miércoles, 17 de abril de 2019

Una excéntrica estrella pop


Vox Lux (2018) es una película dramática dirigida y escrita por Brady Corbet. El reparto incluye a Natalie Portman, Raffey Cassidy (El Sacrificio del Ciervo Sagrado), Jude Law, Stacy Martin, Jennifer Ehle (Cincuenta Sombras de Grey), Christopher Abbott, Logan Riley Bruner, entre otros. Narrada por Willem Dafoe, fueron productores ejecutivos Portman, Law y la cantante Sia. La cinta tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia.


En 1999, la joven de 14 años Celeste Montgomery (Raffey Cassidy) se encuentra en la clase de música de la escuela cuando un hecho terrible sucede: otro alumno llamado Cullen Active (Logan Riley Bruner), parado en la puerta, dispara a la profesora y demás alumnos sin piedad. Aunque Celeste logra salir viva de esa situación, el tiro que recibió en el cuello le produce una lesión en la columna vertebral. Durante su estadía en el hospital, la adolescente pasa las noches con su hermana Ellie (Stacy Martin). Las dos chicas compondrán con el teclado una canción que representa el trágico momento que vivió Celeste. Al año siguiente, esa canción se convertirá en un hit, siendo conocida por casi toda la sociedad estadounidense. Ahí es donde Celeste ve la oportunidad para cumplir su sueño: convertirse en una estrella pop. No obstante, el camino de la fama dista de ser perfecto.


Magnética, ambiciosa y oscura, Vox Lux llega bastante tarde a nuestras salas de cine pero sin lugar a duda es una experiencia que merece ser vista en la pantalla grande. Dividida por un preludio, dos actos y el desenlace, la nueva cinta de Brady Corbet contiene una historia muy original que combina actos de terrorismo con el ascenso de Celeste hasta convertirse en un ícono de la cultura pop. Una experiencia cercana a la muerte, la pérdida de la inocencia, la difusión de rumores y el bullicio constante en el que vive una figura pública son solo algunos de los tópicos que el director se anima a explorar. Sin embargo, el que más resuena y se queda con el espectador mucho después de que los créditos se acaben consiste en el claro reflejo que se hace sobre la actualidad: cómo la población, a partir de una situación llena de odio, necesita depositar la esperanza en alguien (en este caso en la cantante que milagrosamente sobrevivió al ataque).

Natalie Portman brinda una interpretación potente y completamente memorable al encarnar a Celeste, un personaje que pasa por muchísimos estados. Celeste puede ser una persona demasiado insoportable, cruel, amenazante, narcisista y prepotente, pero a la vez la artista también tiene un lado vulnerable, donde sus miedos y el colapso que sufre hacen que logremos empatizar con ella de inmediato. Por otro lado, la elección de Raffey Cassidy como la Celeste adolescente es todo un acierto. La actriz británica de 17 años tiene un protagonismo absoluto en la primera hora de metraje, siendo totalmente convincente en su rol. No solo eso, sino que Cassidy también tuvo que dar vida a Albertine, la hija de Celeste. Que se utilice a la misma persona en dos papeles diferentes dentro de una película puede resultar confuso; aunque aquí este aspecto en un principio desconcentra, Raffey sale bien parada a medida que el relato avanza y somos testigos de la relación madre e hija.


Que el filme haya sido grabado en tan solo 22 días demuestra el gran talento que tiene Corbet a la hora de dirigir. En especial porque la historia que se cuenta en Vox Lux utiliza muchos elementos cinematográficos que la hacen distinguirse por sobre otras producciones. Con una voz en off bien puesta, la cinta tiene un marcado estilo visual donde los juegos de luces rojas y azules, los flashes y las imágenes oscuras crean una atmósfera de la que es difícil escapar. En muchas secuencias la cámara sigue por detrás a los personajes, lo que nos da la sensación de tener su perspectiva. Aparte se utiliza el avance rápido, el slow motion y en varias escenas no hay cortes, lo que nos hace dar cuenta de las grandes actrices que son Portman y Cassidy.

Al ser una película sobre la cultura pop, la banda sonora debía estar a la altura de las circunstancias. La música compuesta por SIA y el fallecido Scott Walker no decepciona al incluir la emocionante canción Wrapped Up (uno de los mejores momentos del filme), piezas que ponen nervioso al espectador y otros tantos temas que transmiten lo que Celeste desea: “No quiero que la gente piense demasiado. Solo quiero que se sientan bien”.


Por último, la puesta en escena del desenlace está al nivel de los esplendorosos espectáculos pop que se dan hoy en día. Con la notoria influencia de cantantes de la talla de Madonna, Britney Spears o Lady Gaga, Natalie Portman con su Celeste tiene una presencia absoluta en el escenario y se adueña de las coreografías que aprendió gracias a su marido. La iluminación, el extravagante maquillaje, la cantidad de brillos en el vestuario, el pelo plateado, el público enloquecido y la excelente edición de sonido hacen que sea muy fácil sentirse uno más en el concierto. La contraposición que ocurre entre la elevada música y el abrupto silencio transmite una sensación apabullante que es necesario vivirla en carne propia para comprenderla.

Vox Lux se hace difícil de recomendar ya que muchos la considerarán un pretencioso sin sentido, sin embargo Brady Corbet supo construir una película arriesgada que no deja indiferente a nadie. La revelación final dejará pensando a más de uno y es muy probable que se acrecienten las ganas de verla de nuevo ya sabiendo ese pequeño detalle.

Puntaje: 9

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