martes, 30 de agosto de 2022

La resiliencia en la soledad

 “La Chica Salvaje” (Where the Crawdads Sing, 2022) es una película de drama y misterio dirigida por Olivia Newman y escrita por Lucy Alibar. Basada en la novela homónima best seller de Delia Owens y producida por Reese Witherspoon, la cinta está protagonizada por Daisy Edgar-Jones. Completan el reparto David Strathairn, Taylor John Smith, Harris Dickinson (Mentes Poderosas, Maléfica: Dueña del Mal), Sterling Macer Jr., Michael Hyatt, Logan Macrae, entre otros.

 


Ambientada entre 1953 y 1969 en Carolina del Norte, Estados Unidos, la historia sigue la vida de Catherine Danielle Clark, apodada Kya (Daisy Edgar-Jones), una joven que desde muy pequeña tuvo que arreglárselas para sobrevivir sola ya que, al tener a un padre abusivo, su madre y hermanos fueron dejando el hogar en el pantano para buscar una mejor vida. Kya conoce la naturaleza a la perfección y se siente cómoda en el lugar en el que está, no obstante los problemas no tardarán en llegar cuando los policías encuentren el cuerpo sin vida del popular Chase Andrews (Harris Dickinson) en la orilla del pantano. Discriminada por todo el pueblo, Kya deberá enfrentar un juicio por homicidio de primer grado que puede conducirla a la pena de muerte.

 


Luego del estreno a mitad de julio en Estados Unidos por fin llega esta adaptación cinematográfica a nuestras salas de cine. “La Chica Salvaje” tiene muchos condimentos que pueden llegar a gustar al espectador. Hay un juicio alrededor de un misterio atrapante, hay un triángulo amoroso y, por sobre todo, hay un desarrollo súper detallista del crecimiento de la protagonista. Lo que más destaco de esta producción es que, al estar viéndola, se nota muchísimo que fue escrita y dirigida por mujeres, tal como tenía que ser.

La desconfianza, el enamoramiento, la inocencia e inteligencia de Kya es lo que nos hace empatizar con ella por completo; esto no es solo mérito del guión sino también de la actriz principal. Ya conocemos el potencial de Daisy Edgar-Jones, que nos dio actuaciones memorables como Marianne en la miniserie Normal People (2020) y como Brenda Lafferty en Por Mandato del Cielo (2022); aquí se vuelve a lucir al interpretar a una chica aislada y juzgada por todos tan solo por tener una vida muy distinta y mucho más difícil que los demás. Desde el primer momento en que la vemos queremos que no le pase nada malo, su tristeza y corazón roto se vuelve nuestro a la vez que nos alegramos junto a ella cuando algo bueno le sucede. Kya es un personaje con tantos matices, tan sensible pero con tanta fortaleza, que hace que el relato nunca se vuelva aburrido ya que queremos conocerla más y más.

En cuanto a la puesta en escena, existen algunos momentos entre Kya y Chase Andrews en los que se nota rápidamente el uso del CGI (imágenes generadas por computadora), ya que el fondo se ve artificial. Esto también sucede con alguna que otra ave (en especial la que se muestra en el principio del filme), lo que puede llegar a despistar al espectador de lo que se nos está contando, sacándolo del contexto. Por suerte, la mayoría de las escenas en el pantano, con los actores utilizando botes a motor, fueron filmadas en escenarios naturales de una armoniosa belleza.

Con un misterio que se mantiene hasta el desenlace y es tan impredecible que sorprende, “La Chica Salvaje” es una historia más que interesante para ver en la pantalla grande. Si se quedan en los créditos podrán escuchar “Carolina” de Taylor Swift, canción que escribió antes de que la película estuviera en producción y que su letra cobra aún más sentido una vez que se conoce el final del relato.

 

Puntaje: 8

sábado, 27 de agosto de 2022

La historia de amor tóxica que continúa

 “After: Amor Infinito” (After Ever Happy, 2022) es una película de drama y romance juvenil que constituye la cuarta entrega de la saga After (previamente ya se estrenaron “After: Aquí Empieza Todo”, “After: En Mil Pedazos” y “After: Almas Perdidas”). Basada en la exitosa novela de Anna Todd, la película está dirigida por Castille Landon y escrita por Sharon Soboil. Los protagonistas vuelven a estar interpretados por Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin. Completan el reparto Chance Perdomo, Arielle Kebbel, Mira Sorvino, Kiana Madeira, entre otros.

 


Luego de la revelación familiar que sacude a Hardin (Hero Fiennes Tiffin) en el final del tercer filme, Tessa (Josephine Langford) intenta ayudarlo a sobrellevar la situación pero le resulta imposible: Hardin vuelve a caer en el alcohol, a tener malas juntas y a detestar a sus seres queridos. Sabiendo que si sigue a su lado terminará hundiéndose y perdiéndose a sí misma, Tessa regresa a Estados Unidos. Sin embargo, el panorama allí tampoco es alentador. Tessa deberá atravesar una pérdida de una persona muy especial para ella, así como también tendrá que decidir cómo comenzar de nuevo. Entre idas y venidas, el amor de Tessa y Hardin penderá de un hilo.

 


Qué más se puede decir de After, un fanfiction que Anna Todd originó en la plataforma de Wattpad basándose en sus fantasías con Harry Styles, uno que fue tan consumido por los adolescentes que luego se publicó como novela. Al parecer, lo que sucede en los libros es mucho más tóxico, sin embargo esta adaptación cinematográfica no se queda atrás. Por empezar, es imposible tomarse a la película en serio: la música fuerte mal utilizada, las líneas de diálogo paupérrimas y las malas actuaciones, en especial la de Hero Fiennes Tiffin, convierten al filme en una gran comedia. “After: Amor Infinito” se disfruta por las razones equivocadas, ya que el drama romántico es indefendible, logrando que en la mayoría de las escenas uno se ría a carcajadas por lo que está viendo.

La película es un rejunte de situaciones en la que los protagonistas se pelean, pero a la siguiente escena se arreglan, pero después vuelven a separarse y así sucesivamente. Son incontables las veces en las que Hardin le dice “lo siento” a Tessa, queriendo arreglar todos sus problemas con la excusa de que no puede dejar de pensar en ella. No obstante, lo único que me pareció bueno en esta producción es que la joven finalmente se da cuenta que Hardin no le hace bien, que lo que tienen no es una relación sana y que el sexo solo lo practican para volver a estar juntos. Es ella la que se pone firme y decide que lo mejor es pasar un tiempo indeterminado sola, no obstante resulta una lástima que meses después vuelva a caer en lo mismo.

Las actitudes violentas por parte de Hardin continúan estando presentes, esta vez no solo da puñetazos a la pared, grita como desquiciado al cielo o dice frases hirientes, sino que llega al punto de incendiar una casa y zafar fácilmente de lo que hizo. Todo justificado con que es un chico que no tuvo una buena infancia, que sufre y tiene demasiados demonios internos. Simplemente patético.

Filmada en Bulgaria al mismo tiempo que la tercera entrega, esta turbulenta historia no termina aquí. Hero Fiennes Tiffin comunicó hace unos días que ya finalizaron de filmar la quinta película y que se llamará “After: Para Siempre” (After Everything). Como placer culposo y contenido para ver de forma irónica, no puedo esperar a verla.

 

Puntaje: 4

jueves, 25 de agosto de 2022

Un plan egoísta para ser la mejor

 “Honor Society” (2022) es una película de comedia juvenil dirigida por Oran Zegman y escrita por David A. Goodman. Protagonizada por Angourie Rice (“The Nice Guys”, “Every Day”), el reparto se completa con Gaten Matarazzo (Dustin en Stranger Things), Christopher Mintz-Plasse (McLovin en “Superbad”), Amy Keum, Armani Jackson, Ben Jackson Walker, Micheal P. Northey, Kerry Butler, Kelcey Mawema, Avery Konrad, entre otros. El filme va a estar disponible desde el 16 de septiembre en la plataforma de Paramount+.

 


La historia gira en torno a Honor Rose (Angourie Rice), una adolescente de diecisiete años que está en el último año de la secundaria. Honor tiene un objetivo muy claro para su futuro: ella quiere que su director Calvin (Christopher Mintz-Plasse) la seleccione para recomendarla a Harvard. Sin embargo, Calvin no solo la tiene a ella en cuenta sino que le comunica que hay otros tres alumnos que poseen tan buenas notas como Honor. Con muchísimas ganas de dejar atrás su aburrido pueblo y convertirse en alguien importante, Honor ideará un plan para distraer a los demás nerds de sus estudios.

 


Hace bastante que no me encontraba con una película que me produjera tanto rechazo y disgusto. “Honor Society” dio en el clavo por varios motivos. Vayamos paso a paso. En primer lugar, la película se une al “recurso de moda” de romper con la cuarta pared, como ya vimos en la estupenda Fleabag, Deadpool y, más recientemente, en Persuasión. De esta manera, Honor nos habla directamente a nosotros durante todo el metraje. Esto no sería un problema si su personaje fuera agradable, sin embargo su forma de ser y pensar en voz alta hace que sea imposible conectar con ella. La joven desde el comienzo se presenta como una persona híper superficial: en su habitación tiene pósters de Beyoncé, Billie Eilish y cuadritos con frases feministas pero en realidad no es que ella apoye a esas artistas o crea en ese movimiento, solo aparenta porque “es lo que está en tendencia y gusta a los demás”; por otro lado, Honor detesta a su barrio y se siente superior a su familia, compuesta por un padre que tiene tres trabajos y una madre a la que siempre se la ve horneando diferentes tipos de pan. Ella se viste y posiciona ante el mundo como una persona rica, una que va a ser mejor a los demás porque logrará triunfar en sus estudios y nunca quedará estancada. Además, sus mejores amigas de la escuela en realidad no lo son y solo están ahí para seguir sus órdenes. Como se puede ver, Honor es una chica detestable, egoísta e hipócrita.

No solo la protagonista es de lo peor, si no que ningún otro personaje se salva. Todos los jóvenes que vemos en pantalla están estereotipados a más no poder. Así es como estará la estudiante introvertida con look emo que nunca nadie tiene en cuenta su opinión, con muecas y gestos muy pronunciados para hacer notar que es una “chica rara”; el típico alumno deportista que su padre es el entrenador pero se suma al club de teatro (imposible que no nos recuerde a High School Musical), las chicas que se la pasan haciendo vivos de Instagram y otros más que ni vale la pena mencionar.

Lo más terrible sin embargo pasa por lo que decidieron hacer con el personaje del director Calvin. En un tono ligero y cómico, se deja en claro que este señor gusta de la joven protagonista, incluso expresándole que quiere pasar la noche con ella y que lo que menos harán es dormir. Me parece horrendo que en el 2022 sigan existiendo escenas como estas, las cuales están representadas sin ningún tipo de responsabilidad y tomándolas como graciosas cuando lo que menos producen es risa. Además, el director en reiteradas ocasiones pretende manipular a Honor (por ejemplo, si Honor no va a un concierto donde él cantará, él no la tendrá en cuenta para recomendarla a Harvard). Nunca se pone sobre la mesa la gravedad del asunto con la excusa de que la protagonista sabe cómo zafarse de estas situaciones, haciéndolo ver como que esto es algo usual. El mensaje que se deja es sumamente peligroso y erróneo.

Por otro lado, en la película se muestra como algo común el drogar a otra persona poniéndole una pastilla en su bebida. No solo sucede una vez, lo que me hace pensar qué pasaba por la mente del guionista al escribir este tipo de escenas con tanta liviandad. Porque si estos temas se tocaran con la seriedad que requieren, la historia sería otra.

Con respecto al rol de Gaten Matarazzo, el cual interpreta a Michael Dipnicky, otro de los jóvenes inteligentes que Honor quiere distraer con su encanto para que empiece a fallar en sus exámenes, debo decir que en un principio era el único que me caía bien. No obstante, la película toma un rumbo completamente distinto al planteado, dejándonos con un plot twist que sorprende pero que, en mi caso, termina por hundir a esta producción.

Sin más que agregar, “Honor Society” deja mucho que desear. No es divertida y su frivolidad exaspera. Angourie Rice tiene futuro en la actuación, solo le falta elegir mejor sus papeles.

 

Puntaje: 3,50

miércoles, 24 de agosto de 2022

Los hechos que conforman una vida

 Cortar las plantas. Escuchar las quejas de los vecinos porque tu perro cuando se queda solo en la casa se la pasa llorando. Llevar al perro al trabajo para que te acarree otro problema: que tu jefa (Valeria Lois) te diga que no podrás venir más si traes a tu mascota. “Son órdenes de arriba”, expresa. Volver a casa y escuchar a tu mamá hablando con unas amigas. Ponerte a cortar berenjenas para sentirte útil. “¿Ya no escribís más, Sebastián?”, pregunta una de sus amigas, a lo que respondés que no, que ya lo dejaste. Caminar por la calle de noche y ver que unas personas tienen problemas porque su camión se quedó varado. Ayudar a empujar y, de paso, aclarar que estás buscando trabajo. Empezar a relacionarte con nueva gente, viajando en el camión y vendiendo vegetales. Asistir a un casamiento. A través del baile, conocer al amor de tu vida (Julieta Zylberberg). Empezar a cuidar a un señor que está en silla de ruedas. Consolar a su mujer, que ya no da más con la situación. Mientras trabajás la tierra, desmayarte, como tus demás compañeros. Enterarte que esto sucedió porque el mundo cambió: el estrello de un meteorito hizo que la composición del aire sea distinta, por lo que ahora todos los que miden más de un metro veinte deberán usar un casco especial para no perder la consciencia. Sino, habrá que caminar agachados. Tener un bebé. Que el médico te aconseje no llenarlo de ansiedades. Preocuparse por el futuro, por si llegará al metro veinte y necesitará el costoso casco. Discutir con tu mujer. Contemplar el mar con un perro al lado. Atravesar un divorcio. Charlar con la señora que cuida a tu hijo. Regar las plantas, que otra vez vuelven a florecer. Vivir.

 


Sebastián (Daniel Katz) es un poco de nosotros en “El Perro que no Calla” (2021), una película en blanco y negro que viene a mostrarnos lo difícil, caótica pero maravillosa que es la vida a través de escenas graciosas, tristes y reales. Por medio de la mirada y su contemplación, el actor supo transmitir la vulnerabilidad de su personaje, un tipo que atraviesa diversos trabajos temporales, que se la rebusca, aprendiendo algo en cada experiencia que tiene. Cuando el mundo se transforma y el humano debe adaptarse utilizando el casco, no es difícil que nuestra mente vuelva a la pandemia. Sin embargo, a la directora y coguionista Ana Katz (hermana de Daniel) se le ocurrió esta idea antes de que el coronavirus comenzara. Toda una visionaria.

La película es hermosa por su simpleza al retratar lo que es la vida a partir de momentos que hacen a Sebastián ser quien es. Además cuenta con escenas de animación muy bien colocadas, que ayudan a proteger la intimidad del protagonista así como también ver lo que ocurrió en el planeta. La canción que suena en el desenlace no puede ser más acertada, reafirmándonos todo lo que vimos: “Pero sé que todo va a estar bien, sólo una cosa por vez”.

 

Puntaje: 8

viernes, 19 de agosto de 2022

Las decisiones que nos marcan para siempre

“Mis Dos Vidas” (Look Both Ways, 2022) es una comedia dramática dirigida por Wanuri Kahiu y escrita por April Prosser. Protagonizada por Lili Reinhart, que también se desempeñó como productora ejecutiva, el reparto se completa con Danny Ramirez, David Corenswet, Aisha Dee, Luke Wilson, Nia Long, entre otros. La película se encuentra disponible en la plataforma de Netflix.

 


La historia se divide en dos realidades distintas del “¿qué hubiera pasado si…?” en la vida de Natalie Bennett (Lili Reinhart), una joven que está próxima a graduarse y que ya tiene armado un plan quinquenal para siempre saber qué hacer a continuación. Sin embargo, Natalie no planea tener sexo con su amigo Gabe (Danny Ramirez), un chico que trabaja en una tintorería pero que a lo que realmente desea dedicarse es a ser baterista. Por más que se cuidaron, Natalie comienza a sentirse mal días después, por lo que su mejor amiga Cara (Aisha Dee) decide comprarle varias pruebas de embarazo. En el baño de la casa de la fraternidad, sentada en el inodoro, es donde la vida de Natalie toma dos rumbos distintos. Por un lado veremos cómo Natalie enfrentará el quedar embarazada, teniendo que volver a vivir con sus padres y dejando en pausa su sueño de convertirse en dibujante de personajes animados; por el otro, Natalie no quedará embarazada y se mudará a Los Ángeles con Cara, donde empezará a trabajar como asistente de su ídola de la animación Lucy Galloway (Nia Long) y comenzará una relación con Jake (David Corenswet), un hombre que desea ser productor.

 


¿Cuántas veces nos preguntamos a nosotros mismos cómo habría sido nuestra vida si hubiésemos tomado decisiones diferentes a las que ya hicimos?  ¿Qué habría pasado? ¿En dónde estaríamos ahora? El pensar en el “¿y si…?” nos atormenta y en muchos casos nos pone tristes, porque siempre se nos vienen a la cabeza escenarios en donde pensamos que estaríamos mejor que en la realidad. ¿O cuántas veces planeamos a largo plazo pero después las cosas nunca terminan saliendo tal como queremos? De todos estos interrogantes nos habla la original, sencilla pero no menos ingeniosa “Mis Dos Vidas”, una película a la que ya le tenía fe por su protagonista pero que aún así me gustó más de lo que esperaba.

Diferenciar en qué vida de Natalie estamos se hace fácil gracias a la fotografía del filme. Cuando Natalie está embarazada, las escenas son más azules y apagadas. En cambio, cuando Natalie se muda a Los Ángeles, las imágenes son mucho más luminosas y cálidas. Quizás podemos llegar a pensar que en la vida en la que Natalie siguió sus sueños profesionales y empezó una relación romántica con Jake fue más feliz, no obstante la belleza de la película radica en mostrarnos cómo en las dos realidades paralelas hay alegría, tristeza, enojo, amor, desamor, desafíos y, por sobre todo, aprendizaje.

Es en la escena final en donde “Mis Dos Vidas” cierra con moño esta historia, una que viene a mostrarnos que de cualquier forma, cuales sean las decisiones que tomemos, vamos a estar bien. A Lili Reinhart se la nota súper cómoda en este rol y ojalá la veamos en más producciones de este estilo. “Mis Dos Vidas” es amena y esperanzadora, dejándonos con una sonrisa a medida que caen los créditos.

 

Puntaje: 8

jueves, 18 de agosto de 2022

Un caso impactante

“Por Mandato del Cielo” (Under the Banner of Heaven, 2022) es una miniserie de crímenes reales creada por Dustin Lance Black. Basada en el libro de no ficción homónimo escrito por Jon Krakauer, la serie está protagonizada por Andrew Garfield. Completan el reparto Gil Birmingham, Daisy Edgar-Jones, Wyatt Russell, Sam Worthington, Billy Howle, Denise Gough, Adelaide Clemens, Christopher Heyerdahl, entre otros. Este drama de siete episodios está disponible en la plataforma Star+.

 


Ambientada en Utah en la década de los ochenta, la historia gira en torno al detective Jebediah Pyre (Andrew Garfield), un hombre de familia mormón que, junto a su compañero payute Bill Taba (Gil Birmingham), deberá resolver quién degolló a la joven Brenda (Daisy Edgar-Jones) y a su beba Erica. A medida que avanza en el caso, Jeb atravesará una crisis de fe que le hará cuestionarse todo lo relacionado a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

 


Si buscás una serie basada en hechos reales que te genere bronca, impotencia e indignación, a la vez que te haga conocer muchos datos sobre la historia del mormonismo, “Por Mandato del Cielo” es la indicada. Tomándose su tiempo en cada episodio de una hora de duración o más, iremos conociendo a la imponente familia Lafferty, conformada por el patriarca Ammon (Christopher Heyerdahl), su mujer Doreen (Megan Leitch) y sus seis hijos, siendo el mayor Ron (Sam Worthington) y el menor Allen (Billy Howle). Las asesinadas Brenda y Erica eran esposa e hija respectivamente de este último, el cual va a ser el primer retenido por los detectives y empezará a dar información sobre cómo actuaba cada miembro de su familia, sus creencias y reglas.

 


Aquí el quién es el asesino se ve venir desde los primeros capítulos, por lo que ese descubrimiento no es tan impactante como el desarrollo que nos lleva a ver cómo eran estas personas que afirmaban recibir “revelaciones personales” del Padre Celestial. Bajo los dichos del Espíritu Santo seremos testigos de cómo la manipulación y el egoísmo cegaron a la mayoría de los Lafferty, personas que estaban sumamente en contra de pagar los impuestos o las multas de tránsito así como también de consumir productos empaquetados del supermercado (mandaban a sus esposas a que elaboren el pan y la mantequilla ellas mismas en vez de comprarlos).

El fundamentalismo mormón, la expiación de sangre como creencia de que era la única forma de que un ser humano sea absuelto de sus pecados, la violencia, el considerar a la mujer como servidora del hombre y la búsqueda de un escrito que avalaba la práctica de la poligamia son solo algunos de los tópicos en los que esta serie se anima a adentrarse. Pero no solo tendremos este caso central, sino que se decidió yuxtaponerlo con la historia del origen del mormonismo, con Joseph Smith como líder de esta religión, luego sucedido por Brigham Young. Cuando la serie se va a estas escenas es cuando puede llegar a tornarse pesada, ya que tanta información del pasado abruma y a veces se siente como de relleno.

En cuanto a las actuaciones, qué más decir de Andrew Garfield, que por esta interpretación logró su primera nominación al Emmy. Andrew pone cuerpo y alma para encarnar a Jeb y en cada escena eso se nota. Que en su propia comunidad alguien haya sido capaz de cometer semejantes crímenes hará que Jeb empiece a dudar hasta de lo que él le inculca a sus hijas pequeñas. Su gran compromiso con su trabajo combinado con las emociones que va sintiendo y sus valores son dignos de admirar, haciendo una muy buena dupla con su colega Bill, que, al no ser mormón, lo ayudará en más de una ocasión a ver las cosas como son. Por otro lado, Daisy Edgar-Jones se destaca como Brenda, una chica que no se quedaba callada ante lo que no le parecía bien, que quería triunfar en la carrera que estudió (periodismo) y no tenía un rol pasivo como las demás mujeres de esa época.

 


Con un desenlace correcto que remarca la importancia de la familia, “Por Mandato del Cielo” nos invita a reflexionar lo peligrosa que puede ser la religión cuando se interpreta de manera literal lo que se lee. Además, nos deja pensando sobre la crianza en una familia numerosa y cómo ésta puede llegar a moldear a los hijos para cometer los actos más inimaginables.

 

Puntaje: 8

miércoles, 17 de agosto de 2022

Los distintos tipos de machismo

 “Men: Terror en las Sombras” (Men, 2022) es una película de horror psicológico dirigida y escrita por Alex Garland, reconocido por los filmes “Ex Machina” (2014) y “Annihilation” (2018). Protagonizada por Jessie Buckley, el reparto se completa con Rory Kinnear, Paapa Essiedu, Gayle Rankin, entre otros. Se encuentra disponible en cines.

        


La historia se centra en Harper (Jessie Buckley), una joven mujer que recientemente atravesó un gran trauma con respecto a su marido, ya fallecido en la actualidad. Buscando un lugar para sanar, Harper viaja hacia una pacífica y natural campiña inglesa, en donde hay una enorme y ordenada casa a la que Geoffrey (Rory Kinnear) le da la bienvenida. Aunque en un principio todo parece ir bien, pronto Harper será acechada, insultada y juzgada por varios lugareños.



Hay filmes en los que es mejor entrar sin saber mucho de qué van. Este es uno de ellos. La nueva película de Garland está repleta de simbolismos, metáforas y una ambientación que desde el comienzo mezcla lo onírico con lo real. La puesta en escena junto con la fotografía constituye uno de los puntos más fuertes: las tonalidades anaranjadas que nos llevan a escenas del pasado, los verdes vibrantes del bosque que Harper explora y las paredes rojas de la casa, combinados con un juego de luz y oscuridad, hacen que la cinta sea exquisita de ver.

A modo de fábula, los silencios son otro de los aspectos a destacar. No están para generar jump scares sino que van por otro lado. Desde que Harper llega a ese lugar, nosotros también seremos parte de la contemplación de un ambiente aparentemente idílico. Sin embargo, siempre habrá hombres que perturben a la protagonista, hombres que tienen la cara muy parecida a la del señor que le alquiló la casa.

En cuanto a las actuaciones, la irlandesa Jessie Buckley ya venía dando muy buenas interpretaciones (la última vez que la habíamos visto fue en “I’m Thinking of Ending Things” y en “The Lost Daughter”), por lo que no es sorpresa su gran rango actoral. Aquí construye a una protagonista perseguida por el trauma, por la culpa y por el pensar qué hubiera pasado si las cosas se hubieran dado de forma diferente. Desde el afuera se puede ver claramente que ella no es culpable de nada, sin embargo es el hombre y su machismo tan instalado camuflado de amor, el que una y otra vez la hacen dudar de sí misma.

Aunque sobre el final seremos testigos de una escena larguísima relacionada al body horror que no veremos la hora de que acabe (no apta para impresionables), “Men: Terror en las Sombras” nos deja satisfechos con su desenlace. Quizás no de inmediato, ya que para más de uno (me incluyo) le será necesario investigar los simbolismos que no quedan tan claros. De igual forma, se agradece que aún sigan existiendo filmes que no solo buscan asustar y ya, sino que tienen un mensaje importante detrás.

 

Puntaje: 7


miércoles, 10 de agosto de 2022

La búsqueda del placer

 “Buena Suerte Leo Grande” (Good Luck to You, Leo Grande, 2022) es una comedia dramática erótica dirigida por Sophie Hyde y escrita por Katy Brand. Filmada en Londres y Norwich, la película está protagonizada por Emma Thompson y Daryl McCormack. Se encuentra disponible en cines.

 


La historia gira en torno a Nancy Stokes (Emma Thompson), una señora viuda que contrata al trabajador sexual Leo Grande (Daryl McCormack) para experimentar actos sexuales y sensaciones por primera vez. Sumamente nerviosa, con el correr de los encuentros en la habitación de hotel, Nancy comenzará a sentirse poderosa a través de la aceptación de su cuerpo y la satisfacción en la intimidad.

 


Arriesgada, genuina y sincera. Con estos adjetivos podría describirse a este filme británico que demuestra que, si se tiene un buen guión, no es necesario contar con un gran presupuesto para realizar una buena película. Con escenas casi siempre dentro de la habitación de hotel, y desde una mirada muy femenina, la cinta viene a poner sobre la mesa temáticas que hasta hoy en día siguen considerándose tabú. El querer sentir placer y los deseos atravesados por los miedos que no te permiten liberarte están presentes durante todo el metraje, generando situaciones en donde se entiende por completo a la protagonista.

La comunicación es el eje central de esta historia y unas buenas actuaciones principales eran híper necesarias para que el filme funcionara. Por suerte, contamos con una actriz del calibre de Emma Thompson, la cual llena de vulnerabilidad a su Nancy Stokes, una mujer que siente que no aprovechó ni disfrutó su vida como le hubiese gustado, a la que los años le pesan y las ideas preconcebidas llegaron para instalarse por completo en su cabeza. Esa deconstrucción que hace junto a Leo Grande, el permitirse ser ella misma y hablar de todo sin tapujos es lo que se agradece en el natural guión de Katy Brand.

Por otro lado, Daryl McCormack también está muy bien en el papel de Leo Grande, un joven seguro de lo que hace, que disfruta de hacer sentir bien al otro. La química con Thompson hace que en muchas escenas no podamos parar de reír así como también en otras nos pongamos tristes por la revelación de momentos de su pasado.

“Buena Suerte Leo Grande” nos muestra lo importante que es amar nuestro cuerpo, mirándonos al espejo y estando felices por lo que observamos. Además, nos deja claro que el sexo nunca debería ser visto como algo de lo que nos dé vergüenza hablar. Al fin y al cabo, todos somos humanos y buscamos la plenitud en nuestras vidas.

 

Puntaje: 8,50

jueves, 4 de agosto de 2022

Hacia el infinito y más allá

 “Lightyear” (2022) es una película animada de aventuras y comedia dirigida y co-escrita por Angus MacLane, siendo su debut como director en solitario. El filme es un spin-off de las películas de “Toy Story”, uno que no ocurre en el mismo universo que los otros cuatro largometrajes. El reparto de voces incluye a Chris Evans, Keke Palmer, Taika Waititi, Peter Sohn, James Brolin, Uzo Aduba, Dale Soules, Bill Hader, entre otros.

 


La historia se centra en Lightyear (Chris Evans), un guardián espacial que, junto a su colega y amiga Alisha Hawthorne (Uzo Aduba), desciende a un planeta inhóspito que pronto descubrirá que es peligroso por sus plantas y criaturas. Al querer escapar rápido de allí, Lightyear comete un error y daña la nave, haciendo imposible el regreso a la Tierra. Obsesionado con ser el mejor en su trabajo y remendar su equivocación, Lightyear es el primero en ofrecerse como voluntario para probar el combustible hiperespacial. Sin embargo, ese viaje será una prueba de tantas que hará que sus compañeros envejezcan pero que él continúe con la misma edad al regresar.

 


La franquicia de Toy Story supo llegar a nuestro corazón por sus juguetes entrañables, historias súper bien contadas y mensajes inolvidables. Aunque la tercera parte era el cierre emocional y perfecto para la saga, en 2019 tuvimos una cuarta entrega que, como pudimos ver, no estuvo a la altura de las anteriores producciones. Con ganas de seguir explotando un producto que saben que gusta al público masivo, Disney y Pixar no tuvieron mejor idea que crear un spin-off alrededor de la película favorita que el niño Andy vio en 1995 y le dio pie a querer tener al juguete de Buzz en su hogar. Ahora bien, ¿es Lightyear una aventura original que no sabíamos que necesitábamos? Lamentablemente, y como se veía venir, no puede estar más alejada de ello.

Por empezar, el problema principal radica en los personajes. Ninguno de ellos logra generarnos simpatía ni nada en particular, sino que todos están en piloto automático. El Lightyear de esta cinta poco tiene en común con el Buzz que ya conocemos, con la excepción de que se toma en serio su labor de guardián espacial y deja asentado todo lo que le va sucediendo en su bitácora. Por lo demás, resulta un personaje poco agradable, que siempre está en secuencias de acción pero tiene muy pocos minutos para mostrar su verdadero ser. Lo acompaña su gatito robot llamado Sox (Peter Sohn), que aunque es innegable que derrocha ternura, tampoco se puede dejar de lado que los guionistas lo utilizaron para que siempre tenga la solución para resolver el conflicto de turno. Por otro lado, los personajes secundarios son tan acartonados y poco desarrollados que es inevitable olvidarlos una vez que empiezan los créditos.

Otro punto flojo consiste en la trama, que desde el comienzo nos da escenas de acción casi sin parar. La animación de Disney y Pixar continúa teniendo un muy buen nivel, sin embargo en ningún momento llegamos a sentir adrenalina o temer por la vida de Lightyear y su grupo. Desde el vamos ya sabemos que Lightyear aprenderá a trabajar en equipo y aceptará que el humano comete errores, así que la cinta es sumamente previsible. Eso sí, hay un plot twist con respecto a la revelación del villano que es patético y sin sentido.

Con viajes, paradojas y dilataciones temporales copiadas de otras producciones, “Lightyear” resulta una de las películas más flojas y aburridas dentro del catálogo de Disney Pixar. Increíble que una historia tan insípida sea la preferida de Andy y que el niño haya querido tener un Buzz en vez de un gatito Sox.

 

Puntaje: 4