miércoles, 25 de mayo de 2022

La ambición por comerse al mundo como sea

 “Inventando a Anna” (Inventing Anna, 2022) es una miniserie dramática de Netflix creada y producida por Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, Bridgerton). Compuesta por nueve episodios, la trama está inspirada en el artículo de la revista New York titulado “How Anna Delvey Tricked New York's Party People”, de la periodista Jessica Pressler. Protagonizada por Anna Chlumsky y Julia Garner, completan el reparto Arian Moayed, Laverne Cox, Alexis Floyd, Anthony Edwards, Saamer Usmani, Katie Lowes, Anders Holm, entre otros.

 


La historia gira en torno a Anna Sorokin (Julia Garner), una joven de 25 años que, a través de diversos engaños, le hizo creer a la élite neoyorquina que ella era una rica heredera alemana. Con la intención de conseguir préstamos para crear la Fundación Anna Delvey (un club vip artístico), Anna logró estafar a varios Bancos. No solo eso, sino que también se robó un avión, no pagó a los hoteles en donde se alojaba e incluso manipuló a sus amigos más cercanos. Vivian Kent (Anna Chlumsky), redactora en Manhattan Magazine, empezará a visitar a Anna en la prisión de Rikers Island para conocer su historia y escribir un detallado artículo que haga olvidar a los lectores de un marcado error de su pasado.

 

Aficionada por la moda, la belleza y los restaurantes caros, el personaje de Anna Sorokin resulta atrapante desde el minuto uno. Más aún porque está basado en una persona real. Como espectador uno no deja de asombrarse por el altísimo ego y soberbia de Anna. Ella se cree superior a cualquier otra persona, sabe lo que quiere y va a hacer lo que sea para conseguirlo. Con este rol, Julia Garner vuelve a demostrar que es una de las actrices más versátiles de su generación. Si con su Ruth Langmore de la serie Ozark sentimos empatía y consideración, acá pasa todo lo contrario. Anna Delvey miente hasta con su apellido, tapa una mentira con otra mentira, se pone en el lugar de víctima para lograr su cometido y, con su accionar, genera situaciones sumamente incómodas para todo su entorno. A la vez, no deja de ser una joven caprichosa que vive en su propia burbuja pero que es lo suficientemente astuta para generar un aura de respeto e importancia en el exterior, con cualquiera con el que entabla conversación.

 


Por otro lado, otro personaje interesante de esta serie es la redactora Vivian Kent. Decidida por investigar a fondo esta historia, a Vivian le importa más su trabajo que el estar a punto de convertirse en madre. Ella no quiere pensar en el armado de la cuna o la organización de la habitación del bebé, si fuera por ella ni siquiera iría al hospital para hacerse la primera ecografía. Es refrescante ver en la pantalla chica a una mujer tan aficionada por su empleo, que se esfuerza desde el primer momento para convencer a su jefe de que esa es una historia valiosa por contar. Anna Chlumsky, a la que conocemos desde jovencita por ser la protagonista de la película “Mi Primer Beso” (My Girl, 1991), aporta mucho carácter desde sus expresiones faciales, siendo su personaje el que nos llevará a través de su labor periodística de investigación a descubrir la vida de Anna Delvey.

 

Por otro lado, la estructura narrativa de la miniserie se basa en que en cada episodio el foco está puesto en un personaje en particular (novio de Anna, amigos, banquero, abogado, etc.). Esto la vuelve dinámica y entretenida. Sin embargo, en los últimos dos episodios el tono se torna confuso. Mientras que en los primeros siete episodios nos mostraron las formas en las que Anna se las arregló para manipular a un montón de gente, en los capítulos ocho y nueve se intenta defenderla diciéndonos que en Estados Unidos hay delitos y/o crímenes mucho peores, que Anna solo era una chica que buscaba triunfar, que los rumores indican que el padre de Anna era un gángster alcohólico y abusivo, entre otros motivos más. Es súper entendible que tanto su abogado como Vivian Kent hayan formado una conexión con Anna, sin embargo resulta inaceptable que Vivian la defienda, más teniendo en cuenta que ella fue la que pasó meses averiguando todo el mal que Anna cometió.

 

Con algún que otro episodio de relleno sobre el final pero con tantos otros bien logrados, “Inventando a Anna” es una historia fascinante que nos habla sobre la persuasión, la vanidad y el sentido de pertenencia. Anna será recordada como una farsante con aires de grandeza pero también como alguien con un gran sentido de la moda.

 

Puntaje: 7

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