martes, 10 de octubre de 2017

Jugando con la muerte

“Línea Mortal: Al Límite” (Flatliners, 2017) es una película de suspenso escrita por Ben Ripley y dirigida por Niels Arden Oplev, conocido por “La Chica del Dragón Tatuado” (The Girl with the Dragon Tattoo, 2009). Funciona como remake del film de 1990 con el mismo nombre, protagonizado por Julia Roberts, Kevin Bacon, Oliver Platt, William Baldwin y Kiefer Sutherland (este último tiene un pequeño papel en la remake). Ahora los actores principales son Ellen Page, Nina Dobrev, Diego Luna, Kiersey Clemons y James Norton. Llega a las salas argentinas el 12 de octubre gracias a la distribuidora Sony Pictures.

Cinco estudiantes de medicina se unen para experimentar qué es lo que sucede cuando el corazón deja de latir por unos minutos. Al revivir, van notando que sus pecados del pasado los persiguen por lo que sólo podrán vivir tranquilos si deciden hacerse cargo de sus errores.

Desde su estreno en Estados Unidos no hay casi ninguna crítica positiva hacia este film, ya con el horrible póster promocional parecía una producción mala, por lo que verla con bajas expectativas ayuda mucho. Nadie pedía una remake de la buena película de 1990, sin embargo cada vez más se nota en Hollywood que las ideas originales escasean. Así es como en esta producción se ocupan de que cada uno de los estudiantes de medicina cargue con la culpa de algo que hizo y ese pecado tiene cierta similitud con lo que pasaba en la película de los 90, además de que también está el que no se anima a experimentar qué es lo que pasa luego de morir.


Al ritmo de frases como “hoy es un buen día para morir”, somos testigos de lo que hacen cinco jóvenes en el sótano de un hospital, encabezados por Courtney (Ellen Page), la que perdió a un ser querido y la que más quiere saber qué es lo que hay en el más allá. La diferencia que establecieron en esta remake se basa en que luego de volver a la vida, los chicos tienen habilidades que antes no poseían como también son perseguidos por entes malignos. Y en este agregado es donde el film falla. Mientras que todo el primer acto resulta interesante, cuando se decide dar “terror” con jump scares y efectos malísimos la cinta va perdiendo cualquier atisbo de credibilidad.

El reparto está en un nivel que ni es bueno ni malo. No llegamos a empatizar con ninguno de ellos pero tampoco aburren. Se nota que quisieron darle a la historia una onda más adolescente y lo consiguen. A pesar de ello hay algo inentendible que sucede en la mitad de la película aproximadamente que descoloca lo que se venía narrando. No se puede dilucidar qué es lo que le pasó al director por la cabeza a la hora de armar esa secuencia, que si entramos en detalles sería spoiler.

“Línea Mortal: Al Límite” hubiese estado mucho mejor si se apegaba al relato original, sin embargo no es la película desastrosa que todos creen. Aunque no valga la pena gastar dinero para verla, es el típico film que entretiene y deja un buen mensaje si querés pasar una tarde con amigos sin darle mucha vuelta a un argumento sencillo que seguramente olvides con el paso de los días.


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