miércoles, 20 de septiembre de 2017

Las distintas formas del miedo

“IT” (Eso, 2017) es una película de terror basada en la novela de Stephen King, que ya había tenido su adaptación en formato de miniserie en 1990. Está dirigida por el argentino Andy Muschietti, conocido por la cinta de 2013 “Mamá”, y escrita por Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman. Esta vez el actor sueco Bill Skarsgard fue el encargado de darle vida al horrible payaso Pennywise. Completan el reparto Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard (Mike Wheeler en la serie Stranger Things), Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, Chosen Jacobs, Nicholas Hamilton y Jackson Robert Scott. Llega a las salas argentinas el 21 de septiembre gracias a la distribuidora Warner Bros.


Ambientada en los 80, la historia transcurre en un pueblo pequeño llamado Derry, ubicado en Maine, donde muchos lo catalogan como “maldito” porque bastantes niños desaparecen sin ninguna explicación. Esto le sucedió a Georgie, el hermanito de Bill que un día lluvioso perdió su bote de papel y se encontró con el payaso Pennywise. Meses después Bill continúa con la esperanza de encontrar a Georgie vivo, por más que sus padres lo consideren muerto. Junto a sus amigos Richie, Beverly, Eddie, Ben, Mike y Stan, que conforman el “Club de los Perdedores”, Bill buscará destruir al payaso que se llevó a su hermano. Éste no será el único problema ya que los chicos deben hacer frente a la pandilla que les hace bullying, comandada por el violento Henry Bowers y además cada uno deberá enfrentarse a su peor pesadilla. 


Aunque la película sea calificada como de terror, sorprende y es para aplaudir que no trate sólo sobre eso. Gracias al acertado guión como espectador uno se interesa por las vidas de estos siete chicos y las escenas graciosas incluso llegan a ser mejores que las de sustos. El miedo de cada uno es distinto y está muy bien representado en el filme: el payaso no siempre adquiere esa forma para asustar. Por otra parte, en las dos horas y cuarto de duración casi ni aparecen adultos y, cuando lo hacen, generan más terror que Pennywise. Lo más hermoso del film entonces consiste en que el temor mayor de estos chicos no es esa figura sobrenatural sino lo que les sucede en la vida real: el ser nuevo en el pueblo y no tener amigos, sufrir burlas por ser gordo, pasarla terriblemente mal en tu propia casa, los falsos rumores y el sentir que “no encajás”.

En cuanto al terror, nada supera a la escena introductoria en la que se ve el encuentro de Georgie con Pennywise. Realmente es impactante y desagradable. Luego se decide poner escena tras escena de miedo, sin dar respiro y con una música demasiado estridente lo cual llega a molestar. Poner la banda sonora al máximo volumen no es garantía de sustos. También se abusa de mostrar al payaso en cuerpo entero, era más temible cuando sólo se le veía la cara en las sombras.

Se nota que los niños actores pasaron mucho tiempo juntos antes del rodaje porque la química que tienen entre ellos es admirable. Sophia Lillis con sólo 15 años es toda una revelación, su personaje de Bev, la única mujer en el grupo, tiene un trasfondo familiar muy duro y sufrimos con ella durante todo el film. Finn Wolfhard como Richie es uno de los mejores personajes, enérgico y charlatán, sus chistes no quedan para nada forzados y seguro te van a sacar carcajadas. Aparte tenemos a Jack Dylan Grazer como Eddie, un chico hipocondríaco y asmático con una personalidad bien marcada, es imposible que su manera de pensar pase desapercibida.

“IT” deja un gran mensaje de lo importante que es la amistad y la unión frente a los problemas. Cuenta con una fotografía bella que retrata al inigualable pueblito de Derry. En el tramo final decae pero su acierto pasa por la manera de relacionarse que tienen los niños. Ya casi confirmada su segunda parte, si continúan dándole más importancia a la parte humana y deciden mostrar menos al payaso puede llegar incluso a tener aún más éxito que esta primera parte. 


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