sábado, 15 de julio de 2017

Frío extremo en las alturas

“Bajo Cero” (Frozen, 2010) es un thriller dirigido y escrito por Adam Green. Está protagonizado por Emma Bell, Shawn Ashmore y Kevin Zegers. Fue nominada como una de las mejores películas de horror en los Saturn Awards.


Dan Walker y Joe Lynch, amigos de la infancia, junto a Parker (novia de Dan) pasan la tarde de domingo en una estación de esquí del Monte Holliston, ubicado en Massachusetts, Estados Unidos. Al anochecer el lugar está casi desierto porque se avecina una tormenta y se decidió cerrar las aerosillas antes. Los jóvenes necesitan usarlas para bajar por lo que convencen al hombre que las maneja para que los deje subirse. Éste último es reemplazado por un compañero, que por un despiste piensa que ya no queda nadie en las aerosillas y apaga el mecanismo. Al principio los chicos piensan que hay una dificultad técnica temporaria, pero cuando ven que todas las luces se apagan el pánico empieza a acrecentarse. El lugar no abre hasta el viernes que viene y es muy posible que si se quedan ahí mueran congelados.


La película empieza mostrándonos una situación agradable, tres personas pasándola bien esquiando, para luego pasar a algo terrible: están atrapados en la aerosilla, la tormenta se acrecienta, es de noche, ninguno tiene el celular a mano y no hay personas cerca para gritar por ayuda. La tensión está excelentemente construida, uno no puede evitar pensar qué haría en el lugar de ellos, cómo encontraría la forma para sobrevivir. Los personajes tienen aproximadamente 20 años y actúan como tales: al principio tienen conversaciones banales, se ríen porque la chica no mantiene el equilibrio o cuentan anécdotas divertidas, sin embargo cuando se dan cuenta que de alguna manera tienen que salir de esa aerosilla, sus decisiones son apresuradas y pueden ser consideradas como tontas. Hay que tener en cuenta lo que están viviendo: incertidumbre por su futuro, terror, pánico y el pensamiento recurrente de que cualquier acción es mejor que quedarse ahí sentado, con el frío congelándolos.
El escenario en el que se desarrolla la historia logra transmitirnos la agonía que viven los jóvenes: un silencio brutal, oscuridad casi absoluta y una naturaleza bella pero tremendamente despiadada, que sigue su curso con nevadas y vientos más fuertes sin importar las vidas de los tres personajes. Y no sólo al congelamiento se deben enfrentar ya que van surgiendo otros problemas cuyo desenlace no es apto para sensibles. En la hora y media de duración uno se logra meter de lleno en el relato, sufriendo pero a la vez no queriendo sacar los ojos de la pantalla.
Después de que pase un tiempo de su visionado al film se le pueden encontrar fallas como aspectos que resultan poco realistas. A pesar de ello la película otorga un buen entretenimiento, los actores cumplen con su labor y su argumento es tan sencillo como inquietante.

Bajo Cero mantiene un ritmo vertiginoso en el que el miedo se acrecienta presentando más de una escena en la que querrás taparte los ojos. Sin utilizar grandes efectos especiales, la película sin duda te mantendrá pegado al sillón, sin ganas de parpadear y comiéndote las uñas de los nervios. 

PD: no miren el trailer si quieren sorprenderse en la película.


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