martes, 25 de diciembre de 2018

El amigo que necesitaba


“Bumblebee” (2018) es una película de ciencia ficción que funciona como spin-off de las cinco producciones anteriores de Transformers. En esta oportunidad Michael Bay deja de lado la dirección, la cual pasa a estar a cargo de Travis Knight (Kubo y La Búsqueda del Samurái). Con un guión escrito por Christina Hodson (Shut In, Unforgettable), la voz del autobot es puesta por Dylan O’Brien. Protagonizada por Hailee Steinfeld (True Grit, The Edge of Seventeen), el reparto se completa con John Cena, Pamela Adlon, Jorge Lendeborg Jr. (Love, Simon), Jason Drucker, Stephen Schneider y John Ortiz (El Lado Luminoso de la Vida).


Durante una guerra civil en Cybertron, el líder Optimus Prime (Peter Cullen), viendo que su grupo de autobots está perdiendo contra los Decepticons, decide enviar a B-127 a la Tierra para que encuentre un lugar donde establecerse y luego los demás puedan seguirlo. El robot de ojos azules cae en nuestro planeta en 1987, justo en un bosque donde se encuentra una agencia de gobierno secreta encargada de detectar actividad extraterrestre. Comandados por Jack Burns (John Cena), los soldados creen que el autobot es peligroso para la humanidad por lo que no dudarán en perseguirlo. Mientras corre por su vida, el robot amarillo se topará con el Decepticon Blitzwing (David Sobolov), un enemigo que le dañará su sistema de memoria y lo dejará mudo. Convertido en un Volkswagen Beetle, la joven cumpleañera Charlie (Hailee Steinfeld) lo hallará en el depósito de chatarra de su tío Hank (Len Cariou), el cual la hará la más feliz del mundo al regalárselo. Este será el comienzo de una amistad sin igual entre la adolescente y Bumblebee. Sin embargo, el peligro está a la vuelta de la esquina ya que los Decepticons Shatter (Angela Bassett) y Dropkick (Justin Theroux) no se darán por vencidos hasta capturar a B-127.


Ambientada en 1987, la precuela de Transformers fácilmente logra convertirse en una de las mejores películas de la saga.  Esto sucede gracias a que la guionista no se limitó a mostrarnos reiteradas secuencias de acción, sino que aquí el foco está puesto en la relación que van forjando la protagonista y el autobot. Charlie tiene un gran peso en la trama y como espectador nos es muy fácil empatizar con ella: con 18 años recién cumplidos, la chica no encaja en su familia, más teniendo en cuenta que aún le cuesta asimilar la pérdida de su padre debido a un ataque al corazón. Mientras su madre parece haber superado esa muerte ya que está feliz con su nueva pareja, Charlie se encuentra sola. No obstante desde que se queda con el Volkswagen no solo tendrá un coche nuevo, sino que Bumblebee será su mejor amigo.

Con un diseño cuidado en gran detalle, los movimientos y acciones del robot ayudan a que nosotros también lo consideremos como una persona más. Como Bumblebee no puede emitir palabra, la manera que encuentra para comunicarse con Charlie se vuelve muy entrañable, así como sus ojos también expresan bastante cariño. Por otro lado, la subtrama entre la protagonista y su vecino Memo (Jorge Lendeborg Jr), que está enamorado de ella, funciona gracias al realismo con el que está tratada.

Teniendo en cuenta la música, pósters y objetos ochentosos junto a la espléndida actuación de Hailee Steinfeld, “Bumblebee” tiene todo el entretenimiento que se necesita para pasar un buen momento familiar en el cine.

Puntaje: 8

martes, 18 de diciembre de 2018

Perdonarse a sí mismo

“No Te Preocupes, No Irá Lejos” (Don’t Worry, He Won’t Get Far On Foot, 2018) es una película biográfica dramática con toques de comedia dirigida, escrita y editada por Gus Van Sant (Milk, Good Will Hunting, Elephant). Basada en la autobiografía “Will The Real John Callahan Please Stand Up?”, el reparto está compuesto por Joaquin Phoenix, Jonah Hill (Superbad, Maniac), Jack Black, Rooney Mara, Beth Ditto, Tony Greenhand, Ronnie Adrian, Kim Gordon, Carrie Brownstein, Mark Webber, Mireille Enos (Guerra Mundial Z, Si Decido Quedarme), entre otros. La cinta tuvo su presentación mundial en el Festival de Cine de Sundance.


La historia gira en torno a John Callahan (Joaquin Phoenix), un hombre oriundo de Portland, Oregón que desde los 13 años comenzó a beber y no paró. Una noche John va a una fiesta y conoce a Dexter (Jack Black). Él le propone ir a otro evento más divertido, no obstante antes de irse los repentinos amigos toman demás y, como consecuencia, se produce un accidente automovilístico que deja a John cuadripléjico. Con la creencia de que ya no tiene futuro, John decide ir a las reuniones de alcohólicos anónimos organizadas por Donny Green (Jonah Hill), un homosexual que heredó una gran fortuna de sus abuelos. Con el paso del tiempo, Callahan se convertirá en un humorista gráfico que, a través de sus caricaturas llenas de humor negro, hará reír a los lectores del periódico La Vanguardia así como otros tantos considerarán ofensivo su labor.


El reconocido Gus Van Sant esta vez se puso manos a la obra para llevar la vida de John Callahan (1951-2010) a la pantalla grande, con el objetivo central de dejarnos varios mensajes sobre la importancia del perdón, el conocerse a uno mismo y el alivio que produce expresar en voz alta los miedos, problemas y emociones que antes eran disimulados con el alcohol. Joaquin Phoenix brinda una gran interpretación a pesar de que en el principio puede costar empatizar con su personaje; sin embargo a medida que pasan los minutos vamos dándonos cuenta por qué John era así: el abandono por parte de su madre, a la que nunca llegó a conocer, sumado a que se crió en un ambiente donde fue considerado la “oveja negra”, hizo que la soledad sea algo común en su día a día.

Con un ritmo que en diversas ocasiones no logra mantenerse, la película se toma su tiempo para llegar a la especie de epifanía que tiene el protagonista, la cual hace que John cambie su actitud y comience a dibujar. Desde que las ingeniosas caricaturas comienzan a estar más presentes, el relato vuelve a ser atractivo. En pocas palabras, la primera hora del filme, al estar colmada de las desgracias de Callahan, no contiene la fluidez necesaria que quizás sí hubiera tenido al contar con un mayor desarrollo en la relación entre la masajista Annu (Rooney Mara) y el caricaturista.

Por otro lado, Jonah Hill resulta el perfecto líder de las charlas entre los alcohólicos, que no solo se dan en el establecimiento sino también en su propio hogar (éste último es un ambiente más íntimo e interesante). El actor cuenta con una de las mejores escenas del filme junto a Phoenix, la cual se basa en una serie de preguntas y respuestas que ahondan más y más en la noche que se produjo el accidente de auto.

“No Te Preocupes, No Irá Lejos”, excelente título que logra transmitir el humor con el que se manejaba el dibujante, consigue ser un correcto filme para conocer al artista de las caricaturas que fueron publicadas en un principio en La Vanguardia para luego pasar al Willamette Week. Las buenas actuaciones, las divertidísimas viñetas y las temáticas que toca el guión de Van Sant se conjugan en este relato que deja en claro que se puede salir adelante a pesar de que los problemas no desaparezcan.

Puntaje: 7

Devuélveme al amado

“La Sirena: La Leyenda Jamás Contada” (Rusalka: Ozero myortvykh) es una película de terror rusa dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy (La Novia), que también se encargó del guión junto a Natalya Dubovaya e Ivan Kapitonov. Protagonizada por Viktoriya Agalakova y Efim Petrunin, el reparto se completa con Nikita Elenev, Sesil Plezhe, Sofía Shidlovskaya e Igor Khripunov.


La historia gira en torno a Marina (Viktoriya Agalakova) y Roma Kitaev (Efim Petrunin), una joven pareja comprometida a la que le falta poco para ir al altar. Antes de dar ese gran paso, Ilya (Nikita Elenev), mejor amigo de Roma, convence a Kit de hacer una despedida de soltero en la casa de verano abandonada del padre de éste último. Roma va pero, como no se está divirtiendo mucho, decide alejarse y pasar tiempo en el lago cercano. Allí tiene un encuentro con una mujer misteriosa, que lo besa y le deja su peine. Desde ese momento, Roma se sentirá extraño en su propia piel y, junto a Marina, deberá resolver qué es lo que debe hacer para que el espectro los deje en paz.


Victoriya Agalakova vuelve a trabajar para Svyatoslav Podgaevskiy en esta nueva cinta de horror en la que otra vez el director decide ponerla en el rol de una chica que está próxima a casarse. Con el agregado de un ser maligno en el agua, la cinta se conforma por un sinfín de momentos que, más que dar miedo, producen risa en el espectador. Y es que el abuso extremo de jump scares, donde se pretende generar miedo haciendo que una persona aparezca bruscamente en pantalla o que los personajes tarden tiempo en abrir una puerta, lo que menos hace es transmitirnos temor, en especial porque ya nos damos una idea de lo que ocurrirá.

Grifos que no funcionan, un sótano inundado, duchas que tiran agua a su antojo, bastantes pesadillas, un ritual que se debe hacer dentro de un baño y casualmente una joven que no sabe nadar constituyen un film que se hace eterno a pesar de sus 90 minutos. Por otro lado, el guión es tan pobre que utiliza el típico cliché de un hombre raro que se la pasa dibujando figuras oscuras; obviamente éste es el padre de Roma y vivió una experiencia trágica en su pasado, la cual está relacionada con lo que le sucede ahora a su hijo.

No obstante el peor error de la cinta consiste en su título ya que es completamente engañoso: durante toda la trama esperamos ver a la vengativa sirena sin embargo no hay rastro en ninguna parte del ser mitológico. Así es como Lisa Grigorieva (Sofia Shidlovskaya), la mujer que habita en el lago, no es más que una humana que a veces adquiere aspecto “tenebroso” (los efectos no están bien logrados).

“La Sirena: La Leyenda Jamás Contada” se suma a la lista de películas de terror ultra olvidables que pasará sin pena ni gloria por los cines. Con una repetición tediosa de frases tales como “¿Me amas?” y “Toma lo que es tuyo y devuélveme al amado”, el nuevo filme ruso llega a ser incluso peor que “La Novia”, otra de las producciones del director.

Puntaje: 3

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Entre la tierra y el océano


“Aquaman” (2018) es una película de superhéroes que constituye la sexta producción cinematográfica dentro del Universo Extendido de DC (DCEU). Dirigida por James Wan (El Conjuro 1 y 2), el guión estuvo a cargo de David Leslie Johnson-McGoldrick y Will Beall. Protagonizada por Jason Momoa (Khal Drogo en Juego de Tronos), el reparto se completa con Amber Heard, Patrick Wilson (Insidious), Willem Dafoe, Nicole Kidman, Temuera Morrison, Graham McTavish (Outlander), Yahya Abdul-Mateen II, Michael Beach, Dolph Lundgren, Ludi Lin, entre otros.


Escapando de un matrimonio arreglado, Atlanna (Nicole Kidman), reina de Atlantis, logra llegar a la superficie y es rescatada por Tom Curry (Temuera Morrison), dueño del faro. Con el paso del tiempo los dos se enamoran y tienen un hijo, al que nombran Arthur debido a una tormenta marina de la actualidad. No obstante Atlanna debe regresar a las profundidades del mar para proteger a su niño. Así es como Arthur crecerá sintiéndose culpable y odiando a la nación submarina ya que ésta consideró a su madre como una traidora y decidió ejecutarla. Ya mayor, y con su medio hermano Orm (Patrick Wilson) en el poder, Aquaman (Jason Momoa) tendrá que hacerle frente y reclamar el lugar que le pertenece por derecho. Con la ayuda de la princesa Mera (Amber Heard), Arthur seguirá los consejos de Vulko (Willem Dafoe), mentor en su adolescencia, para dar con el tridente de Atlan (Graham McTavish) y vencer a Orm, el cual está próximo a destruir la superficie terrestre.


Luego de la “Liga de la Justicia” (Justice League, 2017), Jason Momoa vuelve a ponerse en la piel de Aquaman pero esta vez para contar su historia de origen, gran desafío teniendo en cuenta que la mayoría de escenas debían ser concebidas bajo el agua. Por suerte, la mayoría de los efectos especiales no decepcionan, haciendo que el mundo acuático tenga un diseño espectacular que, como espectador, da ganas de explorar más y más. Aunque muchas escenas de acción luzcan más como un videojuego que como personas reales luchando, la cinta mantiene su épica y estilo aventurero en todo momento, logrando que el entretenimiento no decaiga a excepción del final, donde sí se siente un poco alargado innecesariamente.

Otro punto a favor del film consiste en sus dos villanos, que no son malos porque sí. Mientras que el pirata Manta (Yahya Abdul-Mateen II) quiere venganza porque Arthur decidió dejar morir a su padre en un submarino, los motivos de Orm contra la tierra tienen muchísimo sentido, dejándonos un mensaje ecologista súper importante.

En cuanto a nuestro protagonista, los guionistas decidieron darle un toque cómico sin dejar de lado sus inseguridades y miedos: a Aquaman no le interesa convertirse en un rey ni quiere saber nada con Atlantis en un principio, pero cuando ve que el mundo donde vive su padre está en riesgo la única alternativa que le queda es enfrentar a su hermanastro. Haciendo bastante hincapié en el hijo puro versus el bastardo, la cinta inevitablemente recuerda a Thor y Loki e incluso a Harry Potter con la diferenciación que se le hacía a Hermione llamándola “sangre sucia”.

Con paisajes del desierto del Sahara y la isla de Sicilia, Italia, “Aquaman” llega a las pantallas para seguir demostrando que, como con “Mujer Maravilla” (Wonder Woman, 2017), DC es capaz de hacer buenas películas de sus superhéroes.

Puntaje: 7,50

Intolerancia a la felicidad ajena

“Algo Celosa” (Jalouse, 2017) es una comedia francesa con tintes de drama dirigida y escrita por los hermanos David y Stéphane Foenkinos (La Delicadeza). Protagonizada por Karin Viard, el reparto incluye a Dara Tombroff, Thibault de Montalembert, Marie-Julie Baup, Anne Dorval, Corentin Fila, Bruno Todeschini, Anaïs Demoustier, entre otros. Viard estuvo nominada en la categoría de Mejor Actriz en los Premios César, Lumières y Globo de Cristal (ganando en este último).


Nathalie Pécheux (Karin Viard), profesora de literatura, está en un punto de su vida en el que no se siente bien consigo misma, por lo que ver a las personas que la rodean atravesando buenos momentos consigue fastidiarla con demasiada facilidad. Divorciada de Jean-Pierre (Thibault de Montalembert), Nathalie no puede evitar sentir envidia al ver a su ex en la fiesta de 18 de Mathilde (Dara Tromboff), hija que comparten. Éste asistió a la celebración con Isabelle (Marie Julie Baup), su nueva pareja con la que ya planeó vacaciones en un hermoso lugar. Con la aparición de una suplente mucho más joven en su trabajo y el gran progreso que está teniendo su hija tanto en la danza como con su novio Félix (Corentin Fila), los celos de Nathalie llegarán a afectar la relación que comenzaba a surgir con Sébastien (Bruno Todeschini), pretendiente recomendado por su mejor amiga Sophie (Anne Dorval).

Estamos ante un filme donde se necesitaba de una protagonista que entregue todo de sí para el complejo rol. Al tener a la versátil Karin Viard, la película no falla. Aunque la actriz tenga que encarnar a una persona negativa, insoportable y malhumorada, aún así logra que en cierto punto conectemos con ella. Esto sucede gracias a que el guión nos brinda situaciones muy graciosas donde nunca se pierde la frescura y naturalidad. Pero, en especial, la empatía con Nathalie se da debido a que los celos en cada ser humano, por más mínimos que sean, son inevitables.

Generalmente ese sentimiento de envidia no es exteriorizado, sin embargo aquí la mujer saca para afuera todo el veneno que tenía guardado. Con comentarios tajantes y filosos, lo que en un principio se tornaba divertido ya avanzada la trama llega a un punto límite en una escena tremenda entre madre e hija. Desde ahí la cinta pretende pasar al lado dramático, sin embargo no lo consigue tan exitosamente como su primera mitad. Por más que la protagonista llega a darse cuenta que tiene un problema psicológico, el cambio no está bien representado.

Por otro lado, no se puede dejar pasar la interpretación de la novata Dara Tombroff como la hija de Nathalie. Las peleas entre la joven y su madre, que se cree con derecho a hacerle la vida imposible, son de lo mejor del filme. Además, Tombroff es todo un deleite visual al realizar el ballet del Cascanueces.

A pesar de que “Algo Celosa” no tenga un último tramo con el potencial que venía manteniendo, el personaje de Nathalie por sí solo hace que la película sea una buena opción para ver y luego analizar.

Puntaje: 7

miércoles, 5 de diciembre de 2018

La muerta que se movía

“Cadáver” (The Possession of Hannah Grace, 2018) es una película de terror dirigida por Diederik Van Rooijen y escrita por Brian Sieve. Protagonizada por Shay Mitchell, actriz reconocida por la serie adolescente “Pretty Little Liars” (2010-2017), el reparto se completa con Kirby Johnson, Grey Damon, Maximillian McNamara, Louis Herthum (Westworld), Nick Thune y Stana Katic.


Durante un exorcismo a la poseída Hannah Grace (Kirby Johnson), la fuerza de la joven es tal que todo termina saliéndose de control por lo que su padre Grainger (Louis Herthum) toma la decisión de asfixiarla con la almohada. Tres meses después, la ex policía Megan Reed (Shay Mitchell) comienza a trabajar en el horario nocturno de una morgue en Boston gracias al contacto de su amiga Lisa (Stana Katic). Su labor consiste en recibir las entregas de los cadáveres y sacar las respectivas fotografías de las heridas así como tomar las huellas dactilares. Cuando Randy (Nick Thune) llega con el cuerpo de Hannah, lo que menos se imagina Megan es que vivirá la noche más terrorífica de su vida.


Llega a la cartelera otra historia de terror ambientada en la morgue, la cual inevitablemente recuerda a “La Autopsia de Jane Doe” (The Autopsy of Jane Doe, 2016). En esta ocasión tenemos un precario guión, cero ideas nuevas y efectos que dejan mucho que desear, sin embargo la película no logra ser extremadamente mala gracias a su corta duración (86 minutos) y la correcta labor protagónica. Luces que se prenden y apagan, objetos que se caen al piso, puertas que se abren solas, máquinas que no funcionan y sombras en las cámaras de seguridad son todos elementos que ya conocemos y están presentes aquí sin llegar a fastidiarnos: la cinta es una más del montón.

Sin conseguir asustar en ningún momento debido al aumento abrupto del sonido al que ya estamos acostumbrados, lo que destaca de “Cadáver” es justamente la actriz que encarna a Hannah Grace. Kirby Johnson es gimnasta y contorsionista, por lo que para la mayoría de sus escenas no se necesitó utilizar efectos especiales. Sus movimientos corporales junto al sonar de sus huesos ayudan a crear una atmósfera enrarecida que contrasta con el ultra silencio de la morgue.

Con el agregado de un trasfondo traumático en la vida de la protagonista y personajes que van muriendo a medida que pasan los minutos, el desenlace de “Cadáver” se vuelve  bastante patético al querer demostrar el crecimiento de Megan ante una situación límite. Sin pretender quedar en el recuerdo de nadie, la película se deja ver y puede llegar a disfrutarse si no se va a la sala de cine con grandes expectativas.

Puntaje: 5,50

martes, 4 de diciembre de 2018

Una conversación especial

“Una Entrevista con Dios” (An Interview With God, 2018) es una película dramática dirigida por Perry Lang y escrita por Ken Aguado. Protagonizada por Brenton Thwaites (El Dador de Recuerdos, Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar) y David Strathairn (Crimen Perfecto, American Pastoral), el reparto se completa con Yael Grobglas, Charlbi Dean Kriek y Hill Harper.


La historia se centra en Paul Asher, periodista que ha vuelto a su hogar luego de cubrir la guerra en Afganistán para el periódico El Heraldo. Encargado de la sección de teología, Paul se dirige al parque ya que debe entrevistar a una persona. Para sorpresa de él, una vez que enciende el grabador y le pide al señor que diga su nombre éste responde que es Dios. En medio de una crisis de fe y al no estar pasando por un buen momento con su esposa Sarah (Yael Grobglas), Asher irá descubriendo cada vez más detalles de la deidad a medida que pasan los tres días en los que la reunión fue pactada.


Sin tener ningún tipo de originalidad en cuanto a los planos y encuadres con los que se decidió contar el relato, la película sabe a qué público apunta por lo que es sabido que será aceptada en la comunidad cristiana. Ideas sobre la existencia de un único Dios verdadero, el poder de la oración, el amor que hay que tener hacia el prójimo, la salvación, los mandamientos y la afirmación de que “las cosas malas también le pasan a gente buena” abundan en un filme que luego de sus primeros minutos termina aburriendo demasiado.

Esto se debe a que las conversaciones entre Dios y el periodista, sentados frente a frente, conforman casi todo el metraje. El problema no es que la cinta sea muy hablada, sino que el diálogo en muchísimos momentos pareciera no conducir hacia ninguna parte. Que Paul se enoje en repetidas ocasiones porque Dios cambia la dirección de la entrevista para hablar sobre los problemas de la vida privada del joven solo genera unas repetidas y extensas discusiones a los gritos que acrecientan la monotonía del filme.

Aunque se expongan temáticas interesantes tales como que el ser humano tiende a esconder las cosas malas que le suceden, qué será del futuro y cómo es imposible que seamos perfectos, el guión no profundiza demasiado en nada. Por otro lado, hay diversas escenas de relleno, en especial del protagonista andando en su bicicleta y poniéndole el seguro para que no se la roben.

Teniendo en cuenta que el jefe del periódico ni siquiera se sorprende cuando Paul le comunica a quién está entrevistando o que Asher por mero presentimiento sabe en qué ámbito será cada encuentro con Dios, la mínima verosimilitud se termina perdiendo. No obstante, las actuaciones tanto de Brenton Thwaites como de David Strathairn consiguen ser correctas.

“Una Entrevista con Dios” podría haber funcionado si estuviera mejor estructurada, si los tópicos contaran con un mayor análisis y si no se hubiese tomado la decisión de meter a un personaje “relevante” que ni siquiera aparece en pantalla (Matt, amigo de Asher que sufre de estrés post traumático). A pesar de ello la película puede llegar a funcionar en los que busquen una trama sobre la pérdida y recuperación de la fe.

Puntaje: 5

Las vueltas del destino

“La Vida Misma” (Life Itself, 2018) es una película dramática dirigida y escrita por Dan Fogelman, creador de la serie “This Is Us”. El reparto incluye a Oscar Isaac, Olivia Wilde (El Precio del Mañana, Rush), Olivia Cooke (Bates Motel, Ready Player One), Antonio Banderas, Laia Costa (Nieve Negra), Sergio Peris-Mencheta, Álex Monner, Annette Bening, Isabel Durant, Lorenza Izzo, entre otros. Tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF).


La historia gira alrededor de variados personajes tales como Will (Oscar Isaac), su pareja embarazada Abby (Olivia Wilde), su psicóloga (Annette Bening), la joven Dylan (Olivia Cooke), un niño que presenció un accidente terrible, su padre Javier (Sergio Peris-Mencheta) y el jefe de éste. A medida que avance el relato, las conexiones entre cada uno se irán revelando.


Difícil hablar de un filme donde cualquier pequeño detalle puede ser considerado un spoiler. Ya por el tráiler, donde veíamos a distintas caras conocidas, no se podía distinguir de qué iba la trama. Dividida en capítulos de cada integrante de esta historia (el primero narrado por Samuel L. Jackson, que también hace un cameo innecesario), se puede decir que la cinta tiene uno de los comienzos más extraños ya que tardamos en dilucidar a qué apunta lo que se nos está mostrando. Una vez que el foco pasa a estar puesto en Will y la relación con su mujer Abby, el interés se acrecienta debido a que, como espectador, queremos saber qué es lo que sucedió para que ya no estén más juntos. No obstante, cuando Antonio Banderas entra en escena la película pierde todo el atractivo y conexión que venía manteniendo.

Aparte de que desde ese momento el filme pasa a ser en español, el extenso monólogo de Saccione (Banderas) no puede importarnos menos ya que no aporta absolutamente nada relevante al relato. A medida que pasan los minutos, las sospechas se convierten en realidad: el largometraje no es más que un rejunte de golpe bajo tras golpe bajo que pretende a toda costa emocionarnos pero no lo consigue de ninguna manera, en especial por lo forzado y aleccionador que es. Enfermedades, accidentes, abusos, problemas con el alcohol, traumas, suicidio y hasta la muerte de una mascota se hacen presentes en una película mal guionada y estructurada. 

Con un recalcado mensaje sobre la importancia del amor y de seguir adelante a pesar de los obstáculos, “La Vida Misma” tiene uno de los desenlaces más inverosímiles y ridículos en donde se descubre quién era la voz en off de casi toda la trama. Una lástima que tantos buenos actores hayan sido desperdiciados para tan pesado empalague.

Puntaje: 5

miércoles, 28 de noviembre de 2018

En las buenas y en las malas


“Familia Al Instante” (Instant Family, 2018) es una comedia dramática dirigida por Sean Anders (Guerra de Papás 1 y 2), el cual también se encargó del guión junto a John Morris. Protagonizada por Mark Wahlberg y Rose Byrne (Buenos Vecinos, Peter Rabbit), el reparto se completa con Isabela Moner (Transformers: El Último Caballero), Gustavo Quiroz, Julianna Gamiz, Octavia Spencer, Tig Notaro, Margo Martindale (Hannah Montana: La Película), Julie Hagerty, Allyn Rachel y Jody Thompson. La cinta está basada en las propias experiencias del director, que junto a su esposa Beth decidió adoptar a tres niños.


Pete (Mark Wahlberg) y Ellie (Rose Byrne) son una pareja que se dedica a remodelar casas. Al comprar una nueva que luce abandonada por dentro, los dos comienzan a limpiarla y pintarla, pero por más linda que esté quedando ellos no sienten que su matrimonio sea completo. Al visitar una página web sobre chicos en adopción, Ellie le plantea la idea a su marido de dar ese gran paso. Luego de muchas charlas y dudas, Pete y Ellie se acercan al establecimiento donde las trabajadoras sociales Karen (Octavia Spencer) y Sharon (Tig Notaro) les brindan información sobre el proceso de adopción. En una especie de “feria de niños”, la pareja conocerá a Lizzy (Isabela Moner), una adolescente de 15 años que los impresiona con su carácter. La joven no viene sola ya que tiene a dos hermanos pequeños llamados Juan (Gustavo Quiroz) y Lita (Julianna Gamiz) y no es recomendable separarlos. Embarcados en esta nueva aventura, Pete y Ellie intentarán establecer un lazo con los chicos.


Estamos ante una de las gratas sorpresas del año debido a diferentes motivos. Por empezar, el filme de Sean Anders tiene un ritmo que se mantiene durante todo el metraje, logrando que para el espectador sea muy sencillo empatizar con los protagonistas desde el principio, lo que nos lleva a interesarnos por lo que les sucederá. El guión es otro de los puntos fuertes de la película: casi ni hay malos chistes, lo que da como resultado que la cinta sea un festín de situaciones graciosas. En cuanto a las partes dramáticas, éstas están tan bien llevadas que el paso de la risa a la emoción llega a darse de forma totalmente natural, lo cual también tiene que ver con las buenas actuaciones del reparto.

Pero por sobre todo, el mayor logro tiene que ver con la notoriedad de que el filme es el proyecto más personal e importante del director, un hombre que sabe de la temática porque la vivió en carne propia. Así es como Sanders se anima a exponer las falencias que existen en el juzgado, los prejuicios en forma de comentarios hirientes por parte de los familiares de la pareja protagónica, la realidad latente de que a los adolescentes casi nadie los desea acoger por ser “más complicados” y cómo la hermana mayor muchas veces es la que sin tener opción debe tomar el rol de madre sin estar preparada.

La película no tiene miedo a la hora de mostrar lo difícil que es para los padres adoptivos el no saber con certeza si definitivamente se podrán quedar con los niños o la enorme tristeza que se siente al verlos felices con su madre biológica. Por otro lado, el día a día en la casa de Pete y Ellie está súper bien retratado ya que queda claro que las discusiones, gritos y caprichos serán moneda corriente en las primeras semanas.

“Familia Al Instante” se convierte en una de las mejores comedias familiares por su frescura, dulzura y la capacidad de conexión que genera con el espectador. Entretenida y emocional, es imposible que esta historia no te llegue al corazón.

Puntaje: 8,50

martes, 27 de noviembre de 2018

Un logro personal


“El Primer Hombre En La Luna” (First Man, 2018) es una película dramática dirigida por Damien Chazelle (Whiplash, La La Land) y escrita por Josh Singer. Basada en el libro biográfico “First Man: The Life of Neil A. Armstrong” de James R. Hansen, el reparto está compuesto por Ryan Gosling, Claire Foy, Olivia Hamilton (esposa en la vida real del director), Luke Winters, Connor Blodgett, Jason Clarke (El Planeta de los Simios: Confrontación), Kyle Chandler (Super 8, Noche de Juegos), Patrick Fugit, Lucy Stafford, Christopher Abbott, entre otros. Con Steven Spielberg como productor ejecutivo, la cinta inauguró la 75º edición del Festival de Venecia.


En 1961, luego de la reciente pérdida de su pequeña hija Karen (Lucy Stafford) debido a un tumor cerebral, el ingeniero y piloto Neil Armstrong (Ryan Gosling) decide postularse para el Programa Gemini de la agencia espacial de la NASA. Junto a su esposa Janet (Claire Foy) y su hijo Rick (Luke Winters), Neil se muda a un vecindario de Houston donde viven otras familias de astronautas. Durante el proceso de preparación para ir a la Luna, Armstrong deberá lidiar con varias pruebas físicas, imprevistos y muertes de sus amigos más cercanos. Además, la responsabilidad es mayor por la gran cantidad de plata invertida en la misión.


Chazelle se aleja del género musical para traernos una historia intimista que nos lleva a conocer la vida de Neil Armstrong, primer ser humano que pisó la Luna en julio de 1969. Muchos habrían decidido contar este suceso de una forma híper patriótica, centrándose en el hecho en sí y nada más. Sin embargo, aquí el director toma otro foco al no plantear a ninguno de los astronautas como los máximos héroes del país sino más bien dando cuenta de su humanidad y el gran sacrificio que atravesaron. Esta perspectiva hace que la cinta sea mucho más creíble e interesante, en especial porque el trasfondo de lo que vivió Armstrong ayuda a entender su gran determinación por llegar al satélite natural.

Ryan Gosling continúa luciéndose en cada rol que interpreta; su compromiso y dedicación al personaje vuelven a dar cuenta de que es uno de los mejores actores que tenemos en la actualidad. Es difícil meterse en la piel de un hombre que casi nunca expresa en voz alta lo que le sucede sino que se guarda todo para sí y sufre en silencio. A Gosling este tipo de papeles le sientan a la perfección ya que con solo prestar atención a su mirada y expresiones faciales nos damos cuenta de todo el dolor y miedo que hay en su interior, sentimientos que le son imposibles sacar para afuera. Por otro lado, Claire Foy no se queda atrás al interpretar a Janet, mujer de Neil. Su carácter difiere al de su esposo, por lo que cuando se enoja nos brinda escenas gloriosas donde la preocupación y el amor se perciben de una manera totalmente genuina.

Desde los aspectos técnicos, el filme resulta toda una maravilla. Primerísimos planos, movimientos de cámara que no dan respiro y una edición de sonido inquietante consiguen que el espectador pueda sentirse adentro de la nave también, con todos los nervios que eso conlleva. Con una sensación de peligro latente, la fotografía granulada hace que nos sea muy sencillo sumergirnos en la época de la cinta. Además, la contraposición de la hermosa música de Justin Hurwitz, que ya trabajó junto a Chazelle en sus anteriores trabajos, con el silencio absoluto al pisar la Luna se vuelve un deleite audiovisual pocas veces visto.

Enfoque distinto, actuaciones que están a la altura, sonido magistral y una calidad sublime en los efectos logran que “El Primer Hombre En La Luna” sea una experiencia cinematográfica emocionante e imperdible. No será una sorpresa que el filme reciba varias nominaciones en los próximos premios de la Academia, por lo que es cita obligada para cualquier cinéfilo.

Puntaje: 9,50

lunes, 26 de noviembre de 2018

Incómoda en su propio hogar

“El Asesinato de la Familia Borden” (Lizzie, 2018) es un thriller psicológico dirigido por Craig William Macneill y escrito por Bryce Kass. Basado en hechos reales, el reparto incluye a Chloë Sevigny, Kristen Stewart (Camp X-Ray, Personal Shopper), Jamey Sheridan (Sully, Battle of the Sexes), Fiona Shaw (Petunia Dursley en Harry Potter), Denis O’Hare, Kim Dickens, entre otros. La cinta tuvo su premiere mundial en el Festival de Cine de Sundance.


1892, Fall River, Estado de Massachusetts. Lizzie Borden (Chloë Sevigny), de 32 años, vive en una espaciosa casa junto a su padre Andrew (Jamey Sheridan), su madrastra Abby (Fiona Shaw) y su hermana mayor Emma (Kim Dickens). A pesar de estar en una buena posición económica, Lizzie no la pasa para nada bien ya que le resulta imposible congeniar con su padre, el cual está siendo manipulado por John (Denis O’Hare), el tío de las jóvenes que busca quedarse con la herencia de Andrew. Incomprendida por su familia, y con ataques epilépticos que no hacen más que acrecentar sus nervios, Lizzie encontrará alguien en quien confiar en Bridget Sullivan (Kristen Stewart), la sirvienta analfabeta a la que su madrastra insiste en llamar “Maggie”. Cuando Lizzie se entere del calvario que está viviendo Bridget allí, la tolerancia hacia sus padres se irá agotando al mismo tiempo que la idea de acabar con ellos se convertirá en una opción cada vez más tentadora.


El homicidio de Andrew y Abby Borden que ocurrió el 4 de agosto de 1892 ya fue expuesto en diversos libros, series, películas para la televisión e incluso teatro. Por otro lado, hasta el día de hoy la figura de “la asesina del hacha” sigue siendo relevante en el folklore estadounidense. Diversas son las teorías frente al caso, por lo que es para destacar el enfoque que le dio Craig William Macneill a su película. El director tuvo como objetivo que el espectador sea testigo del día a día dentro de ese hogar que por fuera luce pulcro y blanquecino, pero que por dentro se asemeja a un infierno para las dos mujeres protagónicas.

Así es como conoceremos en detalle a Lizzie, su forma de ser, su carácter completamente distinto al de los demás habitantes de la casa Borden y el comienzo de una relación con la única persona que entiende por lo que está atravesando. De esta manera se hace fácil empatizar con ella y entender qué es lo que la llevó a actuar de una forma tan salvaje. Con un ritmo pausado y una atmósfera llena de misterio, el filme logra sostenerse gracias a las interpretaciones de Sevigny y Stewart. Con solo ver sus expresiones faciales uno logra darse cuenta de la incomodidad que sufren al estar dentro de esas cuatro paredes donde está mal visto expresar lo que uno piensa en voz alta, donde muchos prefieren hacer la vista gorda a lo que realmente sucede para no meterse en problemas ya que, en esa época, era impensado contradecir al hombre de la casa.

La película respeta bastantes detalles que ocurrieron en la realidad así como se toma otras libertades que nunca llegaron a confirmarse por lo que siempre se mantendrán en el ámbito hipotético. Sin embargo, la verosimilitud está presente en cada escena, lo que genera que el interés se mantenga a pesar de que en cierto punto se note que no hay tanto contenido por desarrollar.

“El Asesinato de la Familia Borden”, buen cambio de título para la cinta en nuestro país, quedará en el recuerdo por una secuencia en particular, en la cual más de uno deseará retirar los ojos de la pantalla. Aunque la historia tenga otras adaptaciones, la manera en la que está contada aquí es correcta y digna para los que quieran conocer más sobre la psicología de Lizzie Borden.

Puntaje: 7

De noble a ladrón

“Robin Hood” (2018) es una película de aventuras dirigida por Otto Bathurst y escrita por Ben Chandler y David James Kelly. Producida por Leonardo DiCaprio, el reparto incluye a Taron Egerton (Testamento de Juventud, Kingsman), Jamie Foxx, Eve Hewson, Ben Mendelsohn (The Place Beyond the Pines, Ready Player One), Jamie Dornan (Cincuenta Sombras de Grey), Tim Minchin, F. Murray Abraham, entre otros.


Robin De Loxley (Taron Egerton) se enamora a primera vista de Marian (Eve Hewson), una joven que intenta robar un caballo. Los días juntos no duran mucho ya que a Rob le llega una carta importante: deberá cumplir el servicio militar en el desierto. Sin perder su compasión, Robin no seguirá las órdenes establecidas e intentará ayudar a John (Jamie Foxx), un hombre que está a punto de ver cómo matan a su hijo. De vuelta en su pueblo, el sacerdote Tuck (Tim Minchin) le informa a Loxley que allí ya lo dieron por muerto, aparte de que le confiscaron sus tierras. Incluso Marian parece haberse olvidado de él ya que ahora está en una relación con Will (Jamie Dornan). Sin nada que perder, Robin se unirá a su amigo John para hacerle frente al gobernador de Nottingham (Ben Mendelsohn). Este señor está arreglando un trato con el cardenal de Roma y los árabes por lo que, si la situación no cambia, el beneficio a los plebeyos será inexistente.


Las historias sobre el personaje de Robin Hood, el héroe que roba y reparte el dinero entre los más pobres, ya son demasiadas. Tenemos a la película animada de 1973 producida por Walt Disney, a la cinta de 1991 protagonizada por Kevin Costner, la comedia de 1993 dirigida por Mel Brooks y la nueva perspectiva que le dio Ridley Scott en 2010. A casi nadie le pareció apropiado que una vez más el relato se vuelva a reinventar e incluso desde los trailers se veía venir que esta producción sería un desastre. Las suposiciones quedan confirmadas: estamos ante uno de los filmes más flojos del año.

Aunque se note que la cinta no está hecha para tomársela en serio, son tantas las malas decisiones que se tomaron en este proyecto que ni siquiera el producto termina siendo entretenido. Por un lado, las constantes escenas de acción nunca llegan a generar nada debido a que los efectos especiales tienen una calidad bajísima, haciendo que la mayoría de secuencias luzcan muy falsas, en especial cuando se utiliza la cámara lenta. El sonido tampoco está bien hecho, por lo que el impacto que deberían tener las flechas no es lo que se esperaba.

En cuanto a las actuaciones, ningún personaje cuenta con un desarrollo apropiado, lo que da como resultado que no podamos empatizar con nadie así como que el interés decaiga a medida que pasan los minutos. Ben Mendelsohn construye a un villano que es el típico “malo porque sí”, además de que cansa verlo gritar en cada una de sus escenas (lo mismo sucede con Jamie Foxx, que entrena a Robin para convertirlo en “El Encapuchado”). El diseño de vestuario es otro grave error: el gobernador tiene ropa que en esa época no se usaba, más bien parece sacada de Ready Player One.

Como si fuera poco, los escritores metieron un triángulo amoroso paupérrimo, donde el nuevo novio de Marian, interpretado por Jamie Dornan, cambia su postura varias veces en pocos segundos. Además, se supone que los plebeyos tienen gran importancia en la trama ya que el objetivo de Robin es darles el dinero que les falta para tener una vida sin preocupaciones por la comida; no obstante al pueblo nunca se le da el protagonismo que merece.

“Robin Hood” se vuelve la peor adaptación del justiciero, una que no convence ni siquiera desde lo visual. El desenlace da cuenta de que se quieren hacer más filmes sobre el Encapuchado, una rotunda mala idea si se continúa por este camino.

Puntaje: 2,50

miércoles, 21 de noviembre de 2018

El robo necesario

“Viudas” (Widows, 2018) es una película dramática de atraco dirigida por Steve McQueen (Shame, 12 Años de Esclavitud), que también se encargó del guión junto a Gillian Flynn, escritora de “Sharp Objects” (2006), “Lugares Oscuros” (Dark Places, 2009) y  “Perdida” (Gone Girl, 2012). Basada en la serie de televisión británica homónima de principios de los ochenta, el reparto está compuesto por Viola Davis, Colin Farrell, Michelle Rodriguez (Rápidos y Furiosos), Elizabeth Debicki (El Gran Gatsby), Liam Neeson, Robert Duvall, Daniel Kaluuya (¡Huye!), Brian Tyree Henry, Carrie Coon, Garret Dillahunt, Cynthia Erivo, Jon Bernthal, Jacki Weaver, entre otros. La cinta tuvo su presentación mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto.


Chicago, 2008. Harry Rawlings (Liam Neeson) y sus compañeros mueren debido a un robo que no resulta como lo habían planeado. Verónica (Viola Davis), esposa de Harry, se verá en problemas cuando Jamal Manning (Brian Tyree Henry), candidato para ser alcalde, se aparezca en su hogar para exigirle los dos millones de dólares que Rawlings le robó. Al tener la libreta de Harry, la cual está llena de anotaciones y planes para sus próximos asaltos, a Verónica no se le ocurrirá mejor idea que reunir a las demás mujeres viudas para obtener el dinero que le pide Jamal y el restante dividirlo en partes iguales.


Destacado reparto de actores reunió McQueen para su nuevo filme, que se puede asemejar a “Ocean’s 8: Las Estafadoras” en cuanto al grupo de mujeres organizadas para el hurto pero que no tiene coincidencias más allá de ello: aquí la seriedad es muchísimo mayor. Aunque el asalto tiene la debida importancia en la trama, el director en realidad lo usa para mostrar otros aspectos de la realidad de Estados Unidos, que van desde el lado oscuro de los políticos para ser elegidos hasta el trato que se les sigue dando a las mujeres hoy en día.

Aunque la cinta en variados momentos pierda su ritmo, las brillantes actuaciones hacen que el espectador nunca pierda las ganas de seguir mirando qué pasará con cada personaje. Viola Davis se luce al interpretar a una mujer del sindicato de maestros que en un abrir y cerrar de ojos pierde a su marido y tiene que arreglar los problemas que éste dejó. De la tristeza pasa a la fortaleza convirtiéndose en una líder para las demás mujeres, lo que se percibe de forma natural dado que el arco de Verónica está bien desarrollado. Por otro lado, Daniel Kaluuya sorprende al encarnar al violento hermano del candidato Jamal así como la Alice de Elizabeth Debicki genera orgullo por su evolución.

Racismo, violencia policial, nepotismo y machismo son solo algunas de las temáticas que el director se anima a poner sobre la mesa, creando una combinación extraña pero que da gusto ver. En cuanto al atraco, la música de Hans Zimmer junto a las máscaras, las voces distorsionadas y los percances del momento ayudan a crear una atmósfera tensa donde cualquier cosa puede suceder.

Con un giro completamente inesperado que por suerte no es expuesto en el desenlace, “Viudas” se convierte en un filme sólido, feminista y, por sobre todo, crítico de la Norteamérica actual.

Puntaje: 8

Reencuentro de hermanas

“La Chica en la Telaraña” (The Girl in the Spider's Web, 2018) es una película de acción y drama dirigida por el uruguayo Fede Álvarez (Posesión Infernal, No Respires), que también se encargó del guión junto a Jay Basu y Steven Knight. El filme está basado en la novela homónima de David Lagercrantz, la cual constituye la cuarta parte en la saga de crímenes best seller Millennium (creada por Stieg Larsson). El reparto vuelve a renovarse y esta vez incluye a Claire Foy (The Crown, Unsane), Sylvia Hoeks (Blade Runner 2049), Sverrir Gudnason, Lakeith Stanfield, Stephen Merchant, Claes Bang, entre otros.


La hacker Lisbeth Salander (Claire Foy) está de regreso para hacer justicia ante las mujeres desprotegidas. En esta oportunidad Lisbeth deberá recuperar Firefall, un programa de bombas nucleares online que Frans Balder (Stephen Merchant), ex trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional, le dio para que sea destruido. El archivo es robado por un sindicato de mercenarios que se hacen llamar “Las Arañas”, por lo que Salander buscará ayuda en su amigo periodista Mikael Blomkvist (Sverrir Gudnason) para dar con ellos. Sin embargo, lo que menos se espera Lisbeth es que los malhechores estén relacionados con parte de su familia.


La saga Millennium tuvo distintas adaptaciones cinematográficas: por un lado tenemos la trilogía sueca protagonizada por Noomi Rapace y Mikael Nyqvist y por el otro contamos con la adaptación estadounidense dirigida por David Fincher, en la que Rooney Mara y Daniel Craig se pusieron en la piel de Lisbeth y Mikael respectivamente. “La Chica en la Telaraña” pretende volver a revivir a la saga, no obstante el resultado no puede ser más desastroso.

Por empezar, se nota demasiado que al director no le importó en lo más mínimo lo construido anteriormente. La franquicia se caracterizaba por su misterio envolvente, personajes con vidas complejas y una tensión que iba in crescendo. Aquí lo que tenemos pasa a ser una trama rebuscada plagada de situaciones inverosímiles a lo “Misión Imposible” con variados momentos de acción que incluyen tiroteos, escape en moto, peleas cuerpo a cuerpo y súper explosiones en las que la protagonista y sus artefactos tecnológicos siempre resultan ilesos.

Lo que les sucede a los personajes no puede importarnos menos ya que desde el comienzo la conexión con ellos no existe. Claire Foy no termina de convencer en el papel de Lisbeth, que ahora es protagonista absoluta (el periodista prácticamente está pintado en el relato por lo que tranquilamente podría no aparecer). Tanto desde su aspecto como desde su accionar, la actriz no logra generar absolutamente nada en el espectador.

Fede Alvarez se esfuerza por mostrar en reiteradas ocasiones el tatuaje del dragón que tiene la hacker en su espalda, como si nos quisiera dejar en claro que su film forma parte de la misma saga que ya conocemos. Aspectos tales como que la malvada esté vestida de rojo en plena nieve o que uno de los personajes sea un niño ultra inteligente solo consiguen que la película se vuelva demasiado trillada.

“La Chica en la Telaraña” decepcionará tanto a los que les gustaron las anteriores entregas como a los que buscan un buen thriller en cartelera. Tediosa y poco creíble en todo momento, la cinta no vale la pena en ningún sentido.

Puntaje: 3

lunes, 19 de noviembre de 2018

El verdadero significado de la Navidad


“El Grinch” (The Grinch, 2018) es una película animada dirigida por Yarrow Cheney y Scott Mosier. Con un guión a cargo de Michael LeSieur y Tommy Swerdlow, la cinta está basada en el cuento popular infantil “¡Cómo el Grinch robó la Navidad!” (How the Grinch Stole Christmas!, 1957) de Dr. Seuss, reconocido también por sus historias del Lorax y el Gato en el Sombrero. Las voces originales son puestas por Benedict Cumberbatch, Cameron Seely, Rashida Jones, Kenan Thompson, entre otros.


En la Villa Quién la ansiedad se respira en el aire: faltan pocos días para la Navidad y, como esta vez la idea es que la celebración sea tres veces más grande de lo usual, los preparativos llevan más tiempo y no hay opción de que algo salga mal. Sin embargo existe una criatura verde que no soporta esta festividad: el Grinch (Benedict Cumberbatch). Él vive en una cueva en lo alto de la montaña junto a su fiel perro Max y solo baja al pueblo cuando la reserva de comida se acaba. Harto de la alegría y amabilidad de los pueblerinos, el Grinch se propondrá robar la Navidad. Para eso deberá robar un trineo y encontrar un reno, a la vez que necesitará de un atuendo parecido al de Santa Claus. Por otro lado, la pequeña Cindy-Lou Quién (Cameron Seely) tiene un plan tramado a la perfección, el cual consiste en atrapar a Papá Noel para hablarle cara a cara, ya que su deseo es demasiado importante como para solo ser escrito por carta.


Con un corazón encogido dos veces su tamaño normal, cubierto de pelo verde y un humor peculiar, el Grinch vuelve a las pantallas en una nueva adaptación luego de la película corta hecha para televisión por Chuck Jones en 1966 y el filme más adulto protagonizado por Jim Carrey en el año 2000. Muchos dirán que esta película es completamente innecesaria al no aportar nada nuevo, no obstante la producción de Illumination Entertainment resulta la opción ideal para que las familias lleven a sus niños al cine.

Respetando bastantes aspectos de la historia original, como la bien utilizada voz en off, la soledad en la que vive el Grinch y el júbilo de los Quiénes ante la Navidad, la cinta agrega un trasfondo mucho más interesante al personaje de Cindy-Lou. Con dos hermanos chiquitos y una madre soltera que trabaja toda la noche, el anhelo de Cindy contribuye a remarcar la gran moraleja de Dr. Seuss: la Navidad debería ir más allá de lo comercial/material (obsequios, calcetines, adornos, comida) ya que lo importante consiste en pasar las fiestas junto a los seres queridos y amigos.

Aunque el diseño del Grinch y los pueblerinos recuerde a otros filmes de la misma productora, tales como “Mi Villano Favorito” (Despicable Me, 2010) y “Lorax: En Busca de la Trúfula Perdida” (The Lorax, 2012), de igual manera los personajes logran ser entrañables. Por otro lado, el reno Fred resulta una buena adquisición al relato y la Villa Quién, llena de lucecitas y copos de nieve, brilla por su encanto.

Con una enseñanza que nunca pasará de moda, “El Grinch” mantiene el espíritu del hermoso cuento de Dr. Seuss a la vez que hará reír en más de una ocasión. Bella, divertida y con un final encantador, si te gustan las películas navideñas no la podés dejar pasar.

Puntaje: 8