen a Darío. La casualidad es demasiada.

El desenlace deja reflexionando al espectador por cómo actuó cada personaje, en particular Darío. Uno se pone en su situación y entiende por qué toma esa gran decisión pero a la vez ciertos aspectos no logran cerrar del todo. La sensación cuando comienzan a bajar los créditos es rara y da para debatir luego: ¿Se tomó muy a la ligera el tema de la violación? ¿No merece un castigo?


“Mater” constituye una propuesta original que se basa en los deseos de varias personas: tanto el de Lena y Celeste por querer formar una familia a toda costa como el del protagonista, hostigado por su madre desde pequeño. Se puede no quedar conforme por cómo se resuelven los hechos, sin embargo no se puede negar que ésta sea una buena película. 


En el medio de la nada

“Más Allá de la Montaña” (The Mountain Between Us, 2017) es una película dramática dirigida por Hany Abu-Assad y escrita por Chris Weitz y J. Mills Goodloe. Está basada en el libro del mismo nombre escrito por Charles Martin. Kate Winslet e Idris Elba son los protagonistas. Llegó a las salas argentinas el 19 de octubre gracias a la distribuidora Fox.


Debido a una tormenta, los vuelos en el aeropuerto Boise de Estados Unidos son cancelados hasta el día siguiente. Alex (Kate Winslet), una foto periodista que se encontraba allí por su trabajo, debe regresar si o sí a Denver para casarse con Mark (Dermot Mulroney). Por otro lado, el neurocirujano Ben (Idris Elba), que asistió a una conferencia, tampoco puede esperar a la mañana siguiente ya que tiene que realizar una cirugía de emergencia a un niño. Al ver que Ben también está preocupado porque los vuelos fueron reprogramados, Alex se le acerca y le pregunta si quiere viajar con ella en un helicóptero privado local. Así recurren a Walter (Beau Bridges), que junto a su perro acepta emprender viaje hacia Denver. En pleno vuelo el conductor sufre un infarto que provoca la caída inevitable del helicóptero. Alex y Ben, dos personas desconocidas entre sí, deberán arreglárselas para sobrevivir en las montañas nevadas de High Uintas Wilderness, Utah.


Con buenas actuaciones por parte de Kate Winslet e Idris Elba, “Más Allá de la Montaña” nos otorga unos paisajes maravillosos como también desoladores, ya que el silencio inunda el lugar y, como a los protagonistas, nos hace pensar que no hay manera de que puedan ser rescatados de allí. El celular de Alex se rompió, el de Ben no tiene señal, Walter nunca avisó a la torre de control que volaría ese día y los alimentos son escasos. Además Alex tiene lastimada su pierna y Ben tiene algunas costillas rotas (esto se menciona sólo una vez y luego Idris Elba camina lo más bien). Su gran compañía es un perro labrador, que cuando se aleja mucho de ellos Alex le exige a Ben que vaya a buscarlo.

La película se siente muy alargada en sus 111 minutos de duración. El guión resulta muy plano lo que genera que el espectador se aburra por momentos. Cuando uno piensa que la historia dará un giro interesante, el director se encarga de que no sea así.

No hay que olvidar que además el amor entre estas dos personas con formas de ser tan opuestas va a ser inevitable, sin embargo este aspecto romántico no está bien plasmado en la pantalla grande. Desde que quedan a su suerte en las montañas, los protagonistas se ayudan entre sí (más él a ella), se pelean por lo sucedido, se echan culpas y luego se perdonan. Sólo se tienen el uno al otro y él se quiere convencer a sí mismo de que alguien vendrá a rescatarlos mientras que ella, aunque está herida, quiere salir a toda costa a buscar ayuda y no quedarse acostada dentro del helicóptero roto. Esa relación entre los dos se ve arruinada cuando se mete una escena sexual que queda totalmente fuera de lugar. Para reafirmar que ellos se gustaban desde un primer momento, se ponen flashbacks de sus miradas y de él ayudándola a caminar. Muy forzado.

Lo que uno más está esperando que suceda, cuando pasa no es mostrado. Directamente se pone pantalla en negro y vemos el después. Desde ese momento hay muchas escenas de relleno que podrían haberse quitado.


“Más Allá de la Montaña” es un film que se destaca en su fotografía y gracias a la labor de sus actores el relato consigue ser llevadero. Para los que buscan una historia súper simple con tintes de drama y romance, ésta es una buena opción. 


sábado, 21 de octubre de 2017

La conexión entre pasado y futuro

“2:22” es un thriller de Estados Unidos y Australia dirigido por Paul Currie y escrito por Todd Stein y Nathan Parker. Los protagonistas son Michiel Huisman, conocido por su papel de Daario Naharis en la exitosa serie Juego de Tronos, y Teresa Palmer (Clare en la reciente Berlin Syndrome). Se estrenó el 30 de junio de 2017 pero no llegó a salas argentinas.

Dylan tiene una vida rutinaria que se basa en trabajar como controlador del tráfico de aviones. Su padre fue un gran piloto pero él tiene miedo a volar. Un día en su empleo le sucede algo inusual: es como si se desconectara del presente, lo que genera que casi dos aviones choquen. Luego de ser suspendido por semanas, Dylan conoce a Sarah, una de las pasajeras que casi pierde la vida por el descuido de él. Sarah trabaja en una galería de arte, donde su ex novio (Sam Reid) va a presentar un holograma. Dylan comienza una relación con ella y empieza a notar que cada día a determinada hora hay cosas que se repiten: cae una gota de agua, aparece un bicho muerto en su cuaderno, pasa por al lado de una mujer que dice siempre la misma frase, etc. Además tiene una visión de una situación que pasó 30 años atrás en la Terminal Grand Central de Nueva York. Desconcertado por estos patrones que se repiten y que siempre terminan con algún accidente cercano a las 2:22 pm, Dylan deberá conocer en detalle lo que pasó en Grand Central para poder librarse tanto de su muerte como la de Sarah.

La película parte de una idea súper interesante, en la que nos dan toda una explicación sobre las constelaciones, el tiempo y el espacio, para después decaer en picada. Busca ser pretenciosa, aspira a que el espectador no entienda lo que suceda, y luego se torna demasiado previsible, sin dar las respuestas necesarias a lo que se planteó en primera instancia.

Su máximo error radica en la manera en la que está narrada: no tiene ritmo y hay demasiadas escenas en las que no sucede nada relevante, por lo que está justificado que te llegues a aburrir y no la quieras terminar. El guión también es bastante soporífero pero los protagonistas, gracias a su química y carisma, logran su cometido.

Más que un thriller la cinta llega a convertirse en una historia de amor entremezclada con conexiones temporales que unen a la pareja con otras dos personas del pasado. Por desgracia no se supo utilizar bien la temática por lo que cuando termine, casi seguro que en tu memoria no van a quedar rastros de lo que viste. 


miércoles, 18 de octubre de 2017

Un desastre artificial

“Geo-Tormenta” (Geostorm, 2017) es una película de ciencia ficción dirigida, co-escrita y co-producida por Dean Devlin. El reparto incluye a Gerard Butler, Jim Sturgess, Ed Harris, Abbie Cornish (Wally en El Romance del Siglo), Andy García, Alexandra Maria Lara (Marlene en Rush), Robert Sheehan (Simon en Cazadores de Sombras: Ciudad de Hueso), Daniel Wu, Zazie Beetz, Eugenio Derbez y Talitha Bateman (Janice en Annabelle 2: La Creación). Llega a los cines argentinos tanto en 3D como 2D el 19 de octubre gracias a la distribuidora Warner Bros.


Jake (Gerard Butler) años atrás diseñó un satélite para controlar las catástrofes naturales de la Tierra pero ahora todo está comenzando a fallar: en Afganistán descubren cuerpos congelados, en la estación espacial una persona murió y en Hong Kong el piso se convirtió en lava, causando la caída de varios edificios. Max (Jim Sturgess) se lleva muy mal con su hermano Jake pero juntos deberán evitar la formación de una Geo-tormenta que puede acabar con la vida humana en la Tierra. Por otro lado, el mal funcionamiento del satélite no es una casualidad: alguien lo desestabilizó y los hermanos, separados por años luz ya que Jake volvió al espacio, deberán descubrir quién fue.


Si miramos para atrás, por el cine ya han pasado varias películas sobre desastres naturales que además cuentan con una buena historia. Las más emocionantes podrían llegar a ser “El Día Después de Mañana” (The Day After Tomorrow, 2004) o “Lo Imposible” (The Impossible, 2012). Otras en las que el argumento es medio flojo pero utilizan buenos efectos para retratar la destrucción de la naturaleza son “En El Tornado” (Into The Storm, 2014) y “Terremoto: La Falla de San Andrés” (San Andreas, 2015). Por el póster promocional de Geo-Tormenta uno llega a creer que las diversas catástrofes que veremos en la pantalla grande van a ser épicas: nos engañaron. 

El film tiene sus mayores fallos en el guión, que desde la primera escena ya nos aburre. Los personajes hablan y hablan en un juzgado, en reuniones políticas, se comunican a través de pantallas tecnológicas con los que están en el espacio, etc. Si el guión estuviera bien armado quizás las conversaciones nos generarían un mínimo interés, pero con el paso de los minutos esto no se revierte y encima se colocan chistes forzados que lo que menos hacen es dar gracia.

La relación entre los hermanos Jake y Max está muy mal desarrollada, al punto que a veces se sube el volumen de la música melancólica para enfatizar lo que está sucediendo. Si desde el primer  minuto no hubo ningún tipo de esfuerzo por hacernos empatizar con ellos dos, de la nada no se puede lograr que nos interese lo que les pasa.

La cinta usa de excusa a los desastres naturales para mostrar una conspiración dentro del gobierno. Sin embargo este aspecto tampoco está bien logrado. El objetivo del villano es demasiado inverosímil, lo que hace imposible que sea tomado en serio. Todo lo que dicen los actores resulta falso y acartonado gracias a los malos diálogos que les dieron. La única que se salva es Talitha Bateman como la hija de Jake, una niña que a pesar de tener dos escenas sabe transmitir la preocupación por la vida de su padre.

Y en cuanto a la destrucción del planeta, aspecto que hay que tener mucha paciencia para que de una vez por todas llegue, también deja mucho que desear. El CGI quizás podría zafar si como espectador nunca se vio una película de este estilo. Caso contrario es fácil darse cuenta de lo mal utilizado que está, haciendo que la conexión con lo que sucede sea nula.

“Geo-Tormenta” quiso mezclar cuestiones políticas y ambientales con científicos espaciales. El resultado es una película catastrófica en la que sus 109 minutos se te harán una eternidad.


miércoles, 11 de octubre de 2017

El paso del tiempo en una amistad

“El Futuro Que Viene” es una película argentina que constituye el debut cinematográfico como directora y guionista de Constanza Novick, que ya tenía experiencia en el formato de la televisión. Está protagonizada por Dolores Fonzi y Pilar Gamboa, actrices que hace poco pudimos ver en “La Cordillera” y “El Pampero” respectivamente. El reparto incluye también a Violeta Narvay, Victoria Parrado, Charo Dolz Doval, Esteban Bigliardi, José María Yazpik y Federico León. El film, producido por Lisandro Alonso, marido de Novick, viene de ser presentado en el Toronto International Film Festival (TIFF). Llega a las salas argentinas el 12 de octubre gracias a la distribuidora Buena Vista.


La historia se centra en la amistad de Romina (Dolores Fonzi) y Florencia (Pilar Gamboa), una relación que se inicia en la infancia y llega hasta la actualidad. Dividida en tres etapas (1988, 2004 y 2017) seremos testigos de los cambios que van ocurriendo en sus vidas, las distancias que toman la una de la otra y sus reencuentros.


Muchas cosas son las que Constanza Novick abarca en su película chiquita pero significativa. En un principio vemos los años en el colegio de Flor y Romi, la diferencia que existe entre la época de los 80 con respecto a la de ahora. Ellas van a gimnasia artística, se divierten armando coreografías, imitando los diálogos de las telenovelas y gustando del mismo chico. Desde esos primeros minutos se nota las distintas personalidades que tienen: Romina es estudiosa, reservada y tímida en cambio Florencia no tiene problema en escaparse de la casa a la noche para tener su primer beso. Analizándolas por separado, uno nunca creería que se podría formar una amistad, sin embargo sus diferencias las unen.

Dieciséis años después la situación es otra: Florencia reaparece en la casa de Romina para instalarse allí luego de vivir varios años en México, donde conoció a un hombre que parece haberla engañado. Romina ahora está casada, es madre de una beba y trabaja en la AFIP. Novick se anima a mostrar el lado negativo de la maternidad y sale airosa. Romina está cansada, si hubiera sabido lo que implicaba tener una hija no la hubiese tenido, ya no encuentra sentido a su relación de pareja y no quiere aceptar que su vocación siempre fue ser escritora, no trabajar en una oficina con una compañera insoportable que vive hablando por teléfono.

La química de Pilar Gamboa y Dolores Fonzi brilla en este largometraje y sorprende aún más teniendo en cuenta que antes de filmarla no eran amigas en la vida real. Gamboa compone a una mujer extrovertida y enamoradiza que dice lo que le pasa por la cabeza en el momento, sin miedos. Cuando su personaje comienza a vivir en la casa de Romina, como espectador podemos notar cómo no tiene ni por asomo idea de lo que es ser madre: Florencia fuma, habla fuerte, maneja sin cuidado el cochecito, etc. Gracias al inteligente guión, que tiene un correcto balance entre situaciones graciosas y dramáticas, podemos empatizar con las dos sin que se generen bandos.

Otro punto a destacar es cómo los hechos cotidianos que se muestran en pantalla dan un realismo tan genuino que sin dudas te hace sentir identificado con al menos algo de lo que sucede. Se nota que el film cuenta con un bajo presupuesto, sin embargo su fortaleza recae en que lo que pretende transmitir, en su mensaje que llega perfecto hacia nosotros.

“El Futuro Que Viene” explora desde adentro una amistad entre dos mujeres, que a pesar de los años que pasan separadas siempre van a estar la una para la otra. El apoyo mutuo, la sinceridad, la pérdida de un ser querido, la separación y la maternidad son sólo algunos de los tópicos que plantea durante su corta duración de 85 minutos. Un film pequeño pero con grandes moralejas que muestra situaciones de la vida misma, sin un final establecido.




martes, 10 de octubre de 2017

Jugando con la muerte

“Línea Mortal: Al Límite” (Flatliners, 2017) es una película de suspenso escrita por Ben Ripley y dirigida por Niels Arden Oplev, conocido por “La Chica del Dragón Tatuado” (The Girl with the Dragon Tattoo, 2009). Funciona como remake del film de 1990 con el mismo nombre, protagonizado por Julia Roberts, Kevin Bacon, Oliver Platt, William Baldwin y Kiefer Sutherland (este último tiene un pequeño papel en la remake). Ahora los actores principales son Ellen Page, Nina Dobrev, Diego Luna, Kiersey Clemons y James Norton. Llega a las salas argentinas el 12 de octubre gracias a la distribuidora Sony Pictures.

Cinco estudiantes de medicina se unen para experimentar qué es lo que sucede cuando el corazón deja de latir por unos minutos. Al revivir, van notando que sus pecados del pasado los persiguen por lo que sólo podrán vivir tranquilos si deciden hacerse cargo de sus errores.

Desde su estreno en Estados Unidos no hay casi ninguna crítica positiva hacia este film, ya con el horrible póster promocional parecía una producción mala, por lo que verla con bajas expectativas ayuda mucho. Nadie pedía una remake de la buena película de 1990, sin embargo cada vez más se nota en Hollywood que las ideas originales escasean. Así es como en esta producción se ocupan de que cada uno de los estudiantes de medicina cargue con la culpa de algo que hizo y ese pecado tiene cierta similitud con lo que pasaba en la película de los 90, además de que también está el que no se anima a experimentar qué es lo que pasa luego de morir.


Al ritmo de frases como “hoy es un buen día para morir”, somos testigos de lo que hacen cinco jóvenes en el sótano de un hospital, encabezados por Courtney (Ellen Page), la que perdió a un ser querido y la que más quiere saber qué es lo que hay en el más allá. La diferencia que establecieron en esta remake se basa en que luego de volver a la vida, los chicos tienen habilidades que antes no poseían como también son perseguidos por entes malignos. Y en este agregado es donde el film falla. Mientras que todo el primer acto resulta interesante, cuando se decide dar “terror” con jump scares y efectos malísimos la cinta va perdiendo cualquier atisbo de credibilidad.

El reparto está en un nivel que ni es bueno ni malo. No llegamos a empatizar con ninguno de ellos pero tampoco aburren. Se nota que quisieron darle a la historia una onda más adolescente y lo consiguen. A pesar de ello hay algo inentendible que sucede en la mitad de la película aproximadamente que descoloca lo que se venía narrando. No se puede dilucidar qué es lo que le pasó al director por la cabeza a la hora de armar esa secuencia, que si entramos en detalles sería spoiler.

“Línea Mortal: Al Límite” hubiese estado mucho mejor si se apegaba al relato original, sin embargo no es la película desastrosa que todos creen. Aunque no valga la pena gastar dinero para verla, es el típico film que entretiene y deja un buen mensaje si querés pasar una tarde con amigos sin darle mucha vuelta a un argumento sencillo que seguramente olvides con el paso de los días.


sábado, 7 de octubre de 2017

¿Qué nos hace humanos?

“Blade Runner 2049” es una película de ciencia ficción dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, reconocido por grandes filmes como son “La Sospecha” (Prisoners, 2013), “El Hombre Duplicado” (Enemy, 2013), “Sicario” (2015) y “La Llegada” (Arrival, 2016). Está escrita por Hampton Fancher y Michael Green. El reparto incluye a Ryan Gosling, Ana de Armas, Robin Wright, Sylvia Hoeks, Harrison Ford, Jared Leto, Mackenzie Davis, Carla Juri y Dave Bautista. La película funciona como secuela de “Blade Runner” (1982), cinta de culto que en su paso por el cine no fue bien recibida pero con el tiempo fue ganando un reconocimiento altísimo e inspiró a otras producciones cinematográficas. Llegó a las salas argentinas tanto en 3D como 2D el 5 de octubre de 2017 gracias a la distribuidora Sony Pictures.


Treinta años pasaron desde los hechos ocurridos en 2019 en la primera película protagonizada por Harrison Ford y Sean Young. Ahora la historia se centra en K (Ryan Gosling), un nuevo tipo de Blade Runner que trabaja para la policía de Los Ángeles. Su jefa Joshi (Robin Wright) le da una nueva orden: encontrar y retirar (matar) a replicantes viejos a los que se les perdió el rastro luego del Apagón (éstos son robots hechos por bioingeniería que se hacen pasar por humanos y es muy difícil diferenciarlos de ellos). Al retirar a un antiguo replicante, K encuentra algo sorprendente que pone en duda todo lo que se pensaba hasta el momento y puede ocasionar una revolución.


Desde que se anunció que habría una secuela 35 años después de la icónica Blade Runner, que marcó un antes y un después en la manera de hacer ciencia ficción, muchos se preguntaban si era realmente necesaria, si no arruinaría lo que se creó ya que en la mayoría de los casos las segundas partes nunca llegan al nivel de la original. Ridley Scott, quien  fue en 1982 director de la primera entrega, esta vez pasó a ser productor ejecutivo dejando la dirección en manos de Denis Villeneuve. El resultado es sorprendente: Villeneuve nos brinda una película que exuda respeto hacia su antecesora y a la vez expande el universo ya creado; el conflicto central es de lo más interesante y, aunque esté relacionado con la primera, se mantiene por sí solo sin sentirse forzado.

Sin lugar a dudas, y ya lo veíamos en los tráilers, Blade Runner constituye un espectáculo visual que sólo puede ser apreciado completamente en la pantalla de cine más grande que encuentres. Cada plano y encuadre con su correspondiente paleta de colores te deja maravillado y atónito por el gran trabajo del británico Roger Deakins, el cual ya es hora que le den el Óscar luego de 13 nominaciones a Mejor Fotografía. Cada set de filmación hecho en formato real y con poca utilización de pantalla verde hace que el espectador vuelva a entrar en ese mundo ya conocido pero renovado, sin sentirlo en ningún momento falso.


Otro aspecto a destacar es la banda sonora compuesta por Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch. La música atrapa en todo momento como también los silencios, generando tensión y una solemnidad que recuerda a la primera.

Párrafo aparte para la actuación que ofrece Ryan Gosling. Resulta imposible imaginarse a otro actor en el papel del oficial K. Su trasfondo es complejo, tiene varios matices y va cambiando a medida que la trama avanza. Sin hablar demasiado podemos captar cómo se está sintiendo, lo que va pensando. Su impasibilidad y manera de actuar llama la atención desde la primera escena.

La actriz cubana Ana de Armas hace una buena dupla con él, compone a la única mujer en la que K realmente puede confiar. Su inteligencia nos deja preguntas que sólo pueden ser contestadas por nosotros mismos y dan paso a la reflexión. Harrison Ford vuelve a darle vida a Deckard (no es spoiler ya que aparece en el tráiler y póster promocional) y se creía que desde el principio sería un protagonista más, sin embargo su aparición se da cuando la trama ya está muy avanzada por lo cual, aunque sea clave en la historia, hay que tener mucha paciencia para verlo entrar en acción.


Y hablando de paciencia, Blade Runner 2049 no es una película comercial que da secuencias de acción porque sí. Su ritmo es tan pausado como la primera, se toma el tiempo en cada escena y esto hace que pueda no ser aceptada por espectadores que buscan algo fácil de digerir. Sí, en sus 2 horas y 43 minutos de duración algunas escenas se podrían haber acortado, sin embargo a Villeneuve no le importa el reloj sino crear una atmósfera inmersiva donde lo planteado de la nada da una vuelta de tuerca y te cambia el panorama.

A “Blade Runner 2049” cuesta procesarla, deja muchas más cuestiones sin respuesta que la de 1982, hay que estar muy atento a lo que dicen los personajes y es muy probable que pierdas el hilo conductor o que necesites verla de nuevo para captar detalles. En mi opinión, el director supera a la original gracias a un conflicto más atractivo, el gran reparto y los nuevos elementos que agrega a este mundo futurístico.

Al fin y al cabo, la película toca temas profundos como qué es lo que nos hace humanos, la creencia de ser superiores que los robots (casi idénticos a nosotros), el egoísmo, las ansias de dominación, lo vital que son los recuerdos en nuestra vida y la capacidad de amar. Una secuela más que digna que se va a quedar con vos mucho después de salir del cine.                            



jueves, 5 de octubre de 2017

Una nueva misión de espías

“Kingsman: El Círculo Dorado” (Kingsman: The Golden Circle, 2017) es una película de acción dirigida por Matthew Vaughn y escrita por él y Jane Goldman. Funciona como secuela de “Kingsman: El Servicio Secreto” (Kingsman: The Secret Service, 2014), también dirigida por Vaughn. Aparte de los actores de la primera parte (Taron Egerton, Mark Strong, Colin Firth, Hanna Alström, Sophie Cookson y Edward Holcroft), se suman bastantes nuevos tales como Julianne Moore, Pedro Pascal, Channing Tatum, Halle Berry, Jeff Bridges, Elton John, Emily Watson, Bruce Greenwood y Poppy Delevingne, hermana mayor de la modelo Cara Delevingne. Llega a los cines argentinos tanto en 2D como 3D el 12 de octubre gracias a la distribuidora Fox.


Los super espías Kingsman, luego de derrotar a Valentine (Samuel Jackson) en el pasado, deben enfrentarse a una nueva villana llamada Poppy, la cual maneja el negocio de las drogas desde Camboya. Para ganarle no les quedará otra que unirse a los Statesman, espías de Estados Unidos que utilizan como fachada una destilería de whisky en Kentucky. A la vez Eggsy pondrá a prueba su relación amorosa con la princesa Tilde de Suecia, perderá amigos y recuperará a uno muy especial. 

En febrero de 2015 nos habíamos sorprendido por la acertada propuesta que resultó Kingsman: El Servicio Secreto, una película que rendía homenaje a las cintas de James Bond y a la vez creaba un mundo de espionaje con nuevas particularidades de lo más atractivas. Su secuela se complementa muy bien con su antecesora, agarrando personajes secundarios y dándole la importancia que no tenían en la primera parte (si viste hace mucho la primera, es recomendable que le vuelvas a dar un vistazo antes de ver El Círculo Dorado).

Ya por el póster promocional podíamos notar que este film iba a estar plagado de estrellas de Hollywood, lo que nos hacía pensar sobre el gran cast que se consiguió para esta producción. Este aspecto le termina jugando en contra ya que menos es más: Channing Tatum encarna a un personaje totalmente innecesario, que sólo tiene una escena en pantalla; Elton John se dedica a actuar de él mismo y, salvo por una situación en particular, no genera risas como se pretendía; tanto Halle Berry como Jeff Bridges están bien en sus papeles, sin embargo no se les dio el tiempo necesario para lucirse.

A pesar de esto, hay actores que sí logran ser una buena adición a la saga. Julianne Moore compone a una villana mucho más interesante que Samuel Jackson. El conflicto que le plantea al presidente de Estados Unidos es muy real y tiene sentido, tanto es así que da para pensar en sus motivaciones. Por otro lado Pedro Pascal como un cowboy de los Statesman se roba cada escena en la que aparece.

Algunos efectos especiales que se utilizan en los momentos de acción hacen que las peleas se tornen poco creíbles. En esta secuela se decidió elevar a la máxima potencia todo lo expuesto en la primera, lo que brinda entretenimiento puro durante las 2 horas 20 minutos, aunque en su último tramo el confrontamiento se sienta un poco alargado.

“Kingsman: El Círculo Dorado” es una película pochoclera que tiene sus errores pero eso no opaca el disfrute que genera. Taron Egerton se afianza como el protagonista y junto a él uno puede embarcarse en una aventura épica de espías con todo tipo de armas ingeniosas. Si te gustó la primera, la segunda es una salida obligada al cine.

domingo, 1 de octubre de 2017

Ninjas al rescate

“Lego Ninjago: La Película” (The Lego Ninjago Movie, 2017) es una cinta de animación 3D dirigida por Charlie Bean, Paul Fisher y Bob Logan (los dos últimos también la co-escribieron junto a William Wheeler, Tom Wheeler, Jared Stern y John Whittington). Conforma el tercer largometraje en la saga de Lego, siendo el primero “La Gran Aventura Lego” (The Lego Movie, 2014) y el segundo “Lego Batman: La Película” (The Lego Batman Movie, 2017). Cuenta con las voces originales de Dave Franco, Justin Theroux, Olivia Munn y Jackie Chan, que también actúa en la intro como en el final de la película. Llegó a las salas argentinas el 28 de septiembre gracias a la distribuidora Warner Bros.


En la ciudad de Ninjago, el adolescente de 16 años Lloyd vive siendo prejuzgado por tener a un padre malvado. Lord Garmadon, el villano, abandonó a su esposa Koko cuando Lloyd sólo era un bebé. Desde ese momento se dedica a atacar Ninjago, pero nunca puede lograrlo debido a la Fuerza Ninja Secreta conformada por Kai, Jay, Nya, Zane, Cole y el Ninja Verde (el mismísimo Lloyd). Este grupo está liderado por el Maestro Wu, un anciano sabio con barba blanca que es el hermano de Lord Garmadon y les enseña a los chicos tácticas de lucha. En una de las tantas peleas contra el ejército de Garmadon, Lloyd decide hacer uso del “arma máxima”, la cual tenía prohibido tocar. Lo que genera es la aparición de Miauthra, un gato gigante que otra vez pone en peligro a la ciudad. La Fuerza Ninja Secreta tendrá que restablecer la calma en Ninjago y para eso deberá ir en busca del “arma máxima máxima”. En el camino por la selva tendrán varias dificultades y Lloyd se conectará más con su padre, que los estuvo siguiendo de cerca.


Las películas de Lego ya nos tienen acostumbrados a un gran espectáculo visual con colores potentes y secuencias de acción explosivas, aquí esto se mantiene y uno se sigue sorprendiendo por la calidad con la que crearon a este mundo de bloques de plástico conectados entre sí. Por otro lado, el guión continúa dando chistes que causan carcajadas tanto para los adultos como para los niños.

Se hace sencillo empatizar con Lloyd, un chico que sufre bullying sólo por ser “hijo de”. Lo que la sociedad ni su propia madre saben es la vida secreta que lleva como Ninja, protector de Ninjago, hecho que se asemeja muchísimo a Spiderman así como la preocupación que demuestra su mamá siempre que Lloyd llega tarde a su hogar. La originalidad no está presente en esta propuesta cinematográfica pero eso no hace que no se pueda disfrutar por la simpleza que plantea.


El Maestro Wu brinda algunas de las mejores escenas y cuando desaparece en la segunda mitad del film la historia comienza a decaer, siendo más fructífera su primera parte. Se nota que la película está alargada teniendo en cuenta su conflicto; desde que se adentran en la selva y surgen problemas lo que va sucediendo se siente muy de relleno y hubiese preferido que se enfocaran en desarrollar con mayor profundidad al grupo de ninjas, que al salir de la sala seguramente ni te acuerdes de sus nombres salvo el del protagonista.

Lo más destacable de Lego Ninjago es ver cómo a Lloyd le afecta no tener a una figura paterna en su vida. Los momentos entre estas dos personas tan opuestas entre sí son muy lindos de ver y la relación que van reconstruyendo saca más de una sonrisa. En conclusión, la tercera película de la saga Lego brinda entretenimiento, risas y, aunque no llegue al nivel de Lego Batman, no te vas a arrepentir de ir a verla con toda tu familia.