lunes, 22 de mayo de 2017

Discriminación y abejas

“The Secret Life of Bees” (“Sabor a Miel” en Argentina) es una película de 2008 basada en la novela homónima de Sue Monk Kidd, dirigida por Gina Prince-Bythewood, producida por el actor Will Smith junto a su esposa Jada Pinkett Smith y protagonizada por Dakota Fanning, Alicia Keys, Queen Latifah y Jennifer Hudson.


Ambientada en el año 1964, durante la conflictiva época de los Derechos Civiles en Carolina del Sur, la trama se centra en Lily, una niña de 14 años que convive con su padre abusivo. Sin su madre, Lily se refugiará junto a su niñera Rosaleen (que por ser negra es juzgada y golpeada) en el hogar pintoresco de las hermanas apicultoras June, August y May. Allí conseguirá otra perspectiva de la vida al extraer la miel de los panales, hablar sobre el dolor que siente por la pérdida de su madre y venerar a una virgen María negra. Además seguirá viviendo de cerca las diferencias que se hacen de acuerdo al color de la piel de una persona y experimentará el primer amor.


El film empieza con una escena impactante que engancha pero a medida que pasan los minutos se va desinflando. No pude conectar con ninguno de los personajes a pesar del gran trabajo que brinda Dakota Fanning. Las mejores escenas son las de ella con su padre (muy bien encasillado Paul Bettany en el papel de alcohólico y violento), aparte de las de su niñera o cualquier persona negra recibiendo malos tratos. Cuando Lily y Rosaleen llegan a la casa de estas hermanas independientes, en una gran parte de la historia no sucede nada o hay escenas largas innecesarias. La conexión entre esa casa y la madre de Lily la conocemos desde el principio, aunque están bien logradas las escenas en las que Fanning descubre la verdad. Las abejas tienen mucho protagonismo en el título pero casi nada en la película y en la segunda parte de la trama sucede una situación dramática que queda sin la debida importancia que se le debe dar al tema.

“Sabor a Miel” funciona como telefilme para apreciar el gran talento de Dakota y recordar que no se debe volver jamás a las diferenciaciones por color de piel.



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