miércoles, 14 de marzo de 2018

En busca de su padre

“Tomb Raider: Las Aventuras de Lara Croft” (Tomb Raider, 2018) es una película de acción basada en el videojuego homónimo del 2013; a la vez funciona como reboot de las adaptaciones cinematográficas de 2001 y 2003 protagonizadas por Angelina Jolie. Está dirigida por el noruego Roar Uthaug y co-escrita por Geneva Robertson-Dworet y Alastair Siddons. El papel principal lo tiene Alicia Vikander, reconocida por sus roles en “Ex Machina” y “La Chica Danesa”. Completan el reparto Walton Goggins, Dominic West, Kristin Scott Thomas y Daniel Wu. 


Hace siete años que Lara Croft (Alicia Vikander) no tiene ninguna novedad sobre su padre Richard. Debido a un altercado con la policía, la joven se reencuentra con Ana Miller (Kristin Scott Thomas), socia de la empresa Croft. Ésta le recuerda que, si no firma unos papeles, perderá la herencia que le corresponde. Sin embargo Lara no está convencida de dar por muerto a Richard a pesar de que el cuerpo no fue hallado. Al seguir un par de pistas, Lara se da cuenta que su padre hizo una gran investigación sobre la reina maligna Himiko. Luego de viajar a Hong Kong, la muchacha convencerá al capitán borracho Lu Ren (Daniel Wu) para que la lleve hasta la isla de Yamatai con el objetivo de descubrir qué es lo que realmente le sucedió a su padre.


Gracias a su arduo entrenamiento, que incluyó tiro con arco y artes marciales mixtas, la actriz sueca Alicia Vikander logra convertirse en Lara Croft. Su esfuerzo resulta notorio en las entretenidas escenas de acción, que suceden tanto en mar como tierra. Sin embargo, y a pesar de todo el carisma que sabe transmitir, el guión no la ayuda ni un poco. Al director no le importó que el espectador conozca a la protagonista en profundidad, por lo que su introducción queda escasa y se hace abuso de los flashbacks.

El problema radica en la historia que se quiso contar: al verla nos parece más de lo mismo, sin aportar nada innovador. Además muchos elementos no consiguen ser creíbles dentro de ese mundo (la fuerte amistad que en pocos minutos desarrollan Lara y Lu Ren, cómo la chica pasa de ser una persona normal a alguien súper fuerte, etc).

No convence que Croft, a pesar de estar gravemente herida, pueda seguir corriendo; o que el villano de turno, interpretado por Walton Goggins, sea tan malo sólo por seguir órdenes de su superior. El propósito de la agrupación Trinity es ridículo y sólo está explicado en pocas palabras, por lo que los hechos que suceden de la mitad del film para adelante se hacen eternos. Si abrir el ataúd de Himiko provocará la destrucción del universo, es ilógico que se desee llegar hasta él.

En una escena nocturna de tormenta, donde un barco está siendo destruido, el mar se ve falso así como también queda muy visible el CGI utilizado. No obstante una de las secuencias mejor logradas consiste en Lara escapando y tirándose al río, evitando caer por la cascada gracias a la fuerza de sus brazos al agarrarse a una avioneta abandonada.

“Tomb Raider: Las Aventuras de Lara Croft” sólo les encantará a los gamers ya que verán algunas partes del videojuego fielmente adaptadas a la pantalla grande. Para los demás, la cinta constituye un relato olvidable más que sólo vale la pena por lo comprometida que estuvo con el proyecto su actriz principal. Las puertas quedan abiertas para una segunda parte.

Puntaje: 5

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